El ecosistema emprendedor latinoamericano está experimentando en los últimos años un proceso de madurez que ha fortalecido a sus startups y que propicia prolíferas conexiones con otros ecosistemas como el de Estados Unidos y, por supuesto, el español.
En concreto, con España se ha tejido una alianza natural marcada por el idioma y la cultura de empresa que se comparte a uno y otro lado del Atlántico. Las diferencias existen a a la hora de abordar cada uno de estos mercados, pero prevalecen los aspectos que unen a los emprendedores latinoamericanos y españoles, sobre todo en la región hispanohablante.
Fundadores de startups, grandes corporaciones, aceleradoras, fondos de capital riesgo, business angels y Administración pública están inmersos en un proceso transformador donde el impulso de la digitalización que trajo aparejada la pandemia del coronavirus primero, y las restricciones para el acceso a la financiación del invierno inversor después, han sido determinantes.
En este nuevo tiempo ¿cómo ha virado el concepto de aceleración clásica de startpus en Latinoamérica? En un mundo cada vez más global e hiperconectado las diferencias no deberían ser notables entre lo acontecido allí y en España. Pero existen particularidades a tener en cuenta.
DISRUPTORES - EL ESPAÑOL ha conversado con algunos de los protagonistas que están liderando este viraje en el modelo de negocio y la conclusión es clara: la madurez del ecosistema latinoamericano ha dado lugar a un nuevo concepto de aceleradoras marcado por una delgada línea entre el sector del capital y los programas de aceleración.
En esta etapa emerge con fuerza la aportación del corporate venture capital que favorece un nuevo concepto de innovación e inyecta gasolina a creación de startups con potentes proyectos.
"En Latam ahora somos más inversionistas que aceleradora. La realidad ha evidenciado que el modelo de aceleración per se ya no es rentable, se necesita mucha aportación de los gobiernos -en climate tech, por ejemplo-. Estamos en el siguiente paso natural de un sistema más maduro que nos ha llegado como una ola, como ha ido sucediendo en EEUU y en Europa".
Habla en conversación con esta redacción Desirée Alayza, EY Director-Seed by EY Lead. La empresaria e inversora constata cómo el estadio más avanzado de la industria del venture capital en todo el mundo ha llegado a Latinoamérica como efecto natural de esa expansión "que emula el efecto de las olas y que está detrás del nuevo modelo de aceleración".
"La estrategia ya no es que soy solo una aceleradora, que ofrece mentores y que puede invertir un ticket pequeño al final del programa. Ahora, somos más inversionistas, casi todas las aceleradoras tienen un fondo detrás y concentran más inversión en menos proyectos más consolidados y, por supuesto, más rentables".
Las restricciones al acceso del crédito por parte de las startups que se impuso en el segundo trimestre de 2022, lo que se conoce como el invierno inversor, ha sido clave en este viraje del modelo de aceleración clásica en Latam.
"Hoy las aceleradoras que van quedando son las que llegan con un fondo detrás que les permite centrarse en menos empresas más consolidadas, en etapas menos tempranas y tener un mayor porcentaje, lo que favorece que el proyecto sea más sostenible en el tiempo", relata Alayza.
También contribuye a ello el aprendizaje y profesionalización del fundador latinoamericano. En la actualidad, los equipos están mejor preparados, a igual que ha sucedido en España, parte de ellos con experiencias ya previas en el mundo del emprendimiento, y la asesoría y mentoría está evolucionando y adaptándose a sus nuevas necesidades.
YCombinator o 500 Hundred Latam son los nombres propios del sector en Latinoamérica y ejercen de espejo en el que se miran muchas otras para definir sus modelos de negocio.
"Algunas aceleradoras tienen su enfoque en determinados países específicamente, pero las más grandes abarcan toda Latinoamérica. Es el caso de 500 Startups, sin duda, la mejor posicionada en la región hispanohablante", explica Otto Graff, Partner and Chief Financial Officer en IGNIA Partners.
"De alguna manera, se trata de emular a YCombinator o 500 Hundred y no sólo trasladar las buenas experiencias de EEUU, sino adaptarlas a las particularidades de Latam"
El top10 lo conforman también otros pesos pesados en el ecosistema como Platanus Ventures, Rockstart Latam, Globant Ventures, Techstars Miami, UTEC Ventures, Startup Chile Seed, Newtopia VC, Latitud y Pear X, según datos ofrecidos por DILA Capital.
"De alguna manera, se trata de simular a YCombinator, 500 Hundred, trasladar a Latam las buena experiencias que ya se han materializado en Estados Unidos y adaptarlas a la ideosincrasia regional", añade Desirée Alaya sobre este asunto.
En este escenario está emergiendo el corporate venture capital, muy por encima del papel que hayan podido jugar las entidades bancarias en la aceleración de startups.
"Los bancos han tenido iniciativas, pero ninguna a destacar. Las que sí lo han hecho bien han sido las grandes corporaciones, tras muchos intentos de prueba-error para crear un verdadero corporate venture capital y no un departamento de M&A, que son cosas totalmente diferentes", relata Graff.
En ese proceso de maduración de los corporate venture capital en Latam, México juega un papel clave con actores de primera talla como FEMSA Ventures, CEMEX Ventures, BIMBO Ventures, entre otros.
"Entienden muy bien que la idea no es pedir exclusividades, no comprar mayorías y controlar a las startups, ellos mismos dicen 'lo aprendimos a las malas'", detalla Otto Graff.
"Los CVC entienden muy bien la idea de no pedir exclusividades, no comprar mayorías y controlar a las startups; ellos mismos reconocen que 'lo aprendimos a la malas'"
AC Ventures (perteneciente a Arca Continental) y Proeza Ventures son otros ejemplos de corporate venture capital que están relanzando este nuevo tiempo del emprendimiento y la innovación en la región.
"En concreto Proeza ha lanzado un CVC exclusivamente en movilidad, estamos empezando a ver CVC especializados en verticales. Es evidente que en Latam ya constatamos ese interés de los corporativos por invertir en startups, como una evolución natural del ecosistema donde están aprendiendo a trabajar con estas compañías emergentes".
Comparte esta visión, Oriol Rios, cofundador y managing partner de Kalonia Venture Partners, conocedor a fondo de los ecosistemas emprendedores de Latam y España.
"En España y en Europa, las corporaciones han tenido un peso muy importante en las aceleradoras y los programas de aceleración, el ejemplo más icónico es el de Wayra. Es decir, programas de aceleración liderados por fondos corporativos. En España y Europa llevamos como cinco años de adelanto en esta materia frente a Latinoamérica".
Y ratifica el diagnóstico de sus predecesores sobre cómo el mundo de la inversión y la aceleración ha dejado de ser compartimentos estancos: "Ahora ya empieza a confirmarse en Latam que detrás de un programa de aceleración casi siempre hay un fondo de inversión".
El apoyo público a las startups, ¿en retroceso?
Los expertos también reconocen cómo el papel de las Administraciones públicas en Latinoamérica ha sido hasta la fecha crucial para entender la evolución de sus startups, aunque se atisban cambios.
"En Chile hay algunas aceleradoras con apoyo del gobierno muy interesantes. El gobierno chileno siempre ha apostado mucho por este tipo de impulso público, aunque también es cierto que la intensidad ha disminuido en los últimos tiempos, que no ha sido algo circunscrito sólo a Chile, sino que ha pasado también en México", realta Otto Graff desde IGNIA Partners.
Y añade: "La Administración anterior -en México- apoyó mucho al emprendimiento, a la creación de fondos, no a una aceleradora en concreto, y con la Administración actual, que ya va de salida, todo eso se acabó de un día para otro. En México, el tema de apoyo a startups ha retrocedido", indica.
Llegados a este punto, la empresaria Desirée Alayza apela de nuevo al venture capital como el agente dinamizador que ha propiciado este cambio en la región.
"Sin aceleración es difícil que tengas espacio para realmente desarrollar los modelos de negocio innovadores en etapas tempranas que lleguen a tener un 'fit' con el mercado"
"El venture capital como industria termina siendo igual en todos lados. A pesar de que tiene matices, tesis de inversión distintas, programas del Estado diferentes, presupuestos públicos y privados diferentes, corporaciones que están más o menos comprometidas con la oportunidad de innovar, la realidad es que termina siendo como esta ola que va a llegar. Surféala porque la vas a vivir", indica.
Y pasa igual en los diferentes estadios de la aceleración de proyectos. "En EEUU suele pasar todo primero, pero un tiempo después rebota en Europa y luego en Latam", indica Alayza.
Le ha pasado igual al formato de la aceleración, un cimiento esencial para que un ecosistema se desarrolle correctamente. "Sin aceleración es difícil que tú tengas espacio para realmente desarrollar los modelos de negocio innovadores en etapas tempranas que lleguen tener un fit con el mercado".
"He visto muchas aceleradoras históricas en Latam como en España hacer lo mismo con meses de diferencias. Los gobiernos siguen con sus programas, pero siempre son más lentos", concluye.