La teoría del Internet muerto está más viva que nunca. Según esta teoría del mundo digital, la mayor parte de la actividad online estaría siendo generada por bots, mientras que un pequeño porcentaje sería el tráfico real humano que interactúa en Internet de manera auténtica.
Esta teoría resulta verdaderamente impactante, ya que anticipa el trágico porvenir que le espera al ser humano: su extinción. Una vez que el homo sapiens desaparezca de la faz de la Tierra, los bots seguirán vivos, interactuando sin objetivo alguno en un mundo post-apocalíptico.
Pues bien, ahora el Pentágono - la sede del Departamento de Defensa de los Estados Unidos - quiere expandir aún más el universo del Internet muerto. Según un reportaje publicado por el medio estadounidense independiente ‘The Intercept’, el gobierno de EEUU busca aliarse con compañías que cuenten con la tecnología de inteligencia artificial suficientemente potente y realista para generar personas artificiales creíbles.
Los personajes o bots del Departamento de Defensa tendrán el objetivo de infiltrarse como espías en las redes sociales. La tecnología debe aspirar a que ningún otro usuario sea capaz de si interactúa con una inteligencia artificial
La rápida adopción de esta revolucionaria tecnología ha creado el caldo de cultivo perfecto para que los internautas no tengan ni la menor idea de si están interactuando con personas reales o con bots.
Estamos inmersos en un mundo digital cada vez más confuso. Resulta complicado distinguir el mundo real del virtual.
El Pentágono argumentó en un documento publicado el mes pasado, que una de las grandes amenazas en estos momentos consiste en los ‘deepfakes’ (o contenidos falsos) creados por potencias como China, Rusia e Irán. El gobierno de Estados Unidos quiere ponerse a la altura contraatacando con la misma táctica. Una de las mayores guerras de este siglo se está jugando de manera digital, y apenas nos damos cuenta de ello.
Cada vez nos encontramos más cerca de la realidad que describe la teoría del Internet muerto, en el que los seres humanos acabemos viviendo en un mundo de interacciones falsas, sin conocer a qué tipo de influencias y manipulaciones nos encontramos expuestos.
La Unidad de Defensa del Pentágono muestra cierta transparencia con este asunto, puesto que a principios de año anunció su interés por trabajar con el sector privado para crear herramientas capaces de detectar los ‘deepfakes’ en Internet.
Los gobiernos de China, Rusia e Irán no han sido los únicos que han quedado al descubierto utilizando este tipo de herramientas. El de Estados Unidos también empleó granjas de bots para interferir con la opinión pública.
La Agencia Central de Inteligencia (CIA) también ha acudido a las redes sociales, pero esta vez a través de sus perfiles oficiales, para reclutar a nuevos agentes especiales a escala global, con publicaciones propagandísticas publicados en varios idiomas.
Los intereses de las agencias de seguridad internacionales demuestran mayor interés que nunca por estrechar sus lazos con los del sector tecnológico privado.
Son conscientes de que la opinión masiva popular puede ser controlada fácilmente a través de Internet. Una amenaza digna de una película de ciencia ficción con toques futuristas, pero que ya reina en el mundo.