La tecnología disruptiva de la fintech chilena Movizzon demuestra que prevenir y actuar antes de que una crisis se produzca es básico para no perder eficiencia ni calidad en el servicio que se presta a los clientes por parte de las organizaciones.
En un momento crucial para la expansión de la compañía, que ha elegido Madrid como sede de su próximo crecimiento por Europa, DISRUPTORES-EL ESPAÑOL ha conversado con su CEO, Antonio Arancibia, sobre las potencialidades de su tecnología basada en la monitorización sintética que, lejos de entrar en conflicto con la monitorización clásica, se convierte en un aliado para un amplio abanico de corporaciones.
Bancos, pero también otro tipo de compañías de sectores como telecomunicaciones o retail, han logrado a través de la propuesta de Movizzon un óptimo funcionamiento de sus canales digitales y, en consecuencia, la máxima satisfacción del cliente.
La compañía cuenta entre esos clientes con 60 corporaciones en 14 países, entre ellas nombres pesados del ecosistema financiero como BBVA, Santander y Sabadell, pero también de otras áreas económicas.
Pero ¿en qué se basa su propuesta que tan buenos resultados ha logrado ya en Latinoamérica? Para ello, descensamos a la necesidad que Movizzon pretende solventar y donde reside la razón de ser de su proyecto.
Directivos de la 'fintech' chilena Movizzon.
Según datos del Banco de España, siete de cada 10 españoles ya utilizan la banca digital. Sin embargo, la apertura de la app es el talón de Aquiles de los bancos en España, aún por debajo de muchos otros mercados, precisan desde la fintech.
En esta línea, según un estudio realizado por Movizzon, el 70% de las entidades bancarias españolas evidencia la existencia de "indisponibilidades temporales en alguna parte del proceso de navegación del usuario por sus canales digitales".
Conforme a las conclusiones de un informe realizado por Gartner, "el coste promedio actual del tiempo de inactividad en los canales digitales de las corporaciones se situaría en 5.160 euros por minuto".
Para paliar estos sobrecostes entra en juego el sistema de monitorización sintética de Movizzon, conocido como "una práctica de observabilidad colaborativa en tiempo real que no requiere ningún tipo de integración tecnológica con las corporaciones", afirma a este rotativo Antonio Arancibia.
"Medimos, por ejemplo, los tiempos de respuesta de la carga de una web o app, evaluando el rendimiento de diferentes plataformas y entendiendo caídas sostenidas o tiempos de atención"
A diferencia del sistema de monitorización tradicional, que se ejecuta en ambientes controlados de infraestructura, la monitorización sintética "utiliza escenarios de prueba automatizados en el mismo contexto en el cual navegan de forma real los propios usuarios, empleando diferentes dispositivos, conexiones a Internet y proveedores de servicio", prosigue el CEO.
Esta práctica automatizada permite medir, por ejemplo, los tiempos de respuesta de la carga de un sitio web o de una aplicación para entender cómo ese desempeño puede impactar al usuario, evaluando la disponibilidad y rendimiento de diferentes plataformas e incluyendo casos como intermitencias, caídas sostenidas o tiempos de atención.
Emular el ojo humano para alertas tempranas
En la práctica, Movizzon emula el ojo humano con su ‘cliente incógnito digital’ que realiza mediciones continuas las 24 horas del día, los siete días de la semana, sin depender del tráfico del canal. "Esto permite comprender mejor el rendimiento desde la perspectiva del usuario final y diseñar, considerando esta información, planes de mejora"
A través de sus alertas tempranas -generadas por su 'cliente incógnito'-, la fintech consigue que las compañías sean informadas un promedio de 25 minutos antes con respecto al proceso tradicional de revisión que se activa cuando son los propios clientes quienes llaman a las entidades informado sobre posibles incidencias, problemas de lentitud o malas experiencias.
Tecnología de Movizzon.
Y recalca: "Se trata, por tanto, de una tecnología no invasiva, que se ha convertido en aliado estratégico de corporaciones y entidades financieras tanto de Latinoamérica como de Europa, pues funciona como si se tratara de un usuario humano real".
"Al usar los canales de atención, identifica y notifica errores o informa sobre aumento en los tiempos de espera, lo que alerta en tiempo real a las entidades de forma preventiva para que hagan los ajustes necesarios que les permitan solventarlos con anterioridad y optimizar así la experiencia de sus clientes", puntualiza el CEO.
"No venimos a reemplazar la monitorización tradicional, sino a complementarla"
En cualquier caso, el CEO insiste: "No venimos a reemplazar la monitorización tradicional sino a complementarla. Entendemos que ambas son complementarias y abogamos por unir los puntos fuertes de ambos sistemas de monitorización en pro de ofrecer la mejor experiencia de usuario (UX) posible a los clientes de las corporaciones y entidades bancarias".
Con esta propuesta, Movizzon llega a España, país que, según especifica Arancibia, tiene una "ubicación estratégica como puerta de entrada a Europa, con un mercado maduro y muy atractivo para compañías de tecnología como la nuestra".
BBVA: un caso de éxito para replicar
"Por eso hemos establecido nuestra sede europea en Madrid. Porque queremos replicar en el viejo continente el buen trabajo y excelentes resultados obtenidos en LATAM y en nuestra estrategia de expansión internacional, España es el camino natural dada su estabilidad y cercanía a otros países".
En esta labor, también destaca que cuentan con BBVA como cliente, "por lo que queremos estar más cerca de ellos y reproducir este caso de éxito en otras entidades financieras del país e incluso otras industrias como la de los seguros y telecomunicaciones, donde tenemos mucho que aportar a su negocio".
"En Latam, aunque el ecosistema digital crece rápidamente, aún queda camino en regulación y estandarización. Europa es un modelo de referencia"
Así, arranca ahora en Madrid un plan estratégico de expansión internacional por Europa, que incluye otros mercados como Italia, Portugal, Francia, Alemania, Reino Unido y Holanda.
Respecto a las sinergias entre España y Latinoamérica, el responsable incide en que "son claras, especialmente con el impulso de las tecnologías de open banking y open finance, que está derivando en una interoperabilidad entre plataformas mucho más desarrollada".
"En Latam, aunque el ecosistema digital crece rápidamente, todavía queda camino en términos de regulación y estandarización. Europa marca un modelo de referencia para acelerar la adopción de mejores prácticas, y desde Movizzon, vemos cómo ambas regiones pueden beneficiarse de nuestras soluciones de monitorización sintética para mejorar la experiencia de usuario", concluye el CEO.
Sin lugar a dudas, un ejemplo más del prometedor periodo que se abre para el ecosistema innovador y tecnológico de Latinoamérica y España con unos impactos que no tardarán en ser palpables en toda Europa.