Los angelinos ya viven entre robots.

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América Tech nuevos horizontes

Los Ángeles, el laboratorio del futuro

Los Ángeles (EE.UU.)
Publicada

La capital mundial del entretenimiento no es lo que era hace apenas cuatro años. Sin duda, Los Ángeles sufrió los efectos más oscuros de la pandemia, acentuados por el aumento de la población sin techo, un reto que ni el gobierno local ni el estatal han logrado resolver de manera contundente.

La ciudad comenzó a morir. Las producciones se paralizaron por completo. El éxodo de los profesionales del mundo del cine viene de lejos, impulsado por otros estados que ofrecían suculentos beneficios fiscales para atraer producciones.Los Ángeles comenzó a desangrarse a gran velocidad. 

San Francisco atravesó una situación similar. Tras alcanzar precios históricos con el mercado inmobiliario y un problema aún más acentuado de inseguridad en las calles y la epidemia del fentanilo, la ciudad atravesó una de sus mayores caídas en la población de sus últimas décadas. De hecho, los precios de las viviendas han descendido tanto en los últimos cuatro años, que podría comenzar a presentar más equilibrio y accesibilidad.

No obstante, el panorama, afortunadamente, ha cambiado de manera radical y ambas ciudades ya gozan de “mejor salud” después de una mala racha.

Silicon Valley salió de la pandemia con un récord histórico de beneficios que llenaron las arcas del estado. Ahora, el gobernador de California, Gavin Newson, también se ha puesto las pilas y recientemente anunció un paquete de incentivos para que las producciones de Hollywood vuelvan a casa. 

El cambio más radical se ha vivido en las calles de Los Ángeles. Lo que era una ciudad normal de la costa oeste, con sus puntos favorables y negativos, ahora se ha transformado en un laboratorio del futuro y eso contribuye a su buen lavado de cara.

Los Ángeles no solo tiene senderos, montañas y playas. La expansión de Silicon Beach se deja ver en las calles. Los peatones y los patinetes eléctricos conviven entre robots trabajadores y una flota, cada vez más grande, de coches autónomos

Serve Robotics y Coco Robotics son algunas de las empresas que han creado los nuevos robots repartidores que se desplazan entre restaurantes de la ciudad y los domicilios de los usuarios.

El diseño simpático de estos robots no es casual: les aporta una personalidad que hace que los viandantes y los coches se apiaden de ellos

Esto evita incidentes e impaciencia con unos seres que circulan a una velocidad excesivamente lenta, pero que parecen conocer los caminos de Los Ángeles mejor que un nativo.

Por su parte, la expansión de los coches sin conductor de Waymo por la ciudad se ha producido, prácticamente, de la noche a la mañana. 

La startup sufrió varios contratiempos legales y el escrutinio del público por sus problemas de seguridad. Despejados los obstáculos con la ley, Waymo sacó fuerza y ahora es imposible circular por la ciudad sin toparse con uno de estos coches sin conductor en cada calle, prácticamente. 

Las redes sociales han ayudado. Cuando un usuario decide “arriesgarse” y pedir un Waymo robotaxi en lugar de un Lyft o un Uber tradicional, suele grabar su experiencia y compartirla en las redes sociales. Este efecto ayuda a que otros quieran sumarse a vivir la primera experiencia en la historia de trasladarse en taxis que no cuentan con conductores.

Esta adrenalina viral ha permitido que el fenómeno de Waymo se expanda rápidamente en una ciudad que ha logrado convertirse en el gran laboratorio de oportunidades para las startups. 

Los Angeles is open for business.