DeepSeek causa estragos en la economía estadounidense.

DeepSeek causa estragos en la economía estadounidense.

América Tech nuevos horizontes

La sombra de la amenaza china se extiende por Silicon Valley

Los Ángeles (EEUU)
Publicada

Silicon Valley estaba viviendo su segunda luna de miel impulsada por su liderazgo en inteligencia artificial. Desde la rápida expansión de ChatGPT hace un par de años, la cuna de la tecnología en Estados Unidos se jactó de mantener su posición como epicentro global de la innovación.

California es la quinta economía más grande del mundo, gracias, en parte, a todas las compañías tecnológicas que se asientan en San Francisco. La inteligencia artificial es el “nuevo boom” producido en la ciudad y que ha generado una nueva oleada de millonarios. 

Sin embargo, esta luna de miel ha durado poco. La competitividad es más elevada que nunca y China ha logrado tomar por sorpresa a Silicon Valley con el lanzamiento de DeepSeek hace dos semanas.

Una startup china logró crear una IA más rápida que la de OpenAI y que consumiera muchos menos recursos. El coste operativo de DeepSeek asciende a los seis millones de dólares, una cifra diminuta comparada con las de otras grandes firmas como OpenAI o Gemini, de Google.

El impacto de DeepSeek dejó en evidencia a la nueva administración de Trump, que unos días antes había dado una rueda de prensa para promocionar el programa de Starlink. Este proyecto promete invertir 500 mil millones de dólares en la expansión de la infraestructura de la IA por todo el país. 

En las primeras horas, los grandes magnates de Silicon Valley intentaron fingir una reacción positiva con la noticia. Sam Altman, CEO de OpenAI, llegó a restarle el asunto argumentando que los portentos de DeepSeek “habían sido exagerados y que tan solo tiene un par de cosas buenas”. 

El avance chino no ha sido bien recibido en Estados Unidos, y no es algo nuevo. La administración del ex presidente Biden hizo todo lo posible para que los secretos de la tecnología desarrollada en California, no salieran del país y acabara en manos chinas. De ahí que EE.UU. prohibiera la venta de una serie de procesadores de Nvidia al país asiático en el año 2022.

La noticia de DeepSeek provocó todo un terremoto en la economía estadounidense. El pánico se apoderó de la bolsa en las primeras horas del pasado lunes 20 de enero. Nvidia fue una de las compañías públicas más afectadas por el temor a una mayor caída de las acciones. 

Curiosamente, DeepSeek sufrió un ciberataque esa misma semana, viéndose obligado a restringir la creación de cuentas durante varias horas. Tras el ciberataque, la bolsa estadounidense logró recuperarse. 

Los medios chinos afirmaron que el ataque provenía de ‘hackers estadounidenses’, ya que la mayoría de las direcciones IP tenían origen en EE.UU.

La startup sufrió  ataques de Denegación de Servicio Distribuido (DDoS). Estos ataques buscan saturar los sistemas enviando un tráfico excesivo de datos en internet. De esta manera, los servidores acaban fallando.

El asunto no quedó ahí. La situación se intensificó aún más a mediados de la semana pasada, cuando OpenAI aseguró tener pruebas de que DeepSeek había copiado elementos de su herramienta, ChatGPT.

DeepSeek habría usado en secreto los datos generados por la tecnología de OpenAI para mejorar sus propios modelos de inteligencia artificial. La práctica no es ilegal, pero viola las condiciones de uso de OpenAI. 

Una vez más, nos encontramos ante una guerra comercial y tecnológica entre los dos grandes rivales: Estados Unidos y China. No es la primera vez que China es acusada de hacer un “copy, paste” de la tecnología desarrollada por su competidor. La tensión aumentará aún más si Trump decide cumplir su amenaza de aplicar más aranceles a productos chinos.