La historia de Rubén Arias, uno de los fundadores de BeeReaders, es una fuente de inspiración para el mundo del emprendimiento. Arias nació en Chile, en una familia de clase media-baja. Se convirtió en el primero de su entorno en recibir una educación. Arias reconoce que esto no habría sido posible sin la ayuda de su madre, quien “realizó un esfuerzo sobrehumano para que sus hijos pudieran ir a la universidad”.
Fue, precisamente, el esfuerzo de su madre lo que le inspiró a emprender tras terminar la universidad. “Antes de graduarme me di cuenta de que no quería trabajar para una gran empresa. Me atraía mucho el mundo de las startups y del emprendimiento. Mi objetivo era darle más sentido a mi vida y tener un impacto real en la vida de otras personas”, relata el emprendedor en una entrevista con D+I.
En 2019, y asentado en Austin (Texas), decidió darse una oportunidad y aventurarse al mundo de las startups con el proyecto de BeeReaders. La plataforma de aprendizaje del español tiene como misión mejorar las oportunidades educativas del mundo hispano.
“Queremos hacer de BeeReaders una experiencia entretenida e inolvidable para los estudiantes. No queremos que el alumno se sienta forzado a leer”, comenta Rubén Arias. “Nuestra intención es guiar a los niños a descubrir la lectura, a fomentar su creatividad y a encontrarse a uno mismo”.
BeeReaders se alía con los más pequeños de la casa para que aprendan a leer y a comprender el español desde los cinco años. La experiencia va de la mano del docente, quien puede ver, en todo momento, el progreso en el avance educativo de los niños.
Para hacer la experiencia más entretenida, el equipo de BeeReaders ha introducido la “gamificación” en su plataforma digital: “Queremos mantener a los niños estimulados, por lo que les vamos dando premios digitales cada vez que cumplen algún objetivo. Además, la plataforma se va adaptando al ritmo de aprendizaje de cada uno de ellos”, explica el fundador.
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Efectivamente, la experiencia individualizada contribuye a que ningún usuario se quede atrás y siga interactuando con las aplicaciones de BeeReaders. Este tipo de funcionalidad no hará más que mejorar gracias a la integración de la inteligencia artificial con los servicios ofrecidos por la compañía.
El fundador explica que han comenzado a experimentar con herramientas como ChatGPT. La integración de tecnologías de inteligencia artificial contribuirá a que mejoren los métodos de enseñanza y las relaciones entre docentes y estudiantes.
Además, el aprendizaje automatizado ayudará a mejorar las recomendaciones de contenidos de manera personalizada y permitirá medir la calidad de la lectura del estudiante cuando éste lea en voz alta. “Se trata de un salto importante en el apoyo para los niños”, asegura Arias.
Todo el equipo que conforma la startup es hispanohablante y el contenido presentado en la plataforma es original. Arias resalta el hecho de que incluyan textos de todos los lugares del mundo donde se habla el español, lo que aporta una gran multiculturalidad a la plataforma.
“En otras plataformas, los textos originales son en inglés y luego los traducen al español”, aclara Arias. “Nosotros creamos contenido original en español demostrando la multiculturalidad del idioma”.
Desde BeeReaders colaboran con creadores de contenidos de varios países. BeeReaders sirve como escaparate para dar a conocer sus obras y exponerlas ante cientos de miles de usuarios en todos los rincones del mundo.
En la actualidad la startup cuenta con clientes en mercados clave como Chile, Perú, Ecuador Colombia y Estados Unidos. Ahora exploran nuevos territorios como Costa Rica y la República Dominicana, mercados más pequeños en los que han detectado un gran interés por su plataforma.
En Chile trabajan de cerca con el sector público para seguir expandiendo BeeReaders.
“Trabajar con el sector público es complejo y para que un acuerdo se materialice pueden transcurrir meses e incluso, a veces, años. En países como Estados Unidos es más sencillo llegar a diferentes sitios, ya que las decisiones de presupuestos se toman de manera descentralizada”, argumenta Arias.
En México han colaborado con fundaciones privadas para llegar a estudiantes de escuelas públicas en su capital.
Sin embargo, el mercado estadounidense es que el que ha brindado un mayor número de recursos para la expansión de BeeReaders. Los gobiernos estatales suelen apoyar los programas de bilingüismo. Esto ha ayudado a que la startup adopte clientes en mercados clave como Texas, California y Florida, donde hay una mayor población hispana.
Inversión y expansión
BeeReaders acaba de cerrar una ronda semilla de 3,5 millones de dólares con inversores de Estados Unidos y Latinoamérica. La ronda ha sido liderada por la firma MassChallenge, con cuarteles generales en Boston. También han logrado captar fondos del Banco Mundial.
“Nuestra meta es poder superar el umbral del millar de escuelas que usen BeeReaders dentro del mundo hispanohablante”, declara el fundador. “Queremos llegar al medio millón de estudiantes de aquí a un año. Además, nos consolidaremos en mercados nuevos como México”.
La startup cumplirá cuatro años en septiembre y puede presumir de haber captado 7,7 millones de dólares en inversiones hasta la fecha.