Andrés Albán es el CEO y cofundador de Puntored, una de las compañías que más ha contribuido a la inclusión financiera en Latinoamérica en la última década. Nació a finales de 2004 con el propósito de expandir el acceso a servicios financieros en Colombia. Tras su éxito en ese país, ahora pone la mira en el amplio mercado mexicano
“A principios de los años 2000, trabajé en empresas tecnológicas en España y adquirí valiosa experiencia con las compañías telefónicas.”, cuenta Andrés Albán en una entrevista con D+I. “Pensé que, si volviera a Colombia, sería para comenzar un negocio, ya que provengo de una familia de emprendedores”.
En su regreso a Colombia, rápidamente identificó un nicho de mercado apenas explotado: la mayoría de la población tenía limitado acceso a las telecomunicaciones y a los servicios financieros.
La irrupción de los teléfonos prepago supuso toda una revolución en el país. Ahora los usuarios podían acudir a los establecimientos más comunes para recargar sus teléfonos y, además, realizar pequeñas gestiones como hacer depósitos, retirar dinero y acceder a ayudas monetarias gubernamentales.
“Nos convertimos en una compañía fintech antes incluso de que ese término existiera”, añade Albán.
El impacto de una compañía como Puntored en Colombia es indudable. Según el CEO, Colombia se ha erigido ahora como un país referente de la inclusión financiera. Antes de la llegada de Puntored, solo un 30% o un 40% de la población disponía de un producto financiero, ya fuera un crédito o una cuenta de ahorro. En solo una década, el porcentaje de población adulta con acceso a servicios bancarios aumentó al 90%.
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“Tradicionalmente el problema con los sistemas bancarios y su expansión en América Latina se debe a la falta de confianza de los usuarios”, señala Andrés Albán. “Lo ven como algo lejano: no quieren ir hasta una oficina o, simplemente, no se fían. Con Puntored, decidimos llevar los servicios directamente a su entorno: a esos pequeños comercios tradicionales con los que ya tenían una relación de confianza... Así fue como los clientes comenzaron a abrir cuentas de depósito”.
Hoy en día, aproximadamente unos 11 millones de colombianos pasan por la red de Puntored.
La ‘banca abierta’ como solución a la inclusión
El acceso al crédito en América Latina sigue siendo restringido, en gran medida, debido a la falta de bancarización. Si la población no forma parte del sistema bancario, apenas se puede obtener información del historial crediticio de un cliente para darle acceso a un préstamo bancario.
Según el CEO de Puntored, éste ha sido el mayor obstáculo hasta ahora para el avance económico. Es fundamental, para los pequeños comercios, tener acceso a líneas de crédito para su crecimiento, pero para ello los propietarios necesitan contar con un historial bancario.
Aquí es donde entra en juego el ‘open banking’ o la ‘banca abierta’, que permite que los datos de los clientes sean compartidos de manera segura entre entidades bancarias y otras empresas (siempre con el consentimiento del usuario), lo que da lugar a una mayor innovación y competencia en el sector bancario y financiero.
Puntored forma parte de la banca abierta para ayudar a la expansión de los créditos y aumentar la adopción de los servicios bancarios por parte de los pequeños comercios.
México, su próximo mercado
En México, las cifras son similares a las que Colombia presentaba en el año 2005. Actualmente, apenas un 55% de la población adulta tiene acceso a servicios bancarios. Existe una oportunidad de expansión de la banca que Puntored aspira a aprovechar con la adquisición de Gestopago.
“Llevamos varios años estudiando el mercado mexicano y nos llamó la atención la baja penetración de billeteras digitales si lo comparamos con otros países como Colombia y Brasil. Empezamos a investigar la causa”, explica Andrés Albán.
El primer obstáculo que identificaron fue la escasa presencia de oficinas bancarias en el país. En muchas ocasiones, los mexicanos confían sus transacciones financieras más básicas a los establecimientos de Oxxo.
“Comenzamos a explorar cómo entrar en el mercado y a través de Gestopago encontramos una empresa con un ADN muy parecido al de nosotros”, comenta Albán. “Definitivamente vimos que podíamos tener un encaje interesante con ellos y lo adquirimos. El fundador sigue siendo socio en México”.
Gestopago cuenta con una red de oficinas que brinda una buena cobertura a los clientes, pero Andrés Albán adelanta que se expandirán, de manera radical, en los próximos años. Su red se compone de tres elementos clave: dispone de 1500 pequeños comercios afiliados, varias marcas de tiendas reconocidas y, por último, cuentan con una red de cajeros automáticos. Estos son los pilares que respaldarán la expansión de Puntored en México.
Los planes de crecimiento de Puntored no quedan ahí. La empresa colombiana ya busca alianzas para llegar a América Central. También explorarán el mercado migrante en Estados Unidos.