El Hard Rock Stadium, el estadio donde juegan los Dolphins de fútbol americano, ha pasado de ser el lugar donde en los meses se realizaban las pruebas de coronavirus en Miami a convertirse en un centro de vacunación contra la Covid-19 para mayores de 65 años. Para entenderlo mejor, es como si en Madrid el Santiago Bernabéu comenzara a aceptar citas online para administrar vacunas a este grupo de población. Se espera que en un mes esta medida se extienda a más abanicos de edad.
Con la vacunación, llega también el momento de la apertura gradual de los comercios y espacios públicos. Tres compañías han asumido el reto conjunto de controlar quiénes están inmunizados. Microsoft, Salesforce y Oracle se han aliado para crear la Iniciativa para las Credenciales de Vacunación (VCI, por sus siglas en inglés). Algo así como un pasaporte y cartilla unidos que facilite el acceso a la información de vacunación tanto al usuario como a los diferentes estamentos sanitarios. La Clínica Mayo, así como Cigna, una de las aseguradoras más reconocidas de Estados Unidos, forman parte de los aliados del mundo de la salud en este proyecto.
En Estados Unidos, las vacunas se están administrando de manera voluntaria en la mayoría de los casos. Las reticencias a recibir la inyección por parte de algunos sectores, impide tener un control de la pandemia. Con esta medida pretenden acelerar la vuelta a oficinas, escuelas, comercios y viajes de aquellos que puedan demostrar que han recibido su dosis.
En el comunicado conjunto explican parte de su funcionamiento: “La visión que tenemos en VCI es darle poder a los ciudadanos para obtener una copia digital y encriptada que acredite su inmunización, de modo que la puedan usar en la cartera digital que prefieran”. Este matiz, el de cartera digital, abre la puerta a que se convierta en una tarjeta más de la Wallet del iPhone o en un QR que, por ejemplo, permita acceder a un evento.
La alianza que desarrolla esta solución ha publicado en GitHub parte del código para que los programadores de aplicaciones puedan crear soluciones a medida.
Desde el comienzo de la campaña de vacunación se han distribuido 30 millones de dosis a hospitales de Estados Unidos, farmacias y centros de salud. Sin embargo, solo 10 millones de personas, en su mayoría sanitarios y ancianos, han recibido la primera dosis.
Algunas compañías, entre ellas Instacart, una aplicación muy popular para hacer la compra online, planean pagar a sus empleados y mensajeros por vacunarse. El distrito escolar de Los Ángeles, el más numeroso de Estados Unidos, ya ha declarado su intención de usar esta tecnología para manejar la vuelta a las aulas. En gran parte de California, los alumnos de la escuela pública llevan casi un año sin volver a la enseñanza en persona.
Esta credencial creada por la alianza pretende convertirse en el estándar, de modo que funcione con diferentes aplicaciones dejando atrás el papel. Entre las consideraciones tomadas al crear el software figura la fecha en la que se administró cada dosis y qué tipo de vacuna se ha recibido. De este modo, se puede medir el tiempo de inmunidad, cuándo habría que poner la dosis de refuerzo o en qué centro se administró la inyección.
Desde que comenzó la crisis sanitaria, Apple y Google han tratado de aportar datos de interés para frenar la Covid-19. En un principio, con aplicaciones que unían GPS y bluetooth para notificar la exposición y riesgo al virus con escaso éxito de adopción. Esta iniciativa de Salesforce, Microsoft y Oracle, les brinda una segunda oportunidad para integrarlo en los terminales Android e iOS, y adoptar un papel clave en la deseada vuelta a la ‘nueva normalidad’.