Sus creadores definen a Rosita como un entrenador de longevidad, como la mejor ayuda para planificar a todos los niveles aspectos como la nutrición, descanso, salud mental y cognitiva.
Su planteamiento ha cautivado a la Universidad de Chicago, que a través del Alumni New Venture Challenge (ANVC), ha premiado a la startup con 50.000 dólares de inversión.
Ambos fundadores, Juan Cartagena (Madrid, 1982) y Clara Fernández (Valencia, 1989), pareja sentimental y exalumnos del MBA de la Universidad de Chicago, tienen una obsesión: conseguir extender la calidad de vida a través de Rosita, su aplicación. David Gil, su CTO, máximo responsable técnico en el argot, se unió al equipo después de 10 años en proyectos de salud.
Cartagena, ingeniero de telecomunicaciones, conocedor de Silicon Valley tras pasar por 500 startups con su iniciativa anterior, decidió lanzar este proyecto en pleno COVID. Sentir que la edad hacía vulnerables al virus a los mayores fue un motivo más para empujar la iniciativa que acababan de estrenar en enero de 2020.
Clara Fernández, por su parte, ha desarrollado gran parte de su carrera en el Balneario de Cofrentes (Requena, Valencia). De ahí surgió gran parte de su interés por mejorar la salud de los mayores. El equipo lo completan seis especialistas en disciplinas como yoga, taichí o fisioterapia.
Motivación y metas
Rosita comienza preguntando al usuario cuestiones concretas sobre diferentes hábitos de salud y preferencias. A partir de ahí comienza la magia con recomendaciones, ejercicios y metas para mantener la motivación.
Por el momento es gratis. Funciona tanto en Android como en iPhone. Los usuarios se suman a clases y programas de mejora. “Lo que más nos piden es gestión del dolor, seguido de objetivos de biomarcadores”, matiza Cartagena. Procuran añadir objetivos semanales y mejoras concretas en manos, rodillas y cadera.
De media, los mayores registrados llegan a usarlo hasta 170 minutos a la semana. Superan ya los 10.000 usuarios registrados. “Rosita es muy divertido porque lo ven útil. pero también entretenido. Nos estamos centrando en el descanso e higiene del sueño muy importante en el bienestar”.
En el futuro esperan añadir un test fármaco genético para poder saber bien cuál es el momento en el que han de tomar las medicinas para que sean efectivas.
Por mayores entienden a personas entre 60 y 79 años. Ya no son jóvenes, pero tampoco se pueden considerar ancianos. Según explican los fundadores de la app, apoyados en la ciencia, es el momento en el que tomar decisiones correctas con respecto a su salud y hábitos puede cambiar drásticamente su esperanza de vida y, sobre todo, la calidad de la misma.
Cartagena explica que conseguir el apoyo de la Universidad de Chicago es un primer paso para recaudar más fondos en Estados Unidos. “Sabemos que gusta la adherencia que hemos conseguido y los resultados”, detalla. Entre los inversores de su fase presemilla se encuentran JME Ventures, K Fund y seedcamp.