Hanwha Systems y Hanwha Aerospace han anunciado una inversión de 145 millones de dólares en la startup californiana Overair. Hanwha es una firma especializada en tecnologías de vuelo, pero también posee otras líneas de negocio en telecomunicaciones y seguridad.
Este desembolso de capital es una buena noticia para Overair, ya que garantiza sus ambiciosos objetivos para 2023. Overair quiere echar a volar su primer vehículo en 2023 y desde la compañía aseguran que la inversión garantiza su primer vuelo para entonces.
El apoyo de Hanwha no solo será económico, sino que irá más allá y la compañía inversora aportará motores eléctricos y baterías de litio para la construcción de prototipos de Overair.
"Los principios básicos de Hanwha en cuanto a desarrollo de negocios es enfocarnos en innovación revolucionaria, aquella que sea capaz de dar un vuelco al mercado", comenta en un comunicado Sungchul Eoh, CEO de Hanwha Systems. "Atendiendo a nuestras capacidades y a nuestra principal línea de negocios, Hanwha se asocia con proyectos que cambian las reglas del juego y los vehículos voladores forman parte de esta estrategia".
El apoyo de Hanwha en Overair se produce después de que la firma haya revisado las patentes y la tecnología expuestas por Overair, que es una de las múltiples startups californianas enfocadas en el desarrollo de los eVTOLs, vehículos eléctricos que operarán en las ciudades. El mayor reto es lograr construir estos vehículos y que funcionen sin apenas emitir ruido.
El vehículo de Overair ha recibido el nombre de Butterfly y tendrá la capacidad de despegar y aterrizar verticalmente. Contará con seis asientos y cuatro motores diseñados de tal modo que dará flexibilidad al vehículo para operar de manera segura incluso en condiciones climatológicas severas.
Una de las características principales que destaca la startup es que sus hélices se mueven a menor velocidad si se compara con otros vehículos competidores. Este tipo de tecnología permite reducir aún más el ruido durante los vuelos, uno de los mayores factores de preocupación con los eVTOLs en las ciudades.
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Como toda nueva tecnología aérea en la industria de los “coches voladores”, la FAA (Administración Federal de Aviación de Estados Unidos) deberá dar el visto bueno a la tecnología de Overair antes de que se produzca el primer vuelo de prueba en 2023.
Por otra parte, Overair ha anunciado que la NASA es uno de los socios de la startup. Juntos están desarrollando la infraestructura necesaria para poder operar este tipo de vehículos en un futuro cercano.
Competición por las nubes
Este anuncio permite a Overair da un paso firme para igualarse a otras startups del sector que llevan tiempo generando interés mediático. La competición es cada vez mayor en una industria de transporte nueva que todavía tiene mucho por demostrar. Entre otras cosas, su viabilidad económica, sus rutas por los cielos de las ciudades y, cómo no, si será solo un medio de transporte adicional limitado a las grandes fortunas.
Los Ángeles es una ciudad mundialmente conocida por sus problemas de tráfico, lo cual explica que justo en la ciudad de las estrellas hayan surgido varias compañías aéreas intentando resolver este problema. Aumentar carriles en las inmensas autovías de manera constante en las últimas décadas no ha ayudado en absoluto. Ahora la esperanza se deposita en el espacio aéreo de ciudades como Los Ángeles.
Overair ha logrado captar 180 millones de dólares en total hasta la fecha, pero es una cifra que queda muy por detrás de otros competidores parecidos. Por ejemplo, Skyrise ya cuenta con 240.5 millones de dólares de inversión. El enfoque de Skyrise está centrado en soluciones de software. La compañía ha logrado controlar avionetas con un simple iPad.
Saliendo de las fronteras de Los Ángeles, pero quedándonos en California, encontramos a Archer Aviation (Santa Clara), todo un unicornio del sector. La firma ya ha captado más de dos mil millones de dólares y en septiembre de 2021 se convertía en una empresa pública.
Archer es una de las empresas con mayor ventaja. Completó su primer vuelo en diciembre del año pasado y realizará nuevas pruebas en los próximos meses. Archer podría convertirse, oficialmente, en una de las primeras compañías en surcar los cielos de Los Ángeles con coches voladores.