Icon es uno de los unicornios texanos al haber logrado superar la valoración de los 1.000 millones de dólares. La startup de Estados Unidos suma más de 450 millones de dólares en inversión y se dispone a inaugurar el primer hotel construido, exclusivamente, con impresoras 3D.
La compañía ha sobrevivido a pesar de la incertidumbre de los mercados, que el año pasado acabó con algunos de los nombres más relevantes en este espacio. Fast Radius, Desktop Metal y Markforges son algunas de las firmas dedicadas a la impresión 3D que cayeron a lo largo de 2022.
Icon ha resistido a esta caída en el sector y ahora se prepara para darle una nueva vida al hotel El Cósmico, localizado en Marfa, en el oeste del estado de Texas. En la actualidad, este hotel ofrece experiencias de glamping y habitaciones dentro de caravanas para sus invitados.
El nuevo proyecto está siendo creado a través de la impresión 3D de Icon. Los materiales de construcción también serán fabricados de la misma manera. Además, el nuevo espacio, de unas 24 hectáreas, albergará una comunidad de viviendas para aquellos que deseen disfrutar de una experiencia de inmersión en la infinidad y el calor del desierto.
Para hacer realidad este proyecto, Icon ha acudido a Liz Lambert, una reconocida especialista en la industria de la hostelería y a la firma de arquitectos, BIG-Bjarke Ingels Group. El diseño está inspirado en el entorno natural del desierto e incluirá elementos como bóvedas, arcos y cúpulas. Está prevista la construcción de una piscina para los invitados, un spa y otras instalaciones compartidas.
“Llevo bastante tiempo pensando en una evolución para El Cósmico con varios espacios que crearán la mejor experiencia para los huéspedes y los ciudadanos de Marfa: una piscina, baños árabes y nuevos rincones para llevar a cabo talleres de arte y de desarrollo de habilidades”, comenta Liz Lambert. “Vamos a emplear una tecnología de impresión 3D increíble combinando los principios de construcción clásicos y utilizando materiales brutos del entorno, con una tecnología futurista que permite una construcción más rápida, sostenible y eficiente que los métodos modernos.”
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Siguiendo la línea de los comentarios de Lambert, desde Icon aseguran que la impresión 3D llega más lejos en contraposición con otros métodos de construcción establecidos en la industria. Como ejemplo, destacan la capacidad de sus impresoras parar crear formas suaves y superficies curvas que pueden ser instaladas directamente.
“Nuestra colaboración con El Cósmico e Icon nos ha permitido sacar todo el provecho de las posibilidades materiales y formales de la construcción 3D, sin las limitaciones tradicionales de la industria”, comenta el fundador y director creativo de BIG-Bjarke Ingels Group, Bjarke Ingels. “Las formas orgánicas, las geometrías circulares euclidianas y la paleta de colores inspiradas por el ambiente local hacen que El Cósmico sea como un lugar que haya surgido, literalmente del sitio en el que se encuentra localizado”.
Algunas de las firmas de inversión más conocidas que han apostado por Icon son Tiger Global Management (que lideró la serie B), 8VC, Norwest Venture Partners, Citi Impact Fund y Moderne Ventures (lideró su serie A).
Por su parte, la colección de casas contará con composiciones de dos, tres y cuatro habitaciones y dispondrán de amplias vistas a las montañas Davis. Las reservas para las vivendas comenzarán este mismo verano.
De la Tierra a la Luna
No solo los inversores privados han dado buena muestra de su apuesta por la tecnología desarrollada por Icon. En octubre de 2020 la NASA otorgaba una beca a la compañía texana para apoyar la creación de estructuras 3D, elemento vital para el asentamiento de bases humanas en la Luna.
Icon pondrá a prueba su habilidad para poder usar impresoras 3D en entornos y condiciones similares a los que los astronautas se enfrentarían en el satélite natural.
Para cumplir con el objetivo de la NASA, será necesario construir estructuras robustas que puedan brindar una protección contra la radiación y el posible impacto de pequeños meteoritos. Además, deberían ser capaces de producir revestimientos térmicos. No solo se construirían espacios para dar cobijo a los astronautas, sino que también las impresoras deberían ser capaces de imprimir plataformas de aterrizaje para las naves.