Porsche Automobile, Qualcomm Ventures, AMD Ventures, Taiwana Capital y Western Digital Capital son algunas de las firmas de capital de riesgo que han apostado por el ambicioso proyecto de Ethernovia. La startup, con sede en San José (California), ha logrado captar 64 millones de dólares en su ronda más reciente, de Serie A.
La apuesta de estas grandes firmas por una startup que apenas tiene cinco años no es aleatoria. Estados Unidos vive un momento crucial en el impulso de la fabricación de chips “made in the USA”.
La escasez de chips condujo al país a incentivar la producción de este elemento en su propia tierra. La tensión histórica entre China y Taiwán tampoco ayuda a asegurar el flujo de chips hacia occidente. Taiwán es el principal productor de este componente en todo el mundo, un producto esencial para los dispositivos tecnológicos.
En 2022, la administración del presidente demócrata Joe Biden aprobaba la Ley de CHIPS y Ciencia, en la que se aseguraba una inversión de 50.000 millones de dólares para impulsar la fabricación de semiconductores en el país.
Ethernovia aspira a simplificar los procesos de producción de vehículos eléctricos, que en la actualidad dependen de múltiples chips para poder funcionar de manera correcta. Si se logra simplificar el proceso de fabricación, esto se traducirá en un aumento de los niveles de producción y dar con errores en los vehículos sería más sencillo si todo se redujera a un simple chip.
“La tendencia hacia la electrificación y hacia la conectividad en la industria de la movilidad, así como los desarrollos en el campo de la conducción autónoma, están impulsando la necesidad de que exista una transmisión de datos rápida y segura desde una amplia variedad de fuentes en vehículos y en la nube”, comenta Lutz Meschke, miembro del consejo de administración de Porsche y responsable de la gestión de inversiones de la empresa.
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Ethernovia está creando chips ethernet con altas velocidades de transmisión de datos. Además, sus semiconductores tienen en cuenta el consumo energético y mejoran su eficiencia para reducirlo de manera significante.
En estos momentos, la industria de la conectividad automovilística concentra más de 33.000 millones de dólares al año, según un informe de la firma Future Market Insights. Se espera que, antes de que finalice el año, esta cifra llegue a rozar los 200.000 millones de dólares. Un crecimiento más que ambicioso, pero los datos demuestran que el ecosistema va por buen camino.
No solo el gobierno de Estados Unidos está contribuyendo a este fenómeno, sino también el incremento en las ventas de vehículos eléctricos, la expansión de servicios de IoT y la adopción de las redes 5G.
Estos chips son el cerebro y el corazón de los coches eléctricos. Sin ellos, no se podrían crear los sistemas de conducción asistida, la conducción autónoma o las actualizaciones de software de manera inalámbrica.
La solución de Ethernovia se acerca a la de otras compañías que han tenido gran éxito al aplicar el enfoque de desarrollar hardware y software de manera conjunta. Así lo decidió Apple en su día y así lo hace Tesla con sus coches. Ethernovia no hace más que seguir esos pasos.
“El coche conectado del futuro necesita de un elevado ancho de banda y de comunicaciones seguras”, explica Carlos Kokron, vicepresidente de Qualcomm Technologies y director general de la rama de inversión de Qualcomm, Ventures Americas. “La solución propuesta por Ethernovia transforma la comunicación del vehículo al brindar una conectividad fiable, basada en estándares de la industria y con altas velocidades”.
De esta manera, Ethernovia logra posicionarse como líder clave en el desarrollo de chips dentro de California. Su CEO, Ramin Shirani, lo deja claro: “nuestros chips brindan nuevas expectativas sobre lo que se puede conseguir para cumplir con los costes, la potencia y la flexibilidad que los fabricantes de coches y los consumidores esperan de la nueva generación de vehículos”.