La tecnología de impresión en 3D está contribuyendo a acelerar la carrera espacial. En California, epicentro del renacimiento de la tecnología espacial, decenas de startups, como Relativity Space y Hermeus, avanzan rápidamente en tecnologías de impresión 3D.
Orbital Composites, con cuarteles generales en San José, ha logrado dar un paso más al obtener hasta tres dos con la Fuerza Espacial de Estados Unidos y uno con la Fuerza Área.
La Fuerza Espacial de Estados Unidos fue establecida en diciembre de 2019 durante la administración Trump. Se trata de una división especializada del ejército estadounidense centrada en las misiones en el espacio. Se encarga de preparar, capacitar y dotar a sus unidades para salvaguardar los intereses del país en el ámbito espacial.
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La startup californiana utiliza materiales innovadores y técnicas avanzadas de impresión 3D. Su éxito radica en los plazos de producción, más rápidos que las fábricas espaciales tradicionales, y su deseo de trasladar la tecnología de impresión 3D al espacio.
“Me inspiré en las visiones de construcciones futuristas espaciales a la hora de fundar Orbital Composites”, relata Cole Nielsen-Cole, CTO y fundador de la compañía. “Sin embargo, el principal problema es el poco espacio con el contamos dentro de los cohetes: no podemos meter un puente en una nave, pero sí que podremos construirlo en el espacio”.
Las impresoras 3D portátiles de Orbital Composites aspiran a ser la solución al problema de no poder transportar grandes cargamentos desde la Tierra. La fabricación de componentes 3D en el espacio ayudará a reducir los costes de los lanzamientos y hará posible mejorar las comunicaciones con la Tierra, ya que se podrán construir antenas igual de grandes que un estadio de fútbol. En este sentido, el CTO visualiza “un internet espacial vital para asentar bases humanas más allá del planeta”.
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Nielsen-Cole asegura que el equipo de Orbital Composites ya ha logrado demostrar que la impresión de antenas con tecnología 3D es posible. Su objetivo es que una de las impresoras móviles pueda llegar a la Estación Espacial Internacional en los próximos meses.
Sus planes podrían parecer ambiciosos, pero la Fuerza Espacial estadounidense le ha dado un impulso al otorgar a la startup, dos contratos: uno para la producción de antenas cuánticas y el segundo para la construcción de satélites con escudos protectores contra la radiación.
La compañía se encuentra colaborando con la NASA y la firma Cosmic Shielding en el desarrollo de nuevas técnicas de protección contra la radiación De esta manera se podría proteger el cuerpo y los elementos electrónicos de los satélites frente a los potentes efectos del Sol.
"Nos sentimos honrados de que la Fuerza Espacial vea el valor de nuestras tecnologías avanzadas de fabricación y protección contra la radiación, que ampliarán drásticamente los límites de lo que es posible para los satélites que se encuentren más allá de las constelaciones LEO", comentó Amolak Badesha, director ejecutivo y cofundador de Orbital Composites, en un comunicado. “En pocos años, imaginamos flotas de satélites pequeños construidos por Orbital Composites, que brindarán una cobertura incomparable para aplicaciones críticas de defensa, científicas y comerciales".
Las constelaciones en órbita terrestre baja (LEO por sus siglas en inglés) consisten en varios conjuntos de satélites que circulan cerca de la Tierra, típicamente a 160 km y 2.000 km de altura.
Por otra parte, las antenas cuánticas podrían revolucionar las comunicaciones con la Tierra. El ejército de Estados Unidos tendría acceso a un canal de comunicación más seguro y las velocidades de transmisión serían mayores. Además, desde Orbital Composites destacan que éste sería el primer paso para “establecer comunicaciones en el espacio profundo con la luna, Marte y más allá”.
"Con constelaciones LEO siendo lanzadas por todas partes, ya tenemos un atasco en las estaciones terrestres", comenta Badesha. "Nuestra tecnología promete aliviar estos atascos y, eventualmente, allanar el camino para fabricar antenas gigantes en órbita”.
El tercer contrato fue otorgado por la Fuerza Área y se centra en la producción de un material de impresión que la startup ha bautizado como “carbón-carbón”.
Aunque Orbital Composites aún se encuentra en fase semilla, los contratos con el gobierno de Estados Unidos le han permitido obtener más de 6.5 millones de dólares en financiamiento.