La inflación obstinada y la inversión en startups
La inflación en Estados Unidos ha pasado a ser tal problema en esta década que ya no es una simple “inflación”, sino una “inflación obstinada”. Éste es el término más usado por los economistas del país.
Las subidas de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal congelaron las inversiones en startups el año pasado. En este contexto, las firmas de capital riesgo son más conservadoras a la hora de realizar inversiones. Los especialistas de las principales firmas examinan con lupa cada proyecto y su potencial, algo que, a largo plazo, resulta más beneficioso para el ecosistema en general. El resultado es empresas con mayor solidez que presentan mayor estabilidad.
Hace apenas unos días, se daba a conocer un dato económico con un impacto negativo: los precios aumentaron un 3,5% en marzo respecto al año anterior, una cifra mayor a la esperada por los analistas. El hecho de que la inflación no haya podido ser controlada preocupa a la Reserva Federal de EE.UU.
Se esperaba que los tipos de interés pudieran comenzar a bajar progresivamente a lo largo del segundo trimestre del año, pero estos datos arrojan pistas de que la tendencia podría ser otra.
A Joe Biden, presidente demócrata del país, no le quedó más remedio que aceptar los hechos, lo cual supone un golpe duro para la política económica de su partido. Este dato tensa aún más la campaña presidencial y beneficia la retórica de Trump.
Por lo tanto, se podría esperar que la inversión en startups siga el mismo camino de los últimos meses: menos desembolso en inversiones, más escrutinio y un gasto conservador.
Pero hay un rayo de luz. Según una encuesta publicada por Kauffman Fellows, una sociedad de mentores enfocada en inversores, la inversión en startups podría mejorar con respecto a 2023.
Si bien es cierto que la encuesta fue realizada antes de que los nuevos datos de inflación fueran publicados, parece que hay cierto optimismo en el sector. Más de 250 inversores de 200 firmas participaron en la encuesta.
Un 53% de los encuestados aseguraron que 2024 será el año de la recuperación en la inversión de startups. Solo un 6% de los participantes esperan gastar menos en inversión este año.
El estudio confirma el escenario general: el año pasado las firmas de inversión gastaron menos que en 2022 debido a las cifras económicas. Los inversores que participaron en la encuesta corroboraron que lograr capital en los últimos meses ha sido más complicado para los emprendedores.
Lo que queda claro ante el panorama actual es que la inteligencia artificial sigue siendo el producto estrella y, a pesar de la incertidumbre de los mercados, las grandes firmas están dispuestas a correr más riesgos con este tipo de tecnología. Las mayores empresas tecnológicas de Silicon Valley están dejando claro que la adopción de la inteligencia artificial va en aumento y solo se esperan avances al respecto.
En este contexto, quedan dos grupos de startups que podrían seguir caminos muy distintos.
El primer grupo incluye a las startups que aprovecharon los años favorables, cuando los tipos de interés alcanzaron mínimos históricos, disfrutando así de una oportunidad de crecimiento sin precedentes. Sin embargo, ahora se encuentran ante un escenario más desafiante: en sus nuevos esfuerzos por captar capital, se topan con evaluaciones más rigurosas por parte de los inversores. Este aumento en el escrutinio significa que su próxima ronda de financiación podría no ser exitosa.
Esta generación de startups se ven obligadas ahora a reexaminar su estructura, eliminar cualquier punto débil que pueda ahuyentar la inversión y en algunos casos, hacer recortes.
Por el otro lado, aquellas startups que actualmente están iniciando sus procesos de financiación presentan mayores oportunidades para sortear adversidades económicas y estructurales a futuro. Dado el menor flujo de capital disponible, los inversores se muestran más cautelosos, optando por invertir únicamente en proyectos con fundamentos sólidos y un potencial de éxito claro.