¿Colaboración o competencia? Cuando se trata de atraer talento, hay corrientes de opinión que hablan de que es mejor colaborar entre todos, pero hay otras que prefieren buscar su parcela de éxito de manera individual.
No hablamos de determinadas empresas sino, directamente, de territorios. Y, cuando en un determinado territorio existen ventajas fiscales con respecto a otros, la palabra colaboración ya no se utiliza con tanta frecuencia.
Un ejemplo muy concreto lo encontramos en la recientemente celebrada décima edición del South Summit en Madrid. Un panel regional en el que se dio voz a actores imprescindibles del ecosistema emprendedor e inversor de la Comunidad Valenciana, Asturias, Canarias y País Vasco confirmó esa doble tendencia: ¿colaboramos o competimos?
"Cada región necesitamos intentar identificar nuestro potencial y, a partir de ahí, desarrollar ecosistema. Y generar a continuación sinergias entre otros ecosistemas regionales. No deberíamos competir", explicó Cristina Fanjul, directora del Centro Europeo de Empresas e Innovación del Principado de Asturias (CEEI Asturias), una asociación sin ánimo de lucro que apoya la puesta en marcha y crecimiento de empresas innovadoras y de base tecnológica en este territorio.
Pero, obviamente, cada comunidad autónoma vende sus ventajas competitivas con respecto a otras y ya no sólo tienen que ver con el clima o con la gastronomía. La propia Fanjul, a pesar de este discurso colaboracionista, sacó pecho de que "somos la tercera autonomía española según un informe de COTEC en retención de talento y la cuarta en disponibilidad de investigadores e ingenieros".
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Además, habló del potencial de la industria y de la capacidad de las entidades asturianas de poner en contacto el talento con ese sector.
Tienen un discurso similar en la Comunidad Valenciana. Tanto Nacho Mas, CEO de Startup Valencia, como Celia Sánchez, CEO de la Alicante Investment Agency (ALIA), pronuncian la palabra "colaboración" pero sin olvidar ese gen competidor.
"Calidad de vida", "coste de la vida competitivo", "condiciones meteorológicas envidiables"… Son algunas de las expresiones utilizadas, complementadas con otras como la que pronunció Mas: "Solventamos las dificultades que teníamos para retener y atraer talento creando una potente red de aceleradoras e incubadoras, como Lanzadera o Innsomnia, que hacen que cuando un emprendedor venga, se quede".
Además, Startup Valencia, asociación sin ánimo de lucro organiza el Valencia Digital Summit -este año del 24 al 26 de octubre-, "que también es una oportunidad para conectar actores y de conocer la ciudad y ese ecosistema que hemos creado".
Un lugar en el que desarrollar un negocio
Siguiendo con ese discurso de posicionamiento, Celia Sánchez destacó de Alicante que "contamos con cinco universidades y somos referentes en sectores como inteligencia artificial o puertos 4.0". Destacó, sobre todo, "la cultura de startup que se respira".
ALIA, por cierto, es una agencia con vocación de estar presente en todas las fases de acompañamiento que necesita una empresa para tomar la decisión de instalarse en tierras alicantinas a empezar con un negocio.
Al final, de lo que se trata, y en eso coincidieron todos los ponentes, es de que un inversor o un emprendedor elijan un lugar en el que desarrollar el negocio. Por eso no es de extrañar esa ambigüedad a la hora de utilizar términos tan antagónicos como colaboración y competencia entre territorios.
Otro de los pronunció las dos palabras con soltura fue Pablo Hernández, presidente del Consorcio de la ZEC -Zona Especial Canaria-. La ZEC es una zona de baja tributación que se crea en el marco del Régimen Económico y Fiscal (REF) de Canarias, con la finalidad de promover el desarrollo económico y social del Archipiélago y diversificar su estructura productiva.
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Evidentemente, el asunto fiscal, teniendo en la charla tanto a un representante de la ZEC como a un representante del País Vasco, en este caso, al director de la Biscay Startup Bay, Koldo Atxutegi, no iba a ser pasado por alto.
Este último dirige el considerado como uno de los hubs de emprendimiento mejor conectados del mundo. Pero no es menos cierto que a sus pilares estratégicos, entre los que están esa conectividad y la concentración de talento, suma "los grandes incentivos fiscales que tiene la región".
Los incentivos fiscales
El País Vasco, como Navarra, tienen autonomía fiscal, por lo que, como es lógico, la utilizan para ser más competitivos en atracción de talento. Hasta el punto de que el propio Atxutegi reconoce "tenemos que competir con el sol" -en referencia a uno de los atractivos puestos sobre la mesa en la charla- y "lo hacemos con ventajas fiscales".
Como prueba del objetivo de esos incentivos añade: "Sólo ponemos una condición al emprendedor que se beneficia de esas ventajas: que viva en la región durante cinco años".
Argumento similar el que puso sobre la mesa el presidente del Consorcio de la ZEC. Hernández remarcó que "la pandemia ha hecho que mucho talento elija desde dónde quiere trabajar y cuando vienen a las Islas Canarias se dan cuenta de que tenemos ventajas que no tienen otros territorios" -en referencia a las fiscales-.
Aunque resulte sorprendente, reconoció Hernández, "el Financial Times ha distinguido a nuestro Archipiélago como la región mejor conectada de Europa", dijo como otro de los puntos a favor.
Aun así, el presidente de la ZEC, una vez posicionado su territorio, se permitió recordar a los presentes que "tampoco España es un país tan grande", que "es importante la colaboración".
O dicho de otra manera, la confirmación de que los ecosistemas regionales se están desarrollando con esa doble mirada, con la del apoyo muto, pero, sobre todo cuando hay un inversor delante, con la del codazo.