La movilidad inteligente en las ciudades, del artificio a la reflexión: "No usamos la tecnología como deberíamos"
Compañías especializadas como Kapsch, con proyectos Smart en Santiago, Ibiza o Sevilla, creen que falta más colaboración entre administraciones y una política de Estado que acabe con la "desorientación de la industria".
2 mayo, 2023 02:40Algo tan humano como vivir en sociedad y algo tan necesario como moverse a través de ella. La movilidad es pasado, presente y, sobre todo, futuro. Porque a medida que pasan las décadas, el ciudadano ha tenido, está teniendo y tendrá que lidiar con retos como el de la sostenibilidad y tendrá que compatibilizar su existencia con los pros y contras que ofrece la tecnología, cada vez más necesaria y compleja.
La movilidad, pues, como explica Juan Marín, director de Ciudades de la tecnológica Kapsch, es "un reto y un derecho".
Esta compañía es una de las mejor posicionadas en el ámbito nacional en el desarrollo de proyectos smart city relacionados con la movilidad inteligente. Proyectos en ciudades como Sevilla, Ceuta, Fuengirola y Santiago de Compostela o en territorios más complejos como la isla de Ibiza así lo atestiguan.
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El sistema de recopilación, gestión y análisis de datos que permite la predicción de complicaciones de tráfico en la ciudad gallega o la implantación de placas inteligentes en las casas diseminadas en la isla ibicenca para facilitar a los servicios de emergencias actuaciones más eficaces y eficientes son algunas de sus aportaciones al ecosistema de la movilidad inteligente.
Y es precisamente a partir de ejemplos como estos cuando surge una reflexión que va mucho más allá de proyectos concretos que dejan titulares que, en muchos casos, más que titulares se convierten en meros fuegos de artificio.
"Hay ayuntamientos que se están lanzando a poner cámaras sin saber cómo utilizar la información que extraen de ellas". Lo que hay detrás de este tipo de iniciativas es algo "mucho más complejo que instalar un sensor o una cámara". Lo que hay detrás es una estrategia -ahí va otro entrecomillado de Marín"- con algunos "agujeros".
Según indican desde la compañía, los núcleos urbanos siguen creciendo en complejidad y población, generando cada vez mayores problemas de gestión del tráfico, índices más altos de contaminación y, en consecuencia, un deterioro de la calidad de vida del ciudadano.
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Es cierto que para afrontar estos retos, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda urbana del Gobierno de España diseñó la 'Estrategia de Movilidad Segura, Sostenible y Conectada 2030', con un especial énfasis en dos aspectos clave: la introducción de tecnología capaz de una gestión eficiente de la movilidad y la necesidad de descarbonizar la economía y reducir los niveles de CO2.
A pesar de ello, Marín echa de menos "una política de Estado real", que implique a todas las administraciones y que consiga que también sean las administraciones las que se impliquen. "En general la industria de la movilidad está desorientada".
No se refiere este experto a que España no tiene potencial, puesto que "todos sabemos que tenemos una industria potentísima, tanto si nos referimos a la fabricación como si nos referimos al ecosistema tecnológico", sino a que "no hay visión de conjunto".
Y refleja una pregunta a modo de ejemplo: "¿Por qué la DGT depende de un ministerio y la política de movilidad depende de otro?".
"La industria está desorientada. ¿Por qué la DGT depende de un ministerio y las políticas de movilidad de otro?"
En su opinión, además de este "problema" estructural, existe otro que, tal vez, en su opinión, se derive del anterior: "La tecnología no la estamos usando como deberíamos. Tenemos tecnología muy avanzada y no la estamos aprovechando", resume.
Este aprovechamiento de la tecnología pasaría, según Marín, ya no sólo por recopilar datos, sino para obtener información de ellos y, lo que es más importante, poner esos datos y esa información a disposición de otras administraciones. Colaborar.
"En EEUU, por ejemplo, hay centros de gestión compartida que podrían ser desarrollados aquí en la línea de compartir este tipo de información en movilidad, porque aquí, por no gestionar adecuadamente los datos, estamos dejándonos llevar por terceros que no tienen información precisa -en referencia a los sistemas de gps de las grandes tecnológicas-", explica Marín.
Esa estrategia estatal de la que hablamos, que deriva en una Ley que "ahora está en el Parlamento", quizá pueda mejorar la realidad actual "creando órganos de gestión conjuntos, pero aún falta sensibilidad".
Compañías como Kapsch, según reconoce Marín, "estamos ya no sólo para implementar soluciones de movilidad inteligente en nuestras ciudades sino para abrir debates e intentar influir en los gobiernos, para que desarrollen políticas en la buena dirección".
Este experto remarca, entre los ejemplos colaborativos actuales que pueden servir de ejemplo en España, el que mantienen entre ellas las ciudades de Valencia, Vitoria y Valladolid. También cita a Málaga o Madrid como grandes ejemplos en movilidad inteligente.
Nuevas ideas para las ciudades 'smart'
Kapsch, por su parte, ya ha desplegado su conocimiento tecnológico para proporcionar soluciones que permiten a ciudades como Santiago de Compostela, Sevilla o Ibiza controlar el tráfico mediante inteligencia artificial gracias al geoposicionamiento y el procesamiento de imágenes.
Así se consigue un mejor control de la circulación en las ciudades, así como minimizar el número de incidentes, atascos y delitos contra la seguridad vial.
También dispone de un proyecto de gestión y tratamiento de grandes cantidades de datos de movilidad. La Mobility Data Platform (MDP) de Kapsch permite transformar los datos de movilidad para llevar a cabo análisis descriptivo ("¿qué ha ocurrido?", "¿por qué ha ocurrido?"), como análisis predictivos ("¿qué va a ocurrir?") y prescriptivos ("¿qué se debería hacer?", "¿cuál es la mejor respuesta?"), que promuevan y hagan posible una gestión proactiva de la movilidad en las ciudades.
Por otra parte, es parte importante de la estrategia de esta compañía la gestión eficiente y sostenible del transporte público, mediante cámaras y puntos wifi controlados por nodos IoT, con los que es posible monitorizar el tráfico en tiempo real, así como conocer y analizar la afluencia de público en grandes edificios, estaciones, puertos, aeropuertos, etc. para poder dimensionar los servicios de transporte público a estos destinos y adecuar sus frecuencias en función de la demanda.
Por último, otra de las joyas es la búsqueda eficiente de plazas de aparcamiento público y privado que permitan a los ciudadanos conocer en tiempo real la ocupación de las plazas de aparcamiento en las ciudades, las incidencias registradas y el volumen de tráfico existente. Además, se reduce la contaminación acústica y de gases en los aparcamientos.
Aunque, como se encarga de enfatizar Marín, estos proyectos no son meros fuegos de artificio en busca de grandes titulares sino proyectos pensados y preparados para la colaboración entre administraciones.