Navarra y Murcia, dos maneras de preparar las estrategias de ciencia e innovación del futuro

Este tipo de planes, que no son más que documentos donde se refleja la estrategia y la hoja de ruta de estos territorios en estos ámbitos, tienen carácter plurianual. En los dos casos mencionados, estas iniciativas vienen a sustituir a iniciativas anteriores. Establecer puntos de mejora es el objetivo, así como adecuarlas a un contexto siempre cambiante.

El cómo es lo que cambia. No siendo ni bueno uno, ni malo otro, lo cierto es que cada uno incide en unos aspectos concretos. En el caso navarro, se realizan jornadas de trabajo con todos los representantes del ecosistema para poner sobre la mesa retos a superar; en el caso murciano, se pone el foco en la investigación y en los investigadores a través de una encuesta.

Los resultados, en ambos casos, son los que empezarán a servir de base para desarrollar esas nuevas estrategias y las que definen cuáles son los problemas actuales en estos ámbitos.

Comencemos por Navarra. En la comunidad foral, cabe decir que está vigente el Plan de Ciencia Tecnología e Innovación que abarca hasta 2025. En este plan se detallaban 29 medidas, de las que dos tercios ya se encontraban en ejecutadas o en desarrollo a finales de 2022.

Ahora, el gobierno regional, los agentes del Sistema de I+D+I (SINAI) y representantes de varias empresas se han reunido recientemente en la décima jornada de Ecosistemas de Innovación, organizada por el coordinador del SINAI (ADItech) para diseñar el nuevo Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación de Navarra (PCTIN) que comprenderá los años desde 2026 a 2030 de manera coordinada y participativa.

Patricia Fanlo, la consejera de Innovación, ha destacado que, con la puesta en marcha de los trabajos de desarrollo del nuevo plan, "el gobierno de Navarra reafirma su compromiso con la mejora de la calidad de vida de la ciudadanía a través de la ciencia y la innovación".

Un compromiso que se refleja, ha señalado la consejera, en diversas iniciativas que "han llevado a posicionar a Navarra como una de las regiones más innovadoras de Europa, y a estar en cabeza como uno de los territorios de España con mayor inversión en I+D por habitante y mayor ratio de empresas innovadoras por cada 1.000 habitantes".

En cuanto a la jornada, María Uresandi, responsable de Cooperación tecnológica y Promoción de la I+D+I empresarial en ADItech y responsable de Ecosistemas de Innovación, expuso los primeros pasos que se van a dar y ha mostrado los resultados de todos los informes que se han elaborado en ADItech desde 2020.

Concretamente, en este análisis se perciben cuatro temas recurrentes que se han abordado durante otras jornadas y que están relacionados con el talento y la formación, la transferencia de conocimiento y la creación de Empresas de Base Tecnológica (EBTs), la internacionalización y los modelos de financiación, así como el fomento de la innovación.

La dinámica, a partir de ese punto, ha sido planteada en grupos de trabajo reducidos y heterogéneos en los que cada grupo ha trabajado sobre uno de los temas.

Se ha hablado sobre los retos que hay que superar para afrontar ese tema, de las oportunidades que ofrece y de cuáles hay que aprovechar. Al finalizar esta dinámica, una persona de cada grupo ha sido la encargada de exponer las conclusiones de su mesa de trabajo y con todas ellas se ha decidido qué aspectos van a ser abordados en las siguientes citas de Ecosistemas de Innovación.

A su vez, la directora general de Promoción de la I+D empresarial y Emprendimiento, Uxue Itoiz; y la de Ciencia, Tecnología e Innovación, Agurtzane Martínez, han participado en esta puesta en común, aportando su visión desde el gobierno de Navarra.

El caso de Murcia

Por su parte, el director general de ADItech, Diego Garrido, ha recordado que las siguientes dos jornadas, que tendrán lugar en noviembre de este año y en junio de 2025, se centrarán en profundizar en dos temáticas cada una. Serán, al igual que este evento, jornadas muy participativas en las que van a definirse las medidas, así como los asunto que marcarán las prioridades del nuevo plan.

Y si en Navarra optan por jornadas colaborativas, en Murcia se han decidido por una encuesta a más de medio millar de investigadores para conocer sus necesidades.

El gobierno regional encargó a la Cátedra de Políticas Públicas de la Universidad de Murcia (UMU) un informe para elaborar la nueva Estrategia regional de Ciencia y Tecnología, el cual se sustenta en una encuesta, llevada a cabo entre los meses de febrero y abril, a 541 investigadores de la comunidad autónoma, de diferentes ramas de conocimiento.

Entre las conclusiones de la encuesta está la necesidad de priorizar los proyectos de ciencia aplicada, cuyo objetivo es utilizar el conocimiento para obtener resultados concretos o resolver retos sociales, y el incremento de la financiación.

También son considerados asuntos prioritarios la simplificación de la gestión administrativa y la realización de un esfuerzo presupuestario, concretamente en lo relativo a las ayudas a proyectos de investigación.

El informe también refleja que "los investigadores de la Región de Murcia se posicionan a favor del enfoque cualitativo como filosofía general para evaluar la actividad científica". Se destaca que "un 65,1% declara que debería primar más el aspecto cualitativo de las aportaciones, frente a un 27,9% que opta por destacar el prestigio e indización del medio de difusión".

La última de las conclusiones indica que "la dificultad más relevante a la hora de gestionar un proyecto de investigación nacional o regional es el régimen de justificación económica y las limitaciones sobre gastos elegibles", explicó Vázquez, y el segundo obstáculo más común son los "problemas para conciliar las tareas propias de los proyectos con otras obligaciones del investigador".

Otra de las cuestiones planteadas a los 541 investigadores fue sobre cuáles deberían ser los criterios a utilizar en el futuro para otorgar ayudas a proyectos de investigación. Según los entrevistados, los tres principales criterios deberían ser la calidad científica del proyecto presentado (9,3 de media en una escala del 0 al 10); su carácter disruptivo y novedoso (8,4); y la capacidad de formación de jóvenes investigadores (8,1).