¿Qué sucede cuando el CEO de una empresa especializada en hardware queda a tomar una cerveza con un amigo que, a su vez, es CEO de una compañía especializada en pagos? Pues sucede lo inevitable. "Podríamos...", "deberíamos...", "por qué no esto...", "por qué no lo otro...". Y la conversación acaba con un apretón de mano y otra cerveza para celebrar el acuerdo.
Este acuerdo es la empresa Paythunder, una plataforma de pagos omnicanal que nació con la vocación de demostrar a los grandes lo que se puede hacer en el mundo de los pagos y de la automatización. Los dos actores iniciales son Francisco Javier Gómez, CEO de Qualica-RD (una empresa especializada en hardware que montó con su hermano en 2012 en plena crisis y facturó 1,2 millones el primer año y vende, a día de hoy, en más de 40 países), y Juan José Rider, CEO de What You look for (una empresa especializada en pagos que montó con el actual CEO de Paythunder Abdul en 2010 y hacía proyectos con los mayores actores del mercado de pagos).
La tecnología de Paythunder permite, entre muchas otras aplicaciones, que las administraciones públicas creen aplicaciones de recarga de tarjetas monedero para pagar transporte urbano. Acuerdos con el Ayuntamiento de Córdoba o de Burgos así lo demuestran.
"Montamos la empresa para desarrollar tecnología propia y en eso somos un poco raros. Usamos hardware y software propios. Hicimos pagos por ultrasonidos pero también por WhatsApp, SMS, e-mail, push… y lo unimos a módulos de inteligencia artificial desarrollados por nosotros y aplicables. Y todo con el objetivo de permitir la conexión de módulos de terceros o usar los nuestros en aplicaciones externas. Con esto hemos desarrollado sistemas de recarga de abono transporte con el móvil, hologramas que están en aeropuertos y hablan múltiples idiomas, etc.", relata Gómez a D+I.
Cuando Gómez y los suyos empezaron a desarrollar pagos vinculados a ofertas geolocalizadas en 2014, nadie lo hacía. Ahora, los grandes bancos, según explica, o lo siguen o lo van a seguir, "porque es la lógica".
Visión de futuro
Paythunder presume de haber tenido visión a la hora de desarrollar una plataforma de inteligencia artificial tan potente relacionada con los pagos. "Prevemos lo que el mercado va a hacer y hacia donde va a ir y también nos permite vivir de nuestro trabajo sin inversión de terceros ya que hemos aprendido a explotar esa visión y esa capacidad de crear productos que tienen sentido y que son útiles", recalca su cofundador.
Premios como la Mejor Fintech Europea 2017, o el Mejor Modelo de Negocio España 2020 atestiguan el éxito.
De momento, los sistemas de Paythunder, que también incluyen todo tipo de soluciones tecnológicas relacionadas con pagos, atención al cliente, virtual, etc., ya están en lugares como el aeropuerto de Jerez (con un holograma que habla 5 idiomas), ayuntamientos, bancos, centros comerciales o una de las mayores teleoperadoras del país (el acuerdo de confidencialidad no permite conocer su nombre). "A futuro vamos a empezar a explorar las posibilidades que ofrece el 5G con nuestros productos y a seguir inventando que es lo que nos gusta".
Paythunder mantiene a los mismos socios e incluso ha abierto una línea de consultoría ejecutiva para Smart Cities. "Estamos ayudando a implementar tecnología a uno de los destinos turísticos inteligentes con mayor potencial de España", explica.
Y es que el uso de este tipo de tecnologías entronca directamente con el desarrollo de las ciudades inteligentes. De hecho, Gómez ha sido incluido en el grupo de los 26 expertos mundiales elegidos por la ONU para aplicar la tecnología Blockchain en las Smart Cities. "En este grupo actualmente estamos desarrollando una tarjeta turística bancaria recargable para darle sentido a las tarjetas turísticas o los pagos por videoconferencia", avanza.
Sobre el potencial de España como país inteligente, Gómez reflexiona: "Hay grandísimas empresas en España tipo Indra, telefónica, Vodafone que están haciendo grandes cosas a nivel tecnológico desde España y luego startups como Past view o Enigmedia que nos dicen que hay materia prima de sobra para sentirnos seguros de nuestro potencial". Pero reconoce que "queda mucho que hacer para convertir las ciudades en inteligentes". Y remacha: "Habría que empezar la casa por el suelo y educar a los políticos en lo que es una Smart City y lo que no es. Ese trabajo lo estamos haciendo las empresas que tenemos claro el concepto".