Ha comenzado la cuenta atrás hasta el próximo día 16 de octubre, jornada en la que se producirá el lanzamiento de Lucy, la nave espacial no tripulada de la NASA que, hasta el año 2033, pretende visitar 8 asteroides troyanos en 6 órbitas independientes alrededor del Sol en el entorno de Júpiter.
Según la NASA, estos asteroides son una especie de "cápsulas del tiempo" que pueden ofrecer pistas sobre el nacimiento del Sistema Solar.
Este viaje único por el Sistema Solar se está preparando con mimo y con cierto simbolismo. Hace algunos meses se anunció que la nave -que seguirá viajando entre asteroides más allá de 2033- llevará consigo una placa con mensajes para "aquellos que en un futuro sigan nuestros pasos y encuentren a Lucy flotando entre planetas".
Pero no todo es tan de película. Un lanzamiento y una misión como esta requiere muchas horas de investigación, de estudio, de observación… Y el proyecto tiene un importante cometido dentro de unos días en nuestro país, concretamente en Asturias.
Este territorio pasa por ser uno de los más adecuados para realizar una observación muy concreta que aportará datos a la misión. Se trata de la ocultación de la estrella v20200923194353) debido al paso del asteroide troyano de Júpiter Polymele (15094).
Por ello la NASA, en colaboración con el Instituto Universitario de Ciencias y Tecnologías del Espacio de Asturias (ICTEA), dependiente de la Universidad de Oviedo, llevará a cabo en España una ambiciosa campaña de observación astronómica para la que ha desplazado hasta Asturias 22 telescopios de 40 centímetros de diámetro que se encuentran ya alojados en dependencias de la Escuela Universitaria de Marina Civil en el Campus de Gijón.
La presentación de estos telescopios tuvo lugar recientemente en un acto que contó con la presencia del rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde; el consejero de Ciencia, Innovación y Universidad, Borja Sánchez, la alcaldesa de Gijón, Ana González, y el director del ICTEA, Javier de Cos.
Nave pionera
Tal y como se ha venido explicando la NASA, Lucy es la primera misión que viajará a los asteroides troyanos. La nave examinará esta enigmática población de pequeños cuerpos que orbitan alrededor del Sol más allá del cinturón de asteroides principal.
Como estos asteroides son en muchos sentidos fósiles de la formación y evolución de los planetas, la nave espacial Lucy recibe su nombre en honor al ancestro humano fosilizado descubierto un año después de que Pioneer 11 comenzara su viaje fuera del Sistema Solar.
Esta misión, con todo, tiene una importante misión a partir del próximo 27 de septiembre. El director del ICTEA, Javier de Cos, destaca que esta campaña asturiana es fruto de las "relaciones históricas" del instituto con una de las directoras científicas de la misión, Adriana Ocampo.
Para llevarla a cabo, más de 20 observadores profesionales de la agencia espacial, bajo el liderazgo científico del astrónomo Marc Buie, llegarán a Asturias el próximo día 27 de septiembre para iniciar cuatro jornadas de trabajo que concluirán la madrugada del día 1 de octubre con la grabación del efecto que ocasionará el asteroide troyano de Júpiter.
El director del ICTEA señala que la NASA ha elegido Asturias, además de por la estrecha colaboración que mantiene con el ICTEA, porque "estamos bien ubicados para observar el evento, ya que la zona de sombra de ese asteroide en España empieza en el Principado y termina en Valencia".
De Cos subraya que la aportación del instituto universitario será tomar imágenes del asteroide desde distintos puntos para aportar información sobre su tamaño, morfología y velocidad de rotación.
Las mejores imágenes
Con este fin, los telescopios ubicados ahora en la Escuela de Marina Civil de la Universidad de Oviedo se desplegarán no solo en Asturias, sino también en distintos puntos de Castilla y León y el sur de la península para lograr las mejores imágenes posibles.
A pesar del importante número de recursos humanos y materiales que la NASA dedicará al proyecto, para el éxito de esta campaña de observación, se precisa la colaboración de la comunidad astronómica amateur española, por lo que el ICTEA, con el apoyo de la Sociedad Española de Astronomía (SEA) y la Federación de Asociaciones Astronómicas de España (FAAE), ha lanzado una campaña de reclutamiento que espera implicar a unos 50 astrónomos aficionados de toda Europa.
La primera de las actividades comenzará durante la tarde noche del 27 de septiembre y tendrá lugar en el solar que la Universidad de Oviedo tiene junto a la Escuela de Marina Civil. Esa tarde se formarán los equipos de trabajo y se montarán y pondrán en funcionamiento tanto los 22 telescopios como los equipamientos necesarios para registrar el fenómeno de ocultación de la estrella.
El acto, que será abierto al público, permitirá a observadores nacionales y extranjeros familiarizarse con los equipos y dar a conocer a los asistentes los planes que la NASA tiene en la región.
Este es uno de los proyectos relacionados a lo largo de los últimos meses para preparar esta gira de más de una década por el espacio.
La nave está equipada con un sistema de paneles solares, que fue verificado el pasado mes de abril. Los paneles solares, ensamblados en California, necesitan suministrar alrededor de 500 vatios, aproximadamente el equivalente a la energía necesaria para hacer funcionar una lavadora.
A pesar de esta necesidad relativamente modesta, los paneles solares deben ser grandes ya que necesitan operar muy lejos del Sol. Concretamente Lucy operará a una distancia de 853 millones de km del astro rey, más allá de la órbita de Júpiter.