La revolución del ciclo del agua ya es un hecho en los ayuntamientos: del 'mimo' a los datos al gemelo digital
Gijón se suma a una tendencia que poco a poco se va imponiendo en busca de un mayor ahorro de los costes hídricos y una mayor eficiencia.
26 abril, 2023 01:26La gestión integral del ciclo del agua es una tarea que, desde tiempos inmemoriales, se realiza en cada uno de los ayuntamientos de nuestro país. Y, como está sucediendo en tantos otros sectores, que la digitalización llegara a esta tarea, sólo era cuestión de tiempo.
Así ha sido como, sin que apenas nos hayamos dado cuenta, han aterrizado en los despachos de muchos consistorios españoles proyectos revolucionarios encaminados a un objetivo claro: reducir los costes hídricos, realizar un consumo responsable del agua y, en última instancia, mejorar las políticas de sostenibilidad en relación con este bien tan preciado.
Las principales ciudades españolas están empezando a contar con proyectos muy ambiciosos que, si por algo se caracterizan, son por establecer un protagonismo esencial para los datos. Los datos son la mejor manera de tener información y la información es poder. En este caso, poder de decisión en favor del medio ambiente y de la economía municipal.
Pero para tener datos es necesario contar con potentes sistemas de sensorización y plataformas tecnológicas que, a través de la inteligencia artificial, sean capaces de generar análisis y predicciones que ayuden a los responsables públicos a tomar las mejores decisiones.
Hace unas semanas, este diario explicaba el proyecto de Aguas de Teruel para el consistorio turolense. La plataforma GoAigua integra, procesa, homogeniza y explota el dato de distintas fuentes, con independencia de proveedores o tecnologías utilizadas.
En este sentido, según relataban sus impulsores, y al ser capaz de integrar cualquier tipo nuevo de dato, garantiza la sostenibilidad presente y futura de la digitalización, favoreciendo la unificación de la información de los procesos y la infraestructura para optimizar la toma de decisiones.
Su finalidad es optimizar los recursos hídricos existentes, aumentar la eficiencia energética y optimizar el tiempo del personal que conforma la compañía. "En uno o dos años podríamos estar ahorrando un 20% en el consumo de agua", explicaban fuentes municipales.
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Pero decíamos que, obviamente, Teruel no es la única ciudad de tamaño medio-bajo que está apostando por este tipo de iniciativas.
En este sentido, hace también algunas semanas se sumó a esta tendencia el Ayuntamiento de Gijón. En el caso de la ciudad asturiana, su apuesta es, si cabe, aún más ambiciosa. Tanto que, mientras que Teruel presupuestó su proyecto en unos 600.000 euros, Gijón prevé una inversión de 14,1 millones de euros.
La Empresa Municipal de Aguas del Ayuntamiento de Gijón trabaja en proyecto denominado EMA 360 para la implantación de un modelo integral de gestión del ciclo del agua. Aspira a que esta iniciativa se beneficie de las ayudas del PERTE del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno central.
El hecho de que el ejecutivo de Pedro Sánchez haya lanzado una convocatoria para la digitalización del ciclo del agua que permita avanzar en el cumplimiento de los objetivos ambientales relacionados con este bien evidencia que, efectivamente, más que una tendencia, este tipo de proyectos ya son una obligación en los ayuntamientos.
Volviendo a Gijón, el proyecto EMA 360 se desarrollará en cuatro líneas de trabajo interrelacionadas: diagnóstico, modelización y planificación; automatización, control y eficiencia de la red de abastecimiento; automatización, control y eficiencia de la red de saneamiento; y gestión inteligente de activos.
Enmarcadas en estas líneas de trabajo se contemplan 16 actuaciones que van desde la planificación estratégica, la hidroeficiencia de las redes de abastecimiento y saneamiento hasta la gestión inteligente de activos.
De este modo, se podrán acometer dichas actuaciones con un enfoque integral y sistémico: toma de datos-conocimiento, ingeniería, tecnologías necesarias para el análisis, la planificación de medidas, la ejecución de infraestructuras e instalaciones, así como procesos de operación, seguimiento y control que forman parte de la gestión del ciclo de utilización del agua.
El proyecto gijonés da una vuelta de tuerca a modelos ya desarrollados en otras ciudades, como es la creación de un gemelo digital, es decir, una copia exacta de la red hídrica local en un entorno virtual, que permita simular situaciones y estrategias con los datos disponibles.
Modelo matemático
Esto sería posible gracias al desarrollo de un modelo matemático relacionado con el abastecimiento y otro con el saneamiento, todo ello mediante un software abierto.
La red hídrica de esta ciudad cuenta con 60 kilómetros de tuberías, de ahí que sea importante la instalación de puntos de control. En total, EMA 360 pretende instalar 14 puntos de control de caudal y cuatro puntos de control de la calidad del agua.
Asimismo, se instalarán 38 estaciones de control de cloro, temperatura, caudal y presión y 2.000 sensores de detección de fugas en continuo en la red. El sistema se completará con 21.500 contadores.
Estos son algunos de los sistemas que se pretenden instalar en la red y todos tienen en común la voluntad de recopilar datos, históricos y en tiempo real, que deben servir para tomar las mejores decisiones posibles.
Al respecto, está prevista la creación de un datawarehouse, que lleva asociada la implantación de un sistema de gestión de mantenimiento asistida por ordenador para instalaciones de depuración y un gestor de órdenes de trabajo para el personal de explotación.
Para completar este tipo de procesos relacionados con los datos, se implantará también un sistema de business intelligence para el análisis de datos que lleguen a través de la sensórica.
Por último, se desarrollará un sistema de Open Data de servicios al ciudadano y de un software de gestión de activos.