Según los datos de las patronales hosteleras de Ibiza (Baleares), el impacto del turismo no sólo ha vuelto al lugar que ocupaba antes de la pandemia, sino que lo ha superado. El auge del sector ha vuelto a convertir a esta isla y a otras vecinas como Formentera en uno de los referentes de la temporada alta (de mayo a septiembre).
Pero este renovado auge tiene una cara b, que no suele ser visible a los ojos del común de los mortales. La gran afluencia de turistas saca a la luz de vez en cuando algunos problemas históricos de la zona, como el mal estado de parte de la red de tuberías o la falta de conservación de las depuradoras.
Lo reconocen los propios responsables políticos del Consell de Ibiza y admiten que estos problemas derivan en vertidos al mar que empeoran su calidad.
Lejos de compadecerse, esta administración insular se ha puesto manos a la obra por solventar estos problemas y, aunque tenga en mente mejorar las infraestructuras, de momento ha tomado una decisión a corto plazo que va a permitir actuar ante esos vertidos.
Y esa solución es tecnológica. La UTE Vodafone-Kapsch ha concluido el desarrollo del segundo de los componentes incluidos en la iniciativa 'Ibiza, Turismo Inteligente y Sostenible', que consiste en la instalación de un total de cinco boyas marinas con sensores dispuestas en diversos puntos de la isla.
Estos dispositivos serán los encargados de medir la calidad del agua para proteger la fauna y la flora marina (en particular la posidonia) de aquellos fenómenos que afectan al ecosistema de una manera directa y, consecuentemente, permitirán al Consell Insular de Ibiza, a los cinco ayuntamientos y al resto de organismos implicados implementar acciones destinadas a proteger el patrimonio natural de Ibiza.
Hace unos días, en la playa de Talamanca, el vicepresidente del Consell y consejero de Innovación, Javier Torres; el director insular de Innovación, Xavier Santamaría, y el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Ibiza, Jordi Salewski, asistieron a una muestra de estas boyas inteligentes por parte de las empresas instaladoras.
Los profesionales enseñaron el interior de este objeto: dentro de la cápsula estanca (que cuenta con certificación IP68) se encuentra el almacenamiento de los datos recogidos por los sensores, así como los sistemas de acumulación de energía y módulo de comunicación LoRaWAN.
Además, tienen la particularidad de que en caso de pérdida de la alimentación eléctrica, los datos y la configuración básica del sistema de medición quedarán salvaguardados al almacenarse en memoria.
Estos sistemas ofrecen datos que posibilitarán generar nuevos servicios informativos para la ciudadanía y turistas como, por ejemplo, la calidad de agua para el baño. La información obtenida por el sistema de sensores se integrará para su análisis en la plataforma de Destino Turístico Inteligente, incluyendo el geoposicionamiento.
Estas boyas marinas están instaladas en la citada playa de Talamanca (Ibiza), S’Arenal (Sant Antoni), playa de Santa Eulària, Cala Vadella (Sant Josep) y Cala Sant Vicent (Sant Joan).
El vicepresidente segundo y consejero de Innovación del Consell, Javier Torres, resalta la importancia de este sistema, ya que, "desgraciadamente, las costas de la isla sufren constantes vertidos por, entre otros motivos, el mal estado de algunas de las tuberías de la isla y la falta de mantenimiento de otras infraestructuras como las depuradoras".
En este sentido, "la información procedente de estas boyas inteligentes nos permitirá detectar inmediatamente las anomalías y actuar para evitar daños mayores", explica Torres.
Un doble beneficio
Por su parte, Antonio Álvarez, director territorial de Vodafone en Baleares, Comunidad Valenciana y Murcia, destaca que "estas boyas marinas tendrán un doble beneficio: por un lado, para la administración, porque permitirán dotar al Consell de muchos datos relevantes para controlar la calidad del agua de la isla; y por otro a los turistas y ciudadanos de Ibiza, que podrán conocer en qué condiciones se encuentra el agua de las playas sensorizadas y si son aptas para el baño o no".
Este proyecto forma parte de una iniciativa más ambiciosa, que ya presentó en junio una serie de cámaras instaladas en las principales playas de la isla que cuentan con un sofisticado sistema de control de afluencia y dotadas de un potente software que permite detectar elementos hasta en 100 metros de línea de costa por cámara, dependiendo de las características de la playa.
Por tanto, son capaces de detectar qué zonas están siendo ocupadas y las que están libres y calculan el porcentaje de ocupación en tiempo real.
'Ibiza, Turismo Inteligente y Sostenible' es uno de los proyectos de la Convocatoria de Destinos Turísticos Inteligentes de Red.es, entidad dependiente del Ministerio de Economía y Transformación Digital, a través de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial.
Cuenta con una inversión de 4,18 millones de euros y está financiado por FEDER. De esta cantidad, un 60% es aportada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) mediante la Entidad Pública Empresarial Red.es, adscrita al Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital a través de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial. El 40% restante está financiado por el Consell de Ibiza.
Además, este proyecto se está poniendo en marcha a través de la plataforma 'Smart Cities' de Vodafone, que aboga por conectar ciudadanos, turistas y recursos de la ciudad a través de servicios, datos e información que se analizan y se reportan a las autoridades locales con el fin de facilitar el buen funcionamiento y mantenimiento de una ciudad totalmente conectada, como será el caso de Ibiza.
El Departamento de Innovación de la institución insular recuerda que esta iniciativa contempla otros componentes como la creación de un sistema de detección temprana de incendios (cuatro cámaras cubrirán casi el 80% de la masa forestal de Ibiza) y un proyecto de geolocalización de casas de campo para emergencias.