El vicepresidente y consejero de Economía, Hacienda e Innovación del gobierno de la comunidad insular, Antoni Costa, durante su comparecencia.

El vicepresidente y consejero de Economía, Hacienda e Innovación del gobierno de la comunidad insular, Antoni Costa, durante su comparecencia.

Baleares

La digitalización triplica su impacto en Baleares con un presupuesto que potencia ciberseguridad y formación

J. A.
Publicada

Ya no es nuevo decir que las administraciones públicas se esfuerzan cada día más por que la transformación digital impacte cada vez más tanto en la propia administración como en el tejido productivo de la región a la que representan.

En este sentido, tampoco extraña que, año tras año, al echar un vistazo a los presupuestos de cada una de estas administraciones las áreas de innovación, transformación digital o asimilables no dejen de crecer.

Lo que es más extraño es que este crecimiento llegue al nivel de triplicar la previsión de inversiones del año anterior. Y eso es lo que ha pasado en el caso de Baleares, que va a revolucionar su política digital en 2025. O eso, al menos, es lo que se deduce de las cuentas presentadas hace unos días por el vicepresidente y consejero de Economía, Hacienda e Innovación del gobierno de la comunidad insular, Antoni Costa.

La ciberseguridad, la transformación de la administración, la generación de talento, la formación en competencias digitales o el refuerzo de las infraestructuras de promoción de la digitalización son los pilares del presupuesto, subdividido en departamentos como la Dirección General de Estrategia Digital o la Dirección General de Innovación y Transformación Digital, que dependen ambas de la vicepresidencia.

Por lo que respecta a la Dirección General de Estrategia Digital, los dos principales proyectos que se iniciarán en 2025 son el Plan de Digitalización, que contará con un presupuesto de 16 millones de euros –con medidas como una nueva plataforma de contratación, mejoras en la sede electrónica o la implantación de herramientas colaborativas para todos los trabajadores públicos-, y el Plan de Ciberseguridad, con 10 millones de euros.

La ciberseguridad es una preocupación ineludible para las administraciones públicas. Hace unos días, DISRUPTORES dada cuenta cómo algunos ejecutivos regionales han creado incluso direcciones generales o agencias públicas específicas dedicadas a la ciberseguridad.

Ninguna de ellas es Baleares, pero, evidentemente, que no haya un departamento propio no significa, como decíamos en aquel artículo, que no haya compromiso con una de las tendencias más notorias de la economía digital. Y buena prueba de ello es esa dotación de 10 millones de euros para el plan balear de ciberseguridad.

En otro orden de cosas, la Dirección General de Innovación y Transformación Digital ve aumentado su presupuesto de los 4,3 millones a los 12,5 millones. Sólo este dato ya debería servir de pista para ver el compromiso del gobierno balear con la disrupción y la digitalización.

Triplicar la dotación económica es toda una declaración de intenciones. En este caso, esta dotación servirá para iniciar la primera fase del gemelo digital de las Islas Baleares, que ayudará a monitorear y gestionar el estado del territorio en distintos ámbitos (medioambiente, emergencias o turismo, entre otros).

Brecha digital

Además, se dedicarán 4,8 millones de euros a un plan para reducir la brecha digital formando gratuitamente a 22.465 ciudadanos en competencias digitales básicas. Aquí, cabe destacar también los 3,5 millones de euros del Factor de Insularidad para el nuevo Centro Bit de Ibiza, de 2.000 metros cuadrados, que se suma al espacio que se está construyendo actualmente, fruto del convenio entre el gobierno balear y el Consell de Ibiza que se firmó a finales de 2023. También se invertirán 2,1 millones de euros en mejoras en el Parc Bit de Palma y el Centre Bit de Menorca.

Y, por último, IBDigital contará con un presupuesto de 14,5 millones de euros, lo que supone un incremento de 2,5 millones. En este caso, como proyectos más destacados se pueden mencionar el proyecto de sensorización de las playas de las Islas Baleares, y se iniciarán proyectos piloto de sensorización, por ejemplo del caudal de los pozos de abastecimiento de Ibiza, de la Sierra de Tramuntana, o de la salinización de la red de saneamiento de Formentera.

El factor de insularidad, que también servirá para financiar estos proyectos, es un elemento clave en la política digital de las islas.

Tanto es así que en la reunión mantenida hace unas semanas por la presidenta, Marga Prohens, con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se puso sobre la mesa la reivindicación de que el nuevo régimen fiscal con el que se va a compensar a la región por su condición insular incluya deducciones a la innovación.

Así, volvió a explicar la necesidad de que se mejore el régimen de deducciones en la nueva fiscalidad balear. "Esta medida iría en la línea de dotar de mecanismos para facilitar la retención y captación de inversión y de talento investigador, considerando las singularidades insulares", señaló el vicepresidente.