Las cenizas del volcán de La Palma, motor de innovación dos años y medio después

La historia del Instituto de Educación Secundaria (IES) Politécnico Las Palmas, ubicado en Gran Canaria, se remonta a la primera mitad del siglo XX, concretamente al año 1924, cuando nació como sede de la Escuela Industrial.

Justo un siglo después, este centro formativo celebra la importancia creciente que ha tenido en su core la innovación dando a conocer un proyecto tan sentimental como ilusionante: la reutilización de las cenizas del volcán de La Palma para la fabricación de hormigones para la construcción.

Hace dos años y medio, esta isla del archipiélago canario sufrió una de las tragedias medioambientales más impactantes de los últimos tiempos en España. La erupción de Cumbre Vieja paralizó el día a día de este enclave, tan paradisiaco como potente en el plano científico y tecnológico.

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El volcán paralizó, por ejemplo, actividad científica en el Gran Telescopio Canarias, si bien se aprovechó este periodo para preparar esta instalación para el futuro.

En términos globales, desde el gobierno canario quisieron dejar constancia de que la erupción iba a dar la oportunidad "de diversificarnos a través del conocimiento y transformar La Palma hacia un tejido más resiliente a través de la I+D+I".

La innovación en economía azul y la ya mencionada apuesta científica están a la cabeza de esa nueva vida basada en la innovación. Pero el IES Politécnico Las Palmas ha demostrado que la disrupción puede beneficiar también a otros sectores.

Además, lo ha hecho de forma directa, es decir, levantándose de las cenizas con las propias cenizas. O lo que es lo mismo, innovando a partir de los restos de aquel volcán.

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Proresvolcán es un proyecto de innovación financiado por la consejería de Educación, Formación Profesional, Actividad Física y Deportes concedido al IES Politécnico Las Palmas en colaboración con el IES Tegueste, la ULPGC, Controles Externos de la Calidad Canarias, SL, y Hormigones Islas Canarias, SL.

"Con este proyecto se busca transformar residuos volcánicos en materiales para la fabricación de morteros y hormigones en sustitución de parte del contenido de cemento", explican desde el centro.

Se utilizará el residuo volcánico como componente principal y se verificarán las propiedades del material obtenido. Y añaden: "Se fomentará la reducción de la dependencia de recursos no renovables en la producción de materiales de construcción y la reducción en las emisiones de CO2 asociadas a la fabricación del cemento".

Los objetivos generales de Proresvolcán comprenden desde la formulación y ensayo de los materiales de construcción sostenible a partir de ceniza volcánica hasta la creación de material didáctico.

De forma más específica, se pretende formular la composición del mortero y del hormigón, realizar ensayos de control de calidad del mortero y del hormigón y aplicar el producto final en obra para hacer un seguimiento de su integridad en el tiempo.

Realizar eventos y acciones de divulgación general para entidades u organismos vinculados con el sector de la construcción y la sociedad en general y crear videos de los ensayos realizados para su visualización en gafas de RV y otros materiales didácticos como apoyo a la enseñanza en los Ciclos Formativos implicados son otros de los objetivos.

El ahorro

El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, ha visitado recientemente este proyecto. Pudo comprobar de primera mano cómo el alumnado y profesorado de los ciclos formativos de Química y Construcción del IES Politécnico de Las Palmas investigan cómo reutilizar la ceniza volcánica retirada y convertirla en un material que se pueda usar en la construcción, reduciendo el consumo de recursos no renovables, las emisiones contaminantes a la atmósfera y el coste de manufactura de dichos materiales.

Fernando Clavijo resaltó que esta es una iniciativa interesante tras una desgracia como la erupción volcánica de La Palma y viene en un momento perfecto porque es cuando más se necesitan áridos y materias primas para llevar a cabo la reconstrucción de la isla.

"Esta experiencia se va a poder exportar a otros lugares del mundo donde tienen lugar erupciones volcánicas, es un proyecto redondo y un ejemplo de colaboración público-privada", agrega.

La coordinadora de Proresvolcán, Elena de la Fuente, subrayó, por su parte, que entre las ventajas que presenta el proyecto es que "se disminuye la contaminación producida por la fabricación del hormigón" y "el 20% del cemento va a ser sustituido por ceniza", reduciendo de esta manera la cantidad de ceniza del volcán que se considera un residuo.

Recientemente, el alumnado y sus profesores del ciclo formativo de grado superior de Análisis y Control de Calidad se trasladaron a La Palma, donde recogieron ochenta kilos de ceniza procedente del volcán, para ser tratados en las diferentes fases del proyecto en el centro educativo de la capital grancanaria.

En esa ocasión tuvieron la oportunidad de presentar su iniciativa, denominada 'Tratamiento y reutilización de residuos volcánicos para la fabricación de morteros y hormigones', al Cabildo de la isla y al Ayuntamiento de El Paso.

Apuesta en clave femenina

El proyecto no sólo representa un ejemplo de colaboración entre entidades educativas y empresariales, sino que se traduce en un compromiso con la innovación y el avance tecnológico.

A través de este proyecto, se busca abordar los desafíos inmediatos derivados de la reciente erupción volcánica y contribuir también a un desarrollo económico e industrial sostenible para La Palma y el resto del archipiélago.

Cabe mencionar también que el proyecto, según sus impulsores, fomenta también el acceso de las mujeres a nuevos perfiles profesionales relacionados directa o indirectamente con la ciencia, la investigación y la innovación, así como con la construcción.

En ese sentido, en los ciclos formativos de la familia profesional de Química predominan las mujeres, mientras que, en el área de la construcción, lo hacen los hombres. Iniciativas como 'Tratamiento y reutilización de residuos volcánicos para la fabricación de morteros y hormigones' buscan acercarlos a sectores en los que están poco representados, contribuyendo así a cerrar la brecha de género en distintos campos.