Cada vez escuchamos hablar más del hidrógeno como el combustible del futuro, una alternativa ecológica que acabaría con el carbón e impulsaría una economía verde. Lo llamamos 'verde' cuando en el proceso de su producción no contamina porque emplea energía renovable.
El proceso químico que permite obtener el hidrógeno es lo que se conoce como electrolisis. Este método utiliza la corriente eléctrica para separar el hidrógeno del oxígeno que hay en el agua, por lo que, si esa electricidad se obtiene de fuentes renovables, produciremos energía sin emitir dióxido de carbono a la atmósfera.
Por primera vez en España se ha desarrollado un proyecto con el que conseguir hidrógeno verde empleando energía fotovoltaica desde alta mar. Este proyecto pionero se conoce como Bahía H2 Offshore y está impulsado por el Clúster de energías marinas de Cantabria, Sea of Innovation Cantabria Cluster (SICC). El combustible verde obtenido se destinará a buques y equipamientos de líneas y operadoras del Puerto de Santander.
Bahía H2 Offshore está incluido en la propuesta "Cantabria re-Activa" y se desarrollará en un espacio de dominio público de la Autoridad Portuaria de Santander. El proyecto se centrará en el diseño, construcción, instalación y seguimiento de una plataforma flotante a escala, un prototipo de producción offshore de hidrógeno y amoniaco verde alimentado por plataformas solares flotantes.
Aunque en esta primera fase las soluciones tecnológicas serán testadas en una zona portuaria, su aplicación final se realizará en condiciones alejadas de la costa. De esta manera, podrá abrirse un abanico de oportunidades de negocio en mercados como el transporte marítimo.
Según el Cluster cántabro, "los nuevos combustibles verdes, como el hidrógeno y el amoniaco, van a ser uno de los pilares para la descarbonización del sector marítimo. Son los combustibles alternativos más interesantes, tanto en términos de emisiones de gases nocivos como de contaminación acústica".
La propuesta que lidera el SICC ha sido subvencionada por Sodercan y cuenta con la participación de IHCantabria, Ariema Energía y Medioambiente, I-Deals (Grupo Everis), Centro Nacional del Hidrógeno CNH2, Universidad de Cantabria y la Autoridad Portuaria de Santander (APS). Cuenta, además, con el apoyo de Repsol Technology Lab. El presupuesto previsto del proyecto es de 4,5 millones de euros, a ejecutar hasta diciembre de 2023.