Ya tiene mérito que una ciudad de menos de 150.000 habitantes haya considerado la posibilidad de crear un barrio entero dedicado a la tecnología, la ciencia y el emprendimiento. Lo que sucede es que, como suele decirse, las cosas de palacio van despacio.
DISRUPTORES ya informó hace unos meses de que el Ayuntamiento de Salamanca había procedido a comprar una parcela de 6.000 metros cuadrados que completaba una pastilla de 145.000 que, tras varias modificaciones urbanísticas, va a pasar a convertirse en el Distrito Tecnológico de la ciudad salmantina.
El problema es ese. Decir modificación urbanística es sinónimo de trámites burocráticos y estos, de lentitud. Ahí está aún el consistorio, casi un año después, inmerso en ese proceso que debería culminar, quién sabe cuándo, en el inicio de las obras de urbanización, es decir, de construcción de calles, conducciones eléctricas e hídricas…
"Esperemos que en el año 2026 pueda empezar la urbanización y en 2027 los ciudadanos ya puedan ver los primeros edificios en funcionamiento", explica el concejal de Promoción Económica, Comercio, Mercados y Juventud del Ayuntamiento de Salamanca, Pedro José Martínez Córdoba.
Este distrito tecnológico no sólo va a contar con un centro tecnológico, un centro de emprendimiento o una bioincubadora, sino que también va a incluir viviendas y zonas verdes. Una miniciudad tecnológica dentro de la ciudad.
El distrito tecnológico, con todo, no es un proyecto cualquiera. Será la guinda de la estrategia Salamanca Tech. El hecho de que precisamente el proyecto estrella de esta hoja de ruta sea lo que más tarde en materializarse, aunque pueda parecer lógico, también es un tanto desconcertante, puesto que también podría parecer lógico que la ciudad, mientras tanto, está parada a la espera de acontecimientos.
Pero nada más lejos de la realidad. La estrategia Salamanca Tech se está desarrollando mientras acaba de materializarse la joya de la corona.
La estrategia se puso en marcha en la primavera de 2023 y tras más de un año y medio de gestión, se han conseguido avances significativos, trabajando en los seis verticales en los que se ha dividido el plan: salud, ciencia, tecnología, emprendimiento, logística y sostenibilidad.
"En Salamanca hemos vivido mucho de ser ciudad patrimonio de la humanidad y, por tanto, del sector turístico. La pandemia nos demostró que teníamos que diversificar la economía", reflexiona Martínez Córdoba. Además -añade- "estamos hablando de que contamos con la suerte de tener dos universidades -la USAL y la Pontificia- de la cual sale muchísimo talento que debíamos aprovechar". De ahí esos verticales y de ahí esa apuesta por la tecnología.
En el ámbito de la salud se ha creado Abioinnova, la aceleradora de empresas biosanitarias y de ingeniería biomédica que ofrece un espacio de vanguardia para la formación, mentorización y desarrollo de empresas en el ámbito biotech.
En el plano científico, el Espacio de Innovación Tecnológica Tormes+ desarrolla tecnologías inmersivas: robótica, realidad virtual, impresión 3D o gemelos digitales aplicados a la medicina o logística.
A partir del equipamiento con tecnología de última generación, "encontramos robots industriales de tipo colaborativo a disposición de profesionales e investigadores para la experimentación, el análisis de materiales o el desarrollo de nuevos productos".
Este espacio permite la transferencia del conocimiento hacia las empresas, estableciendo sinergias entre universidades, centros tecnológicos y de investigación.
Al servicio de las empresas
El Centro de Internet de las Cosas e Inteligencia Artificial, sede de AIR Institute, por su parte tiene como misión en el vertical de tecnología promover y desarrollar la investigación científica en el campo de la informática y la inteligencia artificial.
Este espacio se encuentra al servicio de las empresas salmantinas, con el objetivo de impulsar su competitividad e internacionalización a través de la mejora de los sistemas informáticos e inteligentes. Además, fomenta la incorporación de nuevos profesionales procedentes de las universidades al sector empresarial.
Por lo que se refiere al emprendimiento, el centro de formación Tormes+ está orientado a impulsar el espíritu emprendedor, potenciar la creación de nuevas oportunidades de empleo y apoyar la actividad económica de la ciudad. Se erige como un lugar de encuentro, asesoramiento y formación, donde pymes, profesionales y emprendedores pueden compartir ideas, conocimientos y experiencias.
La Plataforma Intermodal Ferroviaria de Salamanca cuenta con capacidad para albergar trenes de 750 metros de longitud, gestionar mercancías en contenedores y el trasiego y almacenamiento de cereales y fertilizantes. La innovación y la tecnología están muy presentes en esta plataforma.
Por último, el vertical de sostenibilidad se desarrolla a través de una estrategia de infraestructuras verdes que combina dos de las principales señas de identidad de la ciudad: cultura y naturaleza.
En definitiva una combinación de recursos que se completan con otra de las grandes citas anuales para Salamanca, el Salamanca Tech Summit, que sirve precisamente para unir todos estos verticales y analizar el estado del arte de la innovación y la tecnología en la ciudad.
"Se trata de fortalecer y unificar un ecosistema en el que también nos apoya tanto la Junta de Castilla y León como la Diputación de Salamanca y, por supuesto, las universidades", explica el concejal.
"Es un proyecto de ciudad que debemos cuidar y que tiene como objetivo principal retener la ingente cantidad de talento que sale de la universidad. Por eso tenemos que intentar ser lo más ágiles posible desde la administración para materializar todo lo antes posible", indica Martínez Córdoba.
Ese "todo" se refiere al gran sueño del distrito tecnológico. "Ahora todas las infraestructuras que estamos desplegando en Salamanca Tech cumplen su función pero están dispersas. El distrito tecnológico servirá para unificar nuestra propuesta de valor", concluye.
Eso sí, habrá que esperar y seguir "peleando" en el día a día con las iniciativas que están en marcha con el foco puesto en el objetivo primordial de Salamanca Tech: impulsar el desarrollo tecnológico de la ciudad y convertirla en un referente de la innovación.