El gemelo digital se está convirtiendo cada vez más en una herramienta básica para cualquier proceso de gestión, ya sea industrial o de cualquier tipo de recurso. Pero también está ganando adeptos desde el punto de vista académico.
En D+I hemos venido contando proyectos encaminados a desarrollar copias digitales de una ciudad para gestionar sus servicios públicos o de una fábrica para hacer más eficientes sus procesos de producción.
Incluso algunos expertos han alabado esta tecnología como instrumento de aprendizaje en la universidad. Y es ahí donde entidades públicas como la Universitat Rovira i Virgili (Tarragona) está liderando un cambio en el mundo de la investigación y la enseñanza a través de la digitalización del patrimonio cultural en el campo de las Humanidades.
Esta tecnología, explican desde la universidad catalana, está transformando varios campos de estudio, como la Historia, la Historia del Arte y la Arqueología.
Por ello, los grados de la URV ya ofrecen el desarrollo de estas habilidades para abrir nuevas oportunidades profesionales a los estudiantes, que ya están trabajando con esta digitalización 3D mediante diversas metodologías.
De acuerdo con los profesores del Departamento de Historia y Historia del Arte de la URV, Ignacio Fiz y Vanina Hofman, la fotogrametría es una de las técnicas utilizadas, que permite la creación de modelos 3D a partir de fotografías.
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Además de la fotogrametría, la URV ha ido adquiriendo otras tecnologías, como los escáneres láser de pequeño formato o gafas de visionado virtual, y también colabora con el proyecto Giravolt, una iniciativa de la Generalitat de Cataluña.
Esta iniciativa tiene como objetivo digitalizar el patrimonio cultural catalán y cuenta con tecnología de escáner láser de alta gama a disposición de instituciones como el Museo Nacional de Arqueología de Tarragona (MNAT), con quien la URV colabora a menudo. Esta colaboración ha permitido llevar a cabo proyectos como la digitalización 3D de la Necrópolis paleocristiana.
Según Ignacio Fiz, la enseñanza en humanidades se beneficia de la incorporación de estas tecnologías, ya que "prepara a los estudiantes hacia un mercado de trabajo donde convivirán con la digitalización".
En este ámbito, destacan dos perfiles de trabajador: por un lado, los graduados que acceden a proyectos que ya utilizan estas metodologías y necesitan conocimientos técnicos para entenderse con los otros profesionales y, por otro, perfiles que buscan formación específica como técnicos.
Es por eso que desde el curso 2019-20 los grados en Historia, Historia del Arte y Arqueología de la URV ya incorporan las humanidades digitales como metodología de investigación para preparar a los estudiantes para salidas profesionales en equipos interdisciplinarios.
A través de este aprendizaje experiencial "se busca que los estudiantes puedan establecer diálogos y colaboraciones con otros perfiles profesionales", ya que consideran que "es crucial que los estudiantes estén preparados para entenderse y trabajar conjuntamente con perfiles mucho más técnicos" y puedan también especializarse en ellos si lo desean, apunta Fiz.
Un ejemplo lo protagoniza la graduada Maria Mercè Grau, quien en el marco del trabajo de fin de grado replicó 15 piezas en colaboración con el Museo Nacional Arqueológico de Tarragona (MNAT).
Algunos ejemplos
Además de sistematizar y desarrollar el proceso, en su investigación analiza qué aplicaciones se les puede dar para su conservación, restauración y difusión, ya sea creando modelos para videojuegos, impresión 3D, documentación arquitectónica, etc.
Por otro lado, también destacan proyectos como el de la investigadora Eva Subias, del Departamento de Historia y Historia del Arte de la URV, quien ha estado trabajando con tecnologías digitales en el yacimiento de Puig Rom en Roses (Girona), utilizando drones para la fotogrametría.
Estas herramientas permiten documentar cada campaña de trabajo y generar modelos digitales que tienen varias utilidades, como estudio, difusión y preservación del patrimonio.
La profesora e investigadora del Departamento de Historia y Historia del Arte, Vanina Hofman, también pone de manifiesto cómo la cooperación entre diferentes entidades y perfiles, además de compartir tecnología y conocimiento, ayuda a enriquecer el debate y el análisis.
Por eso insiste en que es necesario seguir promoviendo sinergias entre entidades que favorecen este intercambio de conocimientos y experiencias en torno a la digitalización del patrimonio cultural.
En esta línea, el pasado mes de abril organizaron una actividad conjunta con el MNAT y Giravolt, y con la participación del CRAI de la URV, para sensibilizar y dar a conocer estas técnicas de digitalización del patrimonio cultural a nuevos públicos. La URV también trabaja en colaboración con el Instituto Catalán de Arqueología Clásica (ICAC).
Hofman asegura que todas estas actividades están acercando la tecnología a nuevos usos que hasta ahora pasaban desapercibidos en el campo de las Humanidades y que, "además de ampliar las posibilidades en el estudio y preservación de las obras, favorecen la construcción de nuevas narrativas que ayuden a explicar el patrimonio".
La investigadora insiste en que todos estos temas están generando nuevas discusiones en el campo de las Humanidades y piden una visión más crítica de la tecnología.
Señala que, aparte de las preguntas sobre el almacenamiento, la catalogación y la accesibilidad de la información generada, el uso de estas tecnologías plantea nuevos debates sobre la cultura digital y los límites entre el mundo físico y el mundo virtual: "Es necesario explorar la relación entre la obra original y su recreación digital, la identidad de toda la documentación que se genera durante el proceso de creación de un nuevo objeto digital o la propiedad y la gestión de los derechos que se derivan de cada obra", afirma.