El hipervisor XtratuM, una especie de sistema operativo para satélites desarrollado por la empresa valenciana FentiSS, derivada de la Universidad Politécnica de Valencia, se ha incorporado a seis satélites de nueva generación que ya están en órbita.
Este desarrollo permite, como novedad, que todas las aplicaciones se ejecuten desde un único computador sin interferir entre ellas, a diferencia de lo que ocurría hasta ahora, ya que cada aplicación funcionaba con un computador diferente a bordo, según resalta a EFE el primer ejecutivo de Fentis, Paco Gómez.
Estos seis satélites puestos en órbita con el desarrollo valenciano integran una constelación de satélites que llegará a tener 650 y que permitirá proveer de internet todas las zonas del planeta, incluso las zonas actualmente no conectadas y, según Gómez, XtratuM es una "tecnología habilitante que ha permitido que esos satélites se construyan".
Gracias al hipervisor, las aplicaciones de un satélite como el control de posición y órbita, el control de la misión, el subsistema de telemetría o el telecomando que comunica con el centro de control en Tierra, entre otros, se ejecutarán sobre el mismo computador, sin necesitar computadores separados para cada aplicación.
XtratuM, que además garantiza que, aun ejecutando en el mismo computador, los subsistemas no se interfieran entre ellos, es resultado de intensos años de investigación del Instituto de automática e informática industrial (Instituto ai2) de la UPV, materializados en la empresa FentiSS.
Investigación y desarrollo
Desde 2010, y con el apoyo tanto de la UPV como de empresas punteras del sector aeroespacial como son el grupo de Airbus en Toulouse o la Agencia Francesa del Espacio (CNES), la empresa ha perfeccionado el hipervisor para adaptarlo a los exigentes requisitos de las misiones espaciales.
Gómez explica que hasta ahora "se lanzaban satélites que eran tan grandes como un autobús, que podían pesar 5000 kilos o más y el control de calidad era muy estricto porque si fallaba el único satélite que lanzabas, la misión se perdía completamente".
"Lo que está ocurriendo es que nos hemos percatado de que muchas misiones que antes se realizaban con un solo satélite, se pueden realizar incluso mejor con un grupo (constelación) de satélites más pequeños (100-200 kilos) que cooperen entre ellos. Es lo que se llama el Nuevo Espacio", añade.
Según indica, "estos minisatélites se pueden fabricar en serie, con el consiguiente abaratamiento de costes" y además, "el control de calidad cambia radicalmente: si lanzamos 600 satélites (como es el caso de Airbus OneWeb Satellites) ya no es tan desastroso que fallen unos pocos, la misión puede seguir adelante".
Airbus OneWeb Satellites (AOS), la empresa que fabrica los satélites lanzados recientemente al espacio y que incorporan la tecnología desarrollada en la UPV, tiene como objetivo proveer acceso a internet a nivel mundial, incluyendo aquellas partes de la Tierra en las que no existe una red de comunicaciones.
"Es como construir una red 5G en el espacio", explica Gómez, que detalla que los satélites permitirán, por ejemplo, que una escuela o un hospital en Uganda pueda comunicarse a través de Internet con escuelas u hospitales de otros lugares del mundo" y también dará servicio de altas prestaciones a barcos y aviones.
"De hecho, hay seis escuelas de diversas partes inaccesibles del mundo que están participando en las pruebas con los primeros seis satélites que se han lanzado", comenta.
Se estima que estos satélites AOS que orbitan la Tierra tienen una vida útil de cinco años y están "preparados para salirse de su órbita y caer desintegrándose al entrar en la atmósfera", lo que hará que " no generen basura especial, algo muy importante para que el mercado espacial sea sostenible".
Además de la misión de AOS, el hipervisor XtratuM ha sido seleccionado para otras ocho misiones espaciales, entre ellas, el proyecto italiano PLATINO, un satélite genérico de 200 kilos que se podrá particularizar para misiones de observación de la Tierra y de telecomunicaciones y cuya primera misión se prevé para 2020.
En el año 2022 el XtratuM irá a bordo de la misión JUICE, que llegará a Júpiter en el año 2029 y, según Gómez, recientemente también han sido seleccionados para la misión MMX de exploración de las lunas de Marte.
"Esta misión es muy singular porque XtratuM tendrá 'billete de ida y vuelta', ya que la misión partirá hacia Marte en 2024, descenderá en la luna de Marte Phobos, tomará muestras y regresará a la Tierra en 2029", explica Gómez.
La Comisión Europea, la ESA y, a nivel autonómico, IVACE, también han jugado un papel importante en el apoyo al desarrollo de esta tecnología.