El abastecimiento de equipos de protección individual (los llamados EPIs) para el personal sanitario que está luchando en primera línea contra la propagación del COVID-19 está siendo uno de los principales obstáculos. En España existen fábricas que podrían producirlos, pero el “cuello de botella” está en que no tenemos los materiales para poder desarrollarlos. Y en este punto quieren entrar la startup valenciana Bioinicia, que ya está desarrollando rollos de nanotejidos para poder crear los filtros que necesitan las mascarillas de nivel FFP2 y FFP3.
El problema es que este tipo de filtros de mascarillas son muy difíciles de conseguir, porque hay una serie de materiales que tienen esa capacidad, pero, en la actualidad, algunos de ellos no están disponibles comercialmente por el exceso de demanda y las limitaciones geopolíticas de movilidad.
Pero, ¿qué significan el nivel FFP2 y FFP3? ¿no sirven todas las mascarillas? Entre los EPIs que está utilizando el personal sanitario abunda la llamada mascarilla quirúrgica que, realmente, no tiene la capacidad de protección para evitar la penetración de este virus.Este tipo de mascarillas, en realidad, protege de las bacterias y evita contaminar al paciente en un quirófano, por ejemplo, de bacterias, pero “estos virus son muchísimo más pequeños, mientras una bacteria tiene un tamaño de entre 2-3 micras, el coronavirus es de entre 200-300 nanómetros”, explica a INNOVADORES José María Lagaron, CEO de Bioinicia y jefe del grupo de investigación de Nuevos Materiales y Nanotecnología del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos del CSIC (IATA-CSIC).
Para protegerse de forma eficiente de este tipo de virus, hay dos tipos de mascarillas: las denominadas
Este mismo lunes ya han empezado a producir las preseries de estos rollos de nanotextil, el material con el que se fabrican los filtros de las mascarillas protectoras contra el COVID-19. Este nanotejido se enviará a los fabricantes de estos equipos para que desarrollen el producto final, que deberá ser certificado en su totalidad.
Lagaron apunta que el equipo comercial de Bioinicia ya está en contacto con empresas capaces de fabricar estas mascarillas. “Nosotros ofrecemos los rollos de este nanotextil y los suministramos a estas empresas para que confeccionen las mascarillas finales con nuestros filtros”, puntualiza.
La capacidad actual de la sala blanca de Bioinicia es de 10 toneladas de nanofibras al año (unos 30.000 metros cuadrados a la semana), por lo que “podríamos ser capaces de servir a todo el territorio nacional”, porque al aplicar a estas nanofibras el resto de materiales para fabricar los filtros se podrían lograr más de siete millones cada semana.
El objetivo es poder incrementar por 2,5 la línea de fabricación, por lo que han solicitado un crédito de urgencia, contemplado en las medidas extraordinarias de este Estado de Alarma en España, para incrementar la capacidad productiva, que podría estar disponible en los próximos seis meses.
Reacción y previsión
“Que sepamos en España no hay ningún fabricante que haga este tipo de materiales, pero en Bioinicia tenemos la única planta del mundo con certificación GMP e ISO 13485 que le permite fabricar productos con seguridad farmacéutica y médica, que estábamos utilizando para otra serie de aplicaciones”, como para microencapsular medicamentos y así reducir la cantidad de tomas necesarias de medicamentos.
El Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) detectó las capacidades “únicas” de Bioinicia y contactó con esta empresa, que decidió paralizar su actividad habitual para desarrollar este tipo de filtros, junto con el grupo de investigación del IATA-CSIC que también dirige Lagaron.
“Nos hicimos con algunos de los sustratos que aún circulaban por el mercado, los recubrimos con estas nanofibras y así hemos comprobado que tenemos la capacidad de fabricar materiales con este tipo de certificación de protección” necesaria para luchar contra el COVID-19. “En un esfuerzo inversor, hemos adquirido los materiales que se necesitan para desarrollar este tejido final en Turquía y otros países”.
Bioinicia ya cuenta con la certificación de su capacidad de filtrar el virus en un nivel FFP2 y FFP3, por parte del organismo nacional AITEX, aunque aún falta testar el resto de capacidades, por ejemplo, la resistencia al fuego, entre otras