No ha pasado tanto tiempo desde que la Sociedad de Proyectos Temáticos, dependiente de la Generalitat Valenciana, asumía retos como el de construir un parque temático con pistas de esquí artificiales junto al mar (Mundo Ilusión), una Ciudad de las Lenguas o un museo de la FIFA.
Ese era el horizonte de progreso económico que pululaba por las mentes pensantes de la región hace poco más de una década. Evidentemente, todos aquellos planes se fueron al traste y esta sociedad pública no se quedó vacía de contenido, pero sí de retos de cierta magnitud.
Hasta que hace un par de años, el ejecutivo valenciano decidió dar un giro a esta entidad y cambiarle el nombre: Sociedad de Proyectos de Transformación Digital (SPTD). No hace falta explicar cuál iba a ser su nueva motivación.
El nuevo equipo de gobierno autonómico que ha relevado al que decidió ese cambio afronta ahora un reto mayúsculo: hacer de la digitalización en motor de todo el tejido productivo.
D+I conversa con Fermín Crespo, el director de esta renovada sociedad. Su opinión sobre este cambio en la nomenclatura no deja lugar a dudas: "La transformación digital implica un cambio cultural, supone un profundo impacto económico y genera nuevos nichos de creación de empleo. Los cambios han sido tan vertiginosos que, para evitar la creación de brechas digitales, tanto económicas como sociales, era imprescindible activar todos los resortes de la administración para limitar el impacto negativo de los cambios y contribuir a que la Comunidad Valenciana".
La activación de resortes parte, además, desde un punto de vista crítico con el contexto. "El último informe realizado por la Fundación COTEC y el Ivie titulado ‘La economía digital en España. Avances y retos por regiones y sectores’ confirma que la digitalización ha avanzado rápidamente, aunque en nuestro territorio de forma más reducida. El avance de la digitalización en Comunidad Valenciana ha sido de 4,7 puntos porcentuales entre 2011 y 2021, frente a 5,4 puntos porcentuales en España. Además, el valor añadido bruto digital en la Comunidad Valenciana en el año 2021 representaba el 12,2% del VAB total, 2,8 puntos inferior al promedio español", concede.
En este sentido, la lectura de la situación le sale sola: "Estos indicadores dejan constancia de que hemos avanzado, pero no al ritmo necesario para estar entre los territorios punteros que lideran la transformación digital del país".
La reacción debe ser inminente y como tal lo interpreta Crespo, ya que "vamos a poner en marcha todas las acciones y políticas necesarias para recuperar esta diferencia; es necesario considerar el sistema innovador y avanzar hacia la incorporación permanente de la innovación y la digitalización al tejido productivo".
Para ello, "vamos a potenciar la inversión en infraestructura digital, a incentivar el acceso universal a la tecnología, a convertir los servicios públicos en facilitadores para las empresas y ciudadanos, reforzaremos la presencia de la tecnología y la digitalización en la educación y en la formación".
Más aún: "En los próximos ejercicios se desarrollarán nuevos y más definidos programas de apoyo y financiación, reforzaremos la colaboración público-privada y generaremos escenarios que faciliten la investigación y la innovación, pero sobre todo la transferencia de los resultados a los sectores económicos. De esta forma contribuiremos a mejorar la competitividad de las empresas y en el fomento del crecimiento económico a través de la adopción de tecnologías diferenciadoras".
Es una extensa declaración de intenciones que podría marcar el despegue definitivo de la región.
"Vamos a potenciar la inversión en infraestructura digital, a incentivar el acceso universal a la tecnología y a convertir los servicios públicos en facilitadores para las empresas y ciudadanos".
Una de las primeras decisiones que se ha tomado es la de prescindir de la Agencia Valenciana de la Innovación. ¿Los motivos? Evitar duplicidades, mejorar la eficiencia en la gestión de la transformación digital.
"La innovación es una actividad transversal a todas las áreas de la actividad económica y, por tanto, es necesario que en el futuro esté presente de forma lo más concentrada y coordinada posible en todos los ámbitos de actuación", reconoce Crespo.
Se trata de una decisión estratégica comparable a lo que supone mantener bajo el paraguas de la SPTD el Distrito Digital, "un proyecto de atracción e impulso empresarial que tiene la finalidad de generar riqueza y empleo en el ámbito de las tecnologías, fomentando así el necesario desarrollo de la economía digital de la Comunidad Valenciana".
Según explica Crespo, "con su impulso a la innovación y a la generalización del uso de herramientas digitales, este proyecto ha definido un ecosistema digital ideal para el desarrollo de iniciativas novedosas de calidad; es proveedor y gestor de espacios y servicios especializados para las empresas tecnológicas, y constituyen en sí un ecosistema único y diverso".
El apoyo de la SPTD a los clústeres emergentes en la región (baterías, chips, automoción, inteligencia artificial…) se da por descontado, pero uno de los sectores que podrían convertirse en referente -o eso es lo que desea la Generalitat- es el audiovisual.
En este sentido, esta estrategia, ligada a la reapertura de los estudios cinematográficos de la Ciudad de la Luz de Alicante -cerrados durante años-, parece querer incidir en la importancia de la atracción de talento.
Talento y transferencia tecnológica
"Es necesario disponer de unos cuadros de especialistas en diversas materias que den servicio a las producciones que vendrán a la Comunidad Valenciana a rodar. Para ello acabamos de poner en marcha una Escuela de Formación en Oficios del Cine, que ha arrancado con el apoyo de la Escuela de Cine y Audiovisuales de Cataluña (ESCAC). Juntos hemos puesto en marcha cursos que generarán buenos profesionales para la industria y que darán respuesta a la alta demanda del sector de perfiles técnicos. Los cursos tienen una perspectiva totalmente práctica y técnica", reflexiona el director de la SPTD.
Otra iniciativa en este sentido será la de abrir líneas de "colaboración con centros de FP en las áreas vinculadas a la industria audiovisual, las organizaciones empresariales y los gremios que ya cuentan con profesionales que solo precisarían una formación de especialización, así como con las asociaciones profesionales como la de periodistas, y con las universidades y todos los agentes de organizaciones con cualificación no reglada".
El talento, en opinión de Crespo, es ese reto innegable que tiene cualquier administración pública que se precie. Sobre los retos de entidades como la que dirige, admite que "es prioritario generar actuaciones para evitar la brecha digital, tanto en el ámbito económico, como en el social y educativo. Para ello, la cualificación es un factor fundamental que permite que la transformación digital sea una realidad".
Cita un estudio de Eurostat en el que se advierte que "la UE registró el pasado año un total de 80 millones de trabajadores altamente cualificados -tales como directivos, profesionales y técnicos-, equivalente al 44,2% del volumen total de ocupados entre 25 y 64 años. La Comunidad Valenciana está a más de nueve puntos porcentuales de conseguir este dato". En resumen: otro reto que hay que asumir.
Para Crespo, "otra cuestión vital es la transferencia tecnológica de la investigación y la innovación de las universidades, los institutos tecnológicos y los centros de referencia a las empresas, fundamentalmente a las pymes". Más trabajo.
En resumen, "somos conscientes de que este es un proceso que no se detiene y que, en la etapa que ahora comienza, avanzará hacia proyectos centrados en el liderazgo y la transferencia tecnológica".