La transformación económica de Galicia es una transformación tecnológica por tierra, mar y aire.
Por aire porque un sinfín de iniciativas y una ingente inversión están consolidando a la región como un referente español y europeo en todo lo que tiene que ver con la industria de la aviación no tripulada.
Por mar porque, una vez consolidado ese sector aeroespacial, está explorando la posibilidad de abrirse camino en el mundo de la tecnología aplicada a los parques eólicos marinos. Por no hablar de la importancia que irá adquiriendo cada vez más el astillero 4.0 en el que la región gallega también quiere ser referente.
Y por tierra porque algunos hechos demuestran que el ecosistema disruptor público y privado quiere tener los pies en el suelo para garantizar que no se dan pasos en falso en un entorno muy competitivo y que requiere de un mimo especial a la hora de desarrollar iniciativas.
Un ejemplo de esta cautela la encontramos precisamente en ese potencial de la región dentro del mundo de las eólicas marinas. Una propuesta de Iberdrola, así lo constata.
El vicepresidente segundo y consejero de Economía, Empresa e Innovación, Francisco Conde, y la consejera del Mar, Rosa Quintana, han abanderado la constitución de un observatorio de la eólica marina.
Será un nuevo instrumento concebido como un punto de encuentro donde identificar oportunidades y analizar el impacto que supondría la instalación de parques eólicos marinos en las costas gallegas.
En este sentido, la Xunta defiende la unidad y el consenso y, por eso, cada paso que se dé en el desarrollo de este sector será sometido al acuerdo de todas las partes implicadas.
Tal y como defendió el vicepresidente económico, el objetivo es avanzar en este camino de la mano del sector industrial, el marítimo-pesquero y las entidades y organizaciones vinculadas.
Posibles beneficios, posibles impactos
La consejera del Mar añadió que el ejecutivo gallego apostará siempre por el diálogo, el consenso y la transparencia con todos los actores afectados para impulsar el desarrollo de la Economía Azul y de las actividades vinculadas con el mar.
No conviene olvidar que esa economía azul tiene una relación casi indisoluble con los avances tecnológicos aplicados al medio ambiente, por lo que desarrollar este sector también permitiría abrir un camino de transformación en ese sentido.
Por otra parte, el desarrollo de este sector podría tener un impacto sobre otros sectores económicos, como el de la pesca.
Por eso, al acto de creación del observatorio asistió una representación del tejido industrial de Galicia, a través de Asime, así como del sector pesquero gallego, a los que se les trasladó que el objetivo es garantizar el desarrollo de esta tecnología renovable desde el respeto, el equilibrio y la compatibilidad con las actividades pesqueras y la preservación de su ecosistema.
Tal y como explicó la consejera del Mar, la prioridad de la Xunta ante la puesta en marcha de cualquier actividad nueva en el mar es garantizar la sostenibilidad de las actividades ya existentes.
Para desarrollar su labor, el observatorio tomará como base estudios medioambientales y socioeconómicos y fomentará el diálogo con entidades nacionales, europeas e internacionales relacionadas con esta actividad.
Entre sus funciones estarán la promoción de foros técnicos de conocimiento, la creación de un espacio de información entra las administraciones públicas y los sectores y la elaboración de estudios sobre oportunidades, impacto y potencial industrial.
Este observatorio está formado por representantes de la Xunta (miembros de la Vicepresidencia segunda y de las Consellerias del Mar y de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda); de la industria -Asime- y del sector pesquero –tanto de las cofradías como del Consejo Gallego de Pesca–.
Conde incidió en que, aunque Galicia cuenta con experiencia y capacidad instalada y el marco nacional y europeo en este contexto de transición ecológica invitan a ahondar en el desarrollo del sector, es al Estado al que le corresponde tramitar y autorizar estas instalaciones.
Galicia, por su parte, según indican los representantes públicos, dice estar preparada para iniciar este camino, "siempre desde la unidad, aprovechando también el contexto de los fondos europeos y tratando de impulsar un hub de eólica offshore, tal y como recoge el Pacto de Estado por Ferrol".
El crecimiento de la aviación no tripulada, a debate
Casi al mismo tiempo que se desencadena el debate sobre un posible impulso a las eólicas marinas, se va a producir otro sobre el sector de la aviación no tripulada.
En este caso, ya nadie duda de su onda expansiva. Este debate tratará de elaborar una foto fija del sector y ver cómo puede seguir desarrollándose.
La directora de la Agencia Gallega de Innovación (Gain), Patricia Argerey, presentó recientemente la sexta edición de Unvex, la mayor feria de drones que se celebra en España.
La iniciativa se llevará a cabo del 7 a 9 de julio en la Cidade da Cultura con el objetivo de reunir a los profesionales del sector para abordar el crecimiento de la industria y analizar los principales desafíos para los próximos años, poniendo especial atención en el uso de los vehículos no tripulados en los servicios públicos que presta la administración.
A este respecto, Argerey destacó que Galicia ya tiene un amplio trabajo avanzado, con la incorporación de drones en la atención de urgencias sanitarias, protección de la flota pesquera, vigilancia y prevención de los fuegos, gestión del territorio o control de la calidad de las aguas, por ejemplo.
Un avance que camina en paralelo a la línea que sigue en estos momentos la industria, siendo cada vez más los sectores que los utilizan –en su vertiente aérea, terrestre y naval– para mejorar la eficiencia de servicios públicos como la inspección de infraestructuras; control de evolución en los cultivos agrícolas; trabajos audiovisuales y cartografía; o servicios de emergencias.
Unvex 2021 supone, tal y como señaló la directora de Gain, un gran escaparate para los avances que se van produciendo en la industria gallega, poniendo como ejemplo la iniciativa pionera en Europa del Polo Aeroespacial de Galicia, que ya tiene garantizada su continuidad con la Estrategia 2021-2025.
De hecho, ya están comprometidos por parte de la Xunta cerca de 70 millones de euros y que, de obtener fondos europeos, podría llegar a movilizar 540 millones de euros de inversión público-privada.
Con esta nueva hoja de ruta, Galicia se marca importantes objetivos como atraer entre cuatro y seis empresas tractoras, desarrollar 20 nuevas soluciones tecnológicas o la creación de 24 empresas.
Así, Argerey aseguró que la industria aeroespacial supone en la actualidad uno de los sectores estratégicos en la nueva era digital, por lo que puso en valor la colaboración entre administraciones y, sobre todo, la implicación de las empresas y centros de conocimiento.
En la actualidad, son 50 agentes los que toman parte en el Polo Aeroespacial, entre los que se encuentran tres socios tecnológicos de la Xunta que actúan como empresas tractoras como son Indra, Babcock y Boeing; el tejido empresarial gallego; y los centros tecnológicos y de investigación, así como las tres universidades gallegas.
Con la convicción de que el Polo permitirá a Galicia consolidar la industria basada en el I+D+i, el proyecto enmarca también el parque tecnológico e industrial del aeródromo de Rozas y la aceleradora de empresas especializada en el sector, la Business Factory Aero (BFAero), iniciativas que también contribuyen a generar nuevas oportunidades para captar y retener talento.
Los profesionales y empresas del sector que visiten Unvex, además de asistir a las conferencias programadas en la Cidade da Cultura de la mano de profesionales y empresas punteras, tendrán también la oportunidad de acudir a dos demostraciones de vehículos autónomos, marítimos y aéreos en el Polo Aeroespacial de Galicia situado en el aeródromo de Rozas (Castro de Rei) y en la Escuela Naval Militar de Marín.