La importancia de la sanidad ha quedado excepcionalmente retratada durante este año que hemos vivido. Y, especialmente, la atención de emergencias, el primer punto de contacto con muchas personas que necesitan atención médica. Un campo que pese a su relevancia tiene muchos puntos de mejora en la lista de asuntos pendientes.
De hecho, los servicios médicos de emergencia en Europa se caracterizan por un panorama heterogéneo con diversas configuraciones organizativas, estándares profesionales, mecanismos de coordinación y actores. Por no hablar de muy diferentes niveles de digitalización en cada región o país del Viejo Continente.
En esas surge el proyecto iProcureSecurity, que busca aunar ideas y esfuerzos en torno a la innovación aplicada en estas lides. Un total de diez hospitales, instituciones y empresas están trabajando para identificar los mejores sistemas y acelerar su llegada a nuestras vidas cotidianas.
Andrés Castillo Sanz, responsable de Innovación del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid, explica el proceso de trabajo seguido hasta ahora en el seno del consorcio iProcureSecurity: “Llevamos desde julio de 2019 preguntando a todos los actores implicados en Europa y Turquía hasta aglutinar más de 400 elementos entre retos, propuestas y nuevas tecnologías”.
Estos cuatro centenares de ideas fueron agrupados y refinados en cinco grandes áreas que necesitan una disrupción en este ámbito: una formación más adecuada a la realidad (ante pandemias o ataques terroristas, por ejemplo), impulsar los tratamientos antes de ir al hospital, mejorar la coordinación ante una emergencia (desde la asignación de ambulancias hasta la conexión entre los distintos servicios involucrados), incrementar el conocimiento de los ciudadanos en estas circunstancias y, finalmente, cambiar el sistema de triaje.
Andrés Castillo se marca la máxima de que “la ambulancia no es sólo un taxi, sino un lugar donde ya se trata al paciente. Queremos que las ambulancias sean digitales, que sean el centro de conexión de muchos elementos”. Por eso, uno de las metas más inmediatas es rediseñar la forma en que se identifica a las víctimas y su estado, mejorando la asignación de recursos de emergencias y reduciendo los tiempos hasta llegar al centro médico.
“La siguiente fase es mejorar el sistema de triaje, por ahora muy basado en el papel. Queremos conocer los datos clínicos de la persona, hacer más eficiente la conexión entre los servicios de emergencias. Conectar a la ambulancia o helicóptero con el hospital, evitando un doble triaje al llegar al hospital”, detalla Castillo. “Por eso hemos propuesto a la UE un nuevo sistema de triaje con todos los actores conectados. Y, de ahí, montaremos una compra pública precomercial que nos permita desarrollar innovaciones que de otro modo sería difícil incorporar”.
Esta iniciativa podría ser aprobada en enero por parte de la Unión Europea con el objetivo de ponerla en marcha entre abril y mayo. “Vamos a darle dinero a la industria para que diseñe el sistema. Estimamos año y medio o dos años para su desarrollo, con la idea de estar probándolo ya en 2023”, concreta el responsable del Hospital Universitario Niño Jesús de Madrid, quien busca coordinarse además con otros proyectos europeos para ajustar sus tiempos y aprovechar los estándares de interoperabilidad que se están desarrollando ahora mismo.
Pero no es la única tecnología de vanguardia que Andrés Castillo y el consorcio iProcureSecurity están analizando. “El objetivo último es que la víctima no quede expuesta ni un segundo, que no tardemos en localizar a alguien o en detectar que necesita asistencia. Para ello, podríamos incorporar drones y vehículos autónomos que lleven peso o medicinas, además de guiar mediante vídeo a las personas alrededor de la víctima para que presten asistencia mientras llega la ambulancia”.
Además, Castillo anticipa la llegada de elementos de realidad virtual para ayudar a la formación de los profesionales o la expansión de los ‘wearables’ para avisar a los sistemas de emergencia en caso de cualquier emergencia o poder monitorizar mejor a las víctimas. Y, como telón de fondo, la implementación de la inteligencia artificial en la toma de decisiones en situaciones tan críticas como estas.