Tradicionalmente, los entornos industriales han sido coto vetado para personas con diversidad funcional, al menos en lo que se refiere a tareas de planta. Pero quizá la tecnología pueda ayudar a hacer fábricas con procesos mecánicos más inclusivos.
En ello están trabajando, precisamente, desde un consorcio público-privado constituido en Navarra y que cuenta con el apoyo, entre otros, de Volkswagen.
Hablamos del proyeto AiRob, que tiene como objetivo crear un sistema robotizado con capacidad de trabajar de forma colaborativa con personas de diversa funcionalidad y de adaptarse a diferentes situaciones de trabajo decidiendo la mejor operación a realizar.
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El consejero de Desarrollo Económico y Empresarial del gobierno de Navarra, Mikel Irujo, y la directora general de Industria, Energía y Proyectos estratégicos S4, Uxue Itoiz, han visitado recientemente esta iniciativa.
Este desarrollo, que está basado en técnicas de inteligencia artificial, podrá ayudar a personas con discapacidad en el ensamblado y desensamblado de piezas realizado en entornos industriales.
El proyecto contó con un presupuesto inicial de 1.692.954,41 euros, de los que 953.064,80 euros corresponden a una ayuda concedida por el Departamento de Desarrollo Económico y Empresarial dentro de la convocatoria de 2019 de Proyectos estratégicos de I+D.
Para llevar a cabo AiRob se ha creado un consorcio en el que ha participado la fundación Aspace, la fundación ADItech -coordinadora del Sistema Navarro de I+D+i-, el centro tecnológico NAITEC y las empresas MMAEN, TID, NNBI, Volkswagen Navarra y Tedcas.
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Gracias a la colaboración entre estos agentes se ha podido desarrollar un proyecto común en el que se ha creado una solución que combina la inteligencia artificial y la robótica para resolver problemas en entornos industriales como es el ensamblaje, la detección y la clasificación de defectos en aplicaciones de pintura.
Uno de los objetivos principales del proyecto ha sido crear sistemas robotizados que sean capaces de adaptarse al entorno cambiante que se produce dentro de una fábrica con el objetivo de no poner en peligro a las personas trabajadoras que hay en ella.
Además, por primera vez y gracias a la participación de ASPACE en el proyecto, se ha desarrollado un trabajo de este tipo pensado específicamente en ayudar a los procesos que realizan personas con diversidad funcional.
Debido a la tecnología de inteligencia artificial y procesamiento de datos que integra el proyecto AiRob, se ha podido desarrollar una tecnología que permite la identificar y categorizar defectos producidos durante el proceso de pintado y ensamblado de ciertas piezas.
Para ello, AiRob escanea cada una de las piezas, identifica las posibles imperfecciones que tengan y es capaz de categorizarlas. De esta forma, se pueden automatizar los procesos de inspección y reparación de las piezas defectuosas.
Estas dos innovaciones hacen que este desarrollo lleve consigo un beneficio cuantitativo, al automatizar tareas repetitivas, y un objetivo cualitativo, al aumentar la fiabilidad de la inspección. Además, se consigue un beneficio para el trabajador o trabajadora al poder resolver problemas como la fatiga visual que suponía este tipo de tareas.
Todo el proceso de datos se realiza en la nube, lo que trae consigo la ventaja de permitir que los datos puedan ser compartidos con otras aplicaciones, en el caso de que así se decida.
Este hecho aporta la ventaja añadida de que AiRob puede ir actualizándose y perfeccionándose de forma continua para adaptarse a nuevos procesos industriales. Actualmente el proyecto está terminado y se encuentra en fase de estudio para una posible implantación y comercialización.
'Ecosistemas de innovación' en Navarra
La vocación de la región navarra por el progreso de la sociedad y la economía a través de la innovación y la tecnología es total. El proyecto Airob así lo demuestra, pero también lo hacen iniciativas como 'Ecosistemas de innovación'.
Recientemente, la presidenta de Navarra, María Chivite, abrió la segunda edición de este proyecto, un espacio periódico de encuentro entre empresas, agentes del Sistema Navarro de I+D+i – SINA-I y administración sobre el sector.
Como admite Chivite, "el compromiso del ejecutivo foral es el de impulsar la investigación, el desarrollo y la innovación para situar a Navarra como referente europeo en I+D+i". En este sentido, señala que la comunidad cuenta con un ecosistema que "va a contribuir a consolidar un modelo en el que la innovación se incorpore de manera sistemática al sector productivo y los sectores tecnológicos tengan mayor protagonismo".
Este año se ha analizado el papel relevante que 'Ecosistemas de Innovación' tendrá en la gobernanza del Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación (PCTI), que en este momento se encuentra pendiente de aprobación por el Parlamento de Navarra.
El consejero de Universidad, Innovación y Transformación Digital, Juan Cruz Cigudosa, se refiere al modelo de gobernanza del PCTI, que se estructura en tres niveles, el de planificación y decisión, el de consulta y ejecución y, finalmente, el de 'Ecosistemas de Innovación'.
Así, subraya la importancia de este foro periódico de encuentro, ya que será, una vez que el plan sea aprobado por el Parlamento, el instrumento "a través del cual los agentes del SINAI, las empresas y la sociedad en su conjunto podrán participar en la gobernanza del PCTI".
Con los retos planteados por 'Ecosistemas de Innovación' en la primera edición, ya en 2021 se trabajó por parte de los agentes implicados en identificar las tendencias tecnológicas que ayudaran a anticiparse y construir el futuro de las empresas y agentes de innovación navarros en cada una de las áreas económicas prioritarias, a través de una reflexión conjunta y el diálogo abierto. En concreto, se llegaron a identificar más de 190 necesidades tecnológicas.