Cuando grandes ciudades como Madrid o Valencia han aprobado últimamente y anunciado a bombo y platillo sus laboratorios urbanos de innovación (llamados sandbox) es cuando muchas otras ciudades han ido sumándose a esta tendencia.

Pero eso no quiere decir que, antes que estas urbes, no hubiera otras que ya hubieran hecho sus pinitos, aunque, eso sí, con menos notoriedad. Un trabajo sin prisa pero sin pausa como el de Pamplona (Navarra), que ahora consolida su apuesta iniciada en 2018 y que, de alguna manera, ha ayudado a transformar la ciudad.

Los sandbox, cabe recordar, son espacios urbanos reservados por la administración municipal para que investigadores y empresas puedan probar sus proyectos innovadores en entornos reales para medir su impacto y, en un futuro, poder escalarlos a toda una ciudad.

En el caso de Pamplona, el Ayuntamiento acaba de presentar la tercera edición de su Smart Iruña Lab, una iniciativa que, como decíamos, comenzó en 2018 y celebró una segunda edición en 2020.

Esta iniciativa, según explican en el consistorio, "pretende avanzar en la calidad de vida con el uso inteligente del conocimiento, la innovación y la tecnología". Además, busca la colaboración público-privada para la identificación de proyectos piloto en ámbitos ligados al modelo de ciudad inteligente (smart city), de forma que cooperen en el tipo de ciudad que se está diseñando para el futuro.

En las ediciones de 2018 y 2020 se pusieron en funcionamiento 10 proyectos, es decir, una decena de ensayos de soluciones en contexto real. Estas ideas contaron con apoyo municipal mediante formación, apoyo técnico, modelos de negocio, comunicación y networking para llevar a cabo su iniciativa.

La colaboración entre institución y entidades se articula mediante la firma de un convenio-marco firmado en el año 2014 y renovado este año. Eso es lo que se abre ahora, una nueva posibilidad de que empresas y personas emprendedoras accedan a estos recursos.

Los contenidos, plazos y propuestas de la tercera edición de Smart Iruña Lab fueron presentados por el concejal delegado de Promoción Económica, Proyección Europea, Innovación, Juventud y Cooperación al Desarrollo, Mikel Armendáriz Barnechea.

El camino de Smart Iruña Lab se encauza dentro de la Agenda Urbana Pamplona 2030, que "apuesta por una Pamplona que impulse la economía circular y la sostenibilidad ambiental, una ciudad que sea accesible, eficiente desde el punto de vista energético, que trabaje por la movilidad sostenible y la equidad social, y que apueste por ámbitos tan cruciales como la salud, la educación y el medioambiente".

¿Es eso lo que han conseguido las dos ediciones anteriores de esta iniciativa? Sólo hace falta echar un vistazo a los proyectos que han sido implementados.

Desde el consistorio enfatizan que Smart Iruña lab es un programa que "tiene una especial incidencia en empresas o personas emprendedoras jóvenes y en un yacimiento de empleo con alto valor añadido, como es el desarrollo de nuevas tecnologías".

Los casos de uso ya desarrollados

En las anteriores ediciones movilidad, mejora de la calidad del aire, control de plagas urbanas o ahorro de recursos naturales como agua o energía han sido las áreas de trabajo. 

En el primer ámbito, en el de la movilidad, se han apoyado proyectos de gestión de tráfico (de la empresa URAD); de información de conteo, velocidad, aceleración, sentido, número de ejes y pesado de vehículos en movimiento gracias a fibra embebida en calzada (MendiTech); la instalación de leds de señalización en calzada para reducir los accidentes de tráfico en vías urbanas (Stopled); o el sistema de i3i Ingeniería Avanzada Cordovilla que, mediante sensores de parking con comunicación inalámbrica, busca conocer las zonas de aparcamiento más utilizadas, tanto en tiempo real como para el estudio posterior de comportamiento. 

Con respecto a la medición de la calidad del aire, algunos proyectos que se han ido apoyando en otras ediciones de esta iniciativa están los de Kunak Green Move e InBiot, en este último caso mediante análisis del aire del interior en edificios.

Finalmente, en eficiencia en el uso de los recursos, SmartAqua trabajó en riego inteligente; Defcon8, en una solución de eficiencia energética basada en el internet de las cosas que proporcionaba al usuario feedback sobre el consumo de agua en tiempo real; o la propuesta de Smarth-Prop, un sistema de termostato que puede implementar el control remoto de sistemas de calefacción o refrigeración multizonal a través de sensores conectados por Wi-Fi.

Bases de la tercera convocatoria

En el ámbito de la sostenibilidad, por último, Agropestalert proponía la monitorización de insectos susceptibles de convertirse en plagas urbana y el desarrollo de trampas electrónicas.

Las bases de la nueva convocatoria se han publicado al inicio de este mes, de forma que hasta el 30 de septiembre se puedan presentar proyectos de los que serán seleccionados cinco para participar en un programa que convierte a Pamplona y a su especio urbano en un laboratorio.

El objetivo es que a finales de año echen a andar las iniciativas seleccionadas. En esa ocasión, la edición del Smart Iruña Lab girará especialmente en iniciativas en torno a la Agenda Urbana Pamplona 2023 y al proyecto OpenLab que se está implementando en el barrio de Rochapea.

El proyecto OpenLab, un proyecto europeo junto con las ciudades de Genk (Bélgica) y Tartu (Estonia) que pretende identificar paquetes de soluciones replicables y comercialmente viables y que permite conseguir barrios energéticamente positivos dentro de los contextos urbanos existentes que se integran perfectamente en el sistema energético local. 

Volviendo al Smart Iruña Lab, cabe destacar que los criterios de selección de proyectos también tendrán en cuenta la posibilidad de desarrollo empresarial del proyecto, valorando especialmente las empresas que tengan centros de actividad en Pamplona; el estadio de desarrollo de la solución propuesta; el grado de novedad que presentan para la solución de un problema real; y la posibilidad de escalar la dimensión de dicha solución a un nivel de ciudad.

El consistorio ha recordado que pondrá a disposición de los proyectos seleccionados el uso de todas las infraestructuras físicas que necesiten (como pueden ser edificios e instalaciones, calles, espacios, farolas, aspersores, semáforos, plazas de parking…) para que puedan testear sus soluciones innovadoras en un entorno real. 

Durante el último trimestre de 2024 y el primer trimestre de 2025, se les ofrecerá a los proyectos seleccionados formación, asesoramiento personalizado, y apoyo en la comunicación de sus proyectos, además del compromiso del Ayuntamiento para la correcta ejecución de todos los trabajos planteados.