Salud animal y acuicultura tiran de la biotecnología vasca ante el parón del gasto en investigación sanitaria
El gasto interno en I+D marca un nuevo récord histórico gracias a que áreas como la ganadera o piscícola han duplicado su impacto.
18 febrero, 2022 02:05Noticias relacionadas
Pese a que la biotecnología vasca todavía no está entre las más punteras del país, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, es evidente que su crecimiento es imparable.
Al cierre del año 2020 -son los últimos datos disponibles hechos públicos por la plataforma estadística oficial del País Vasco (Eustat)-, el gasto interno en I+D batió por cuarto año consecutivo las cifras del año anterior.
Esta serie de crecimiento imparable comenzó en 2016, con una cifra de gasto interno en I+D de 84,7 millones de euros. Fueron especialmente importantes los crecimientos producidos durante los dos años siguientes: un 10,7% más de gasto en 2017 y un 20,7% más de gasto entre el 2017 y el 2018.
A partir de ahí, el crecimiento siguió, pero a menor ritmo, con un 9,6% de 2018 a 2019 y un 2,6% de 2019 a 2020.
Si bien se observa que el ritmo de crecimiento ha disminuido de una manera notable, no es menos cierto que en términos globales la cifra total de gasto interno en I+D batió un nuevo récord en la región, con 126,6 millones de euros, un 49,5% más que el gasto impulsado en 2016.
Lo curioso, con todo, es detenernos en una pregunta: ¿qué área de la biotecnología ha mantenido viva la llama del gasto interno? Pese a lo que pueda parecer, no es la salud humana la que ha tirado del carro.
De hecho, el gasto interno en I+D en biotecnología aplicada a la salud humana en 2020 (97,7 millones) fue menor -levemente, pero menor- que el de 2019 (97,9 millones).
Duplica su impacto
Entonces, si la biotecnología aplicada a la sanidad ha reducido su impacto, ¿qué áreas han propiciado que el gasto interno siga creciendo? Pues bien, la respuesta es clara: las áreas de la biotecnología aplicada a la salud animal y la acuicultura.
Estas áreas, agrupadas como una sola por Eustat, ha pasado de un gasto de 3,7 millones a 6,2 millones, es decir, casi se ha duplicado su impacto. Es, con todo, la única área que crece con tanta fuerza.
Ni la biotecnología aplicada a la salud humana, ni la aplicada a la alimentación, a la agricultura, al medio ambiente o a la industria presentan registros similares.
Con ese crecimiento, la biotecnología aplicada a la salud animal y la acuicultura se sitúa como la tercera en gasto en I+D, tras la salud humana y la alimentación
Volviendo a los datos de carácter genérico, Eustat advierte que el gasto de I+D en biotecnología supone en el País Vasco el 8,5% del gasto total en I+D.
En cuanto a la generación de empleo, el personal empleado ascendió a 2.316 personas que, en equivalencia a dedicación plena (EDP), suponen 1.522. Este personal EDP aumentó un 3,3% respecto al año anterior, con lo que el personal en EDP dedicado a I+D en biotecnología representa el 7,8% del personal en EDP dedicado a I+D.
Como personal investigador, trabajaron 1.141 personas en EDP, que con respecto al año anterior representaron un 3,1% más.
Hay que destacar que estos datos, tanto en lo que respecta al gasto en biotecnología como al personal en EDP, son los más elevados de la serie histórica iniciada en 2007.
Presencia femenina
Asimismo, y tal y como ocurría en años anteriores, es de reseñar la presencia de mujeres en esta rama de la I+D, representando el 58,2% del total de las personas que trabajaron en biotecnología a jornada completa en 2020.
Un total de 100 entidades, 94 de ellas empresas, realizaron actividades de investigación en biotecnología en 2020. Además, de esas 100 entidades, 72 dedicaron el 100% de su gasto en I+D interna a biotecnología.
El sector Empresas concentra el mayor porcentaje sobre el gasto total en actividades de I+D interna en biotecnología, 68,3%, proporción similar a la que suponía en 2019 (68,1%).
El resto de sectores, Enseñanza superior (27,2%) y Administración pública (4,5%), ejecutan el 31,7% del gasto restante en 2020, porcentaje que en 2019 fue del 31,9%.
Según el origen de los fondos, las actividades de I+D interna relacionadas con la biotecnología en 2020 se financiaron, principalmente, con fondos de la Administración pública, 52,9%, y de las Empresas, 35,0%. El resto se financió a través de fondos procedentes del Extranjero (8,7%), de la Enseñanza superior (1,9%) y de Instituciones privadas sin fines de lucro (1,5%).
Por último, en la percepción de los principales obstáculos que dificultan el avance de actividades en I+D en biotecnología en 2020, destacan la relación Tiempo/coste y el Acceso a capital, con un 88% y un 85%, respectivamente. Los requerimientos reguladores figuran en tercer lugar, con un 78%.
Próximamente, se publicarán en el Instituto Nacional de Estadística (INE) los datos relativos a la I+D+i en biotecnología del conjunto de comunidades autónomas, momento perfecto para saber de qué salud goza el sector y en qué posición queda el País Vasco y otras regiones punteras o, en su caso, aquellas que siguen teniendo un futuro prometedor.