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¿Está Europa preparada para dar el salto a la carne cultivada? ¿Su sistema garantista pasará factura a su posicionamiento mundial? ¿Qué papel puede jugar España, con una potente industria cárnica y un sector ganadero tradicional consolidado, en este desafío? ¿Sabemos exactamente de qué hablamos al referirnos a la carne 'de laboratorio'?

Muchas preguntas y, pese a que todavía faltan datos y experiencia generada para responder a todos los interrogantes, ya podemos arrojar luz sobre algunos puntos. No conviene olvidar que todo proceso de cambio, sobre todo cuando lleva implícita una revolución científico-tecnológica, comienza por pasos pequeños.

Garantizar una alimentación saludable de una población mundial en continuo crecimiento, sin esquilmar los recursos naturales y con la emergencia climática como telón de fondo, es una prioridad de esta sociedad post-covid, donde la ciencia y la tecnología se erigen en dos pilares del nuevo modelo económico al que se aspira.

La carne cultivada emerge en este contexto como una aliada de la alimentación del futuro, aunque todavía está lejos, al menos en Europa, de convertirse en un proceso totalmente integrado en nuestros sistemas productivos de alimentos.

Como todo sector aún no maduro y, al igual que ha sucedido a lo largo de la historia cada vez que un proceso muy novedoso sale a escena, el desconocimiento generalizado, la falta de regulación, la necesidad de fomentar la investigación y captar el interés del inversor encabezan los obstáculos que encara la carne 'de laboratorio'.

A ello se suma otro factor no menos importante: la -imprescindible- aceptación social. Y aquí el consumidor actual desempeña un papel crucial: es consciente del poder que ejerce su decisión de compra y hace uso de él a la hora de optar por un producto u otro.

La pandemia del coronavirus ejerció de acicate para una mayor concienciación medioambiental sobre los modelos de producción de aquello que se adquiere; trazabilidad, huella de carbono, cualidades nutricionales, etc, son aspectos que comienzan a ser habituales para millones de personas a la hora de definir su elección de compra.

Asia acelera en su posicionamiento mundial

Pero ¿qué es la carne cultivada? Según The Good Food Institute Europe, entendemos como tal un tipo de carne que "aspira a equiparase a la carne de pollo, cerdo, ternera o a los productos del mar -pescados y mariscos-, pero utilizando para su producción un fermentador -como el que se emplea para elaborar cerveza- en lugar de animales de granja".

Para ser más concretos, "el cultivo de carne es similar al cultivo de plantas a partir de esquejes en un invernadero, donde se les proporciona calor, agua, un suelo fértil y los nutrientes necesarios para que la planta se desarrolle", añaden desde la fundación internacional sin ánimo de lucro.

La carne cultivada encuentra en Singapur y EEUU sus principales mercados mientras en Europa la regulación todavía no permite su comercialización.

Esta semana Asia volvía a dar signos de su liderazgo en el mercado de la carne cultivada mundial, donde Estados Unidos es el otro gran actor protagonista. DISRUPTORES-EL ESPAÑOL retoma en este punto la radiografía del sector y las diferencias en el desarrollo e implantación de este sistema de producción de proteínas animales en los países que están llamados a liderar este sector.

Hong Kong es una de las paradas obligatorias en el mapa de la carne cultivada mundial. Esta semana se ha conocido que ya es el tercer mercado mundial donde los consumidores pueden comprar este tipo de carne. La responsable es la startup australiana Vow quien ya ha lanzado dos productos a base de codorniz en The Aubrey, un exclusivo bar izakaya del Mandarín Oriental.

Singapur, primer país en comercializarla en 2020

Obtener la aprobación de la Agencia de Alimentos de Singapur fue un paso clave para este logro, lo que demostró que Vow cumplía con los estándares de seguridad alimentaria locales.

Sin embargo, en China continental, donde aún no existe un marco regulatorio para la carne cultivada, la empresa necesitará permisos adicionales antes de poder entrar al mercado.

El sector de las proteínas alternativas sigue ganando fuerza en China, con iniciativas de impulso como la inversión de 80 millones de yuanes -11 millones de dólares- en un centro científico para carne cultivada, actividad destacada como prioridad en el 14º Plan Quinquenal del país, explican desde The Good Food Institute Europe a DISRUPTORES-EL ESPAÑOL.

Cabe recordar que Singapur fue el primer país en aprobar la comercialización de carne cultivada para los consumidores en diciembre de 2020. En junio de 2023, Estados Unidos se convirtió en el segundo país en darle vía libre.

Aleph Farms: primera solicitud en Europa

En Europa hubo que esperar un poco más para encontrar los primeros pasos hacia un marco regulatorio que contemple la carne cultivada. A día de hoy no hay todavía no ha concedido la primera autorización y todo apunta a que habrá que esperar, al menos cerca de dos años en el mejor de los casos, según las fuentes consultadas por esta redacción.

Cabe recordar que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) considera que las fuentes alternativas de proteínas como la carne de laboratorio han de ir por la vía de los nuevos alimentos, unos trámites que se demoran una media de 18 meses desde el inicio de la solicitud.

Es lo que hizo en julio de 2023 Aleph Farms antes las autoridades reguladoras suizas, en lo que constituyó la primera petición de regulación de carne cultivada en Europa, seguida de cerca por otra solicitud en Reino Unido.

El pasado verano, la startup francesa Gourmey hizo lo propio al tramitar la primera solicitud de regulación para vender foie gras elaborado a partir de carne cultivada en la UE. También es importante señalar que hace ahora un año Italia se convirtió en el país pionero en Europa en prohibir alimentos sintéticos, como la carne cultivada.

"Es necesario fomentar la investigación y el desarrollo de la tecnología para contar con una infraestructura que asiente el despegue de la carne cultivada en España"

Carlos Campillo, The Good Food Institute Europe en España

Con sus luces y sus sobras, para que este sector de definitivamente el pistoletazo de salida en Europa urge establecer, más allá de las leyes, una red en cada país que fomente la investigación y la infraestructura necesaria para su escalado.

Así lo defiende en entrevista con DISRUPTORES-EL ESPAÑOL Carlos Campillos, Martínez, Public Affairs Manager for Spain en The Good Food Institute Europe, quien considera que España parte de una posición privilegiada para ser un referente en carne cultivada en Europa.

"Es necesario fomentar la investigación y el desarrollo de la tecnología para contar con una infraestructura que asiente el despegue de la carne cultivada. Las startups no pueden lograrlo solas y, aunque ya hay centros tecnológicos en España que están apostando por ello, urge contar un apoyo mayor".

AINIA es un referente en esta materia en España. El centro tecnológico cuenta con más de 35 años de experiencia en I+D+i y está abanderando las investigaciones que podrían impulsar en el futuro la implementación de la carne cultivada en nuestro país a través de iniciativas como el proyecto SMARTFARM.

AINIA: un referente en investigación 

"Hemos avanzado en definir las estrategias para la producción de carne cultivada mediante la caracterización del crecimiento de células musculares bovinas primarias en diversas plataformas escalables como punto de partida", explican a DISRUPTORES-EL ESPAÑOL, fuentes de AINIA.

El instituto ha obtenido células "a partir de una biopsia tanto muscular como de tejido graso, caracterizando las células obtenidas, que muestran las características necesarias para formar parte de la carne cultivada".

"Además, se ha trabajado en definir y optimizar los procesos de producción de biomasa celular en biorreactores de tanque agitado y tipo ROCK-WAVE a partir de estos cultivos primarios bovinos obtenidos por biopsia", indican.

Actualmente desde AINIA están ejecutando el proyecto MEAT4FUTURE, continuidad del proyecto SMARTFARM, en el que continúan trabajando en solventar nuevos retos "desde el punto de vista del ingrediente celular y su producción, ampliando el uso de otros cultivos primarios (por ejemplo, de cerdo o pollo) y otras estrategias para reducción de los costes productivos".

El 63% probaría la carne cultivada

Las mismas fuentes señalan a la regulación, la escalabilidad y la percepción de la carne cultivada entre los consumidores europeos como los grandes retos en Europa.

Y apuntan al estudio Percepción del consumidor frente a los productos basados en carne cultivada elaborado por AINIA en la que casi la mitad de los encuestados -el 46%- mostró una intención de compra y cerca del 63% aseguró que la probaría.

Los formatos preferidos para la carne cultivada serían las hamburguesas, carne picada y filetes, según una encuesta de AINIA.

Los formatos preferidos para la carne cultivada serían las hamburguesas, carne picada y filetes. Sin embargo, prevalecen barreras significativas en torno a la necesidad de reducir costes (52%), aumentar la concienciación y confianza en el producto (44%) y demostrar sus beneficios de manera clara y accesible para los consumidores (45%).

"Actualmente España es uno de los países en los que se está trabajando en la tecnología y hay un ecosistema biotech potente, por lo que, con la financiación adecuada, se podrían conseguir grandes éxitos en el campo de la carne cultivada", concluyen desde AINIA.

Captar la atención del inversor para que el sector obtenga la financiación necesaria es, como bien apuntan desde el centro investigador con sede en Valencia, una de las claves.

Y, según revelan datos aportados por la aceleradora Eatable Adventures, en los últimos años, esta inversión en carne cultivada ha ido a la baja, en parte, como ha sucedido con el sector agrofoodtech, que tocó techo en inversión en 2021 y 2022 y desde entonces ha sufrido un reajuste a la baja.

Según los datos aportados por Eatable Adventures, la inversión en cellular agriculture tocó techo en 2022 con un total de 704 millones de dólares y, desde ese punto, ha ido recortándose hasta los 17,7 millones de este año, "lo que representa una caída del 97,5%", precisan. 

De forma paralela, se ha pasado de 31 deals en 2022 a ocho este año. "La inversión ha caído mucho más drásticamente que el número de deals, lo que indica que los tamaños de las rondas son significativamente menores".

"Si 2021 fue un año excepcional empujado por algunas megarondas, incluyendo una Serie E de 320 millones de dólares, observamos que en 2024 no hay inversiones en Series C, D o E, limitándose a rondas tempranas y que el tamaño medio por deal ha bajado de 22,7 millones en 2021 a 2,2 en 2024", añaden desde Eatable Adventures.

"La inversión en este área a nivel global ha caído de forma muy importante, como consecuencia de la dificultad técnica que presenta el escalado de estas tecnologías", concluye en declaraciones a esta redacción José Luis Cabañero, fundador y CEO de Eatable Adventures.

"La inversión en esta área a nivel global ha caído de forma muy importante, como consecuencia de la dificultad técnica que presenta el escalado de estas tecnologías"

José Luis Cabañero, fundador de CEO de Eatable Adventures

Mientras el interés del inversor se reactiva, algo para lo cual será clave el avance de la regulación, el otro punto de atención se centra en el ecosistema biotecnológico español donde interesantes propuestas como Cocoon Bioscience sigue consolidando su liderazgo como proveedor de uno de los ingredientes más importantes en la cadena de suministro carne cultivada.

Se trata de los factores de crecimiento, que son considerados "los más relevantes, representando entre el 55% y el 95% del costo de producción".

La compañía vizcaína ofrece estas proteínas "a un coste más bajo", indican fuentes de Coocon en declaraciones a esta redacción, lo que permitirá a las empresas de carne cultivada "competir con una apuesta económicamente viable".

Cocoon Bioscience nació en 2022 como una spinoff de la empresa Algenex, empresa biotecnológica con sede en Bizkaia, especializada en la producción de proteínas recombinantes, como factores de crecimiento y enzimas, que son fundamentales para aplicaciones en medicina, investigación e industria.

Insectos como biorractores naturales

La startup utiliza su propia plataforma tecnológica CrisBio® para producir estas proteínas, a través de insectos en estado de crisálida como biorreactores naturales. Este método es más natural, escalable y accesible en comparación con otros métodos tradicionales, donde se utilizan biorreactores de acero inoxidable.

"Aunque el mercado de la carne cultivada en España ha avanzado considerablemente en términos de investigación, desarrollo e inversión, todavía se enfrenta a estos retos. Por lo tanto, es probable que aún necesitemos ver más avances y cambios en la percepción del consumidor antes de que podamos definir este mercado como un punto de inflexión decisivo", explica Josh Robinson, CEO de Cocoon Bioscience a DISRUPTORES-EL ESPAÑOL.

Equipo de Cocoon en sus instalaciones.

"La industria de la carne cultivada ha tenido un recorrido fascinante. Hace diez años, parecía inimaginable; sin embargo, cinco años atrás, el panorama mostraba señales de optimismo y viabilidad. En los últimos cinco años, hemos presenciado importantes innovaciones, avances en la capacidad de producción y la aprobación de su comercialización en varios países", argumenta Robinson.

El emprendedor pone en valor la colaboración realizada entre startups y grandes empresas del sector alimentario y cárnico para alcanzar el punto en que hoy está el sector.

"En los últimos cinco años hemos presenciado importantes innovaciones, avances en la capacidad de producción y la aprobación de su comercialización en varios países"

Josh Robinson, CEO de Cocoon Bioscience 

"Estas compañías pioneras han invertido esfuerzos considerables en investigación y desarrollo para convertir la carne cultivada en una industria sostenible y viable, a pesar de las muchas críticas mediáticas y el debate político que ha suscitado, especialmente en Estados Unidos", concluye.

El despegue de la carne cultivada es una realidad y, como en tantos otros ámbitos, los países mejor posicionados desde un principio gozarán de una ventaja competitiva que no podrá disfrutar el resto.

¿Se consolidará en Europa y en España esta modalidad de producción de carne de origen animal? Todavía tendremos que esperar uno poco para confirmarlo pero, a todas luces, ninguna transformación será posible sin la investigación y la tecnología y el carácter emprendedor de una sociedad que, de nuevo, evidencia ir varios capítulos por delante del regulador.