"Los proyectos de bioeconomía y economía circular son muy complejos, sobre todo porque es necesario poner de acuerdo a los diversos actores implicados y porque deben cumplirse un sinfín de normativas", explica Eric Suñol, ideólogo del consorcio y socio director de Inveniam, consultora financiera y estratégica y una de las cuatro empresas que forman Bioboost, junto con Símbiosy, la spin-off de la Universidad Autónoma de Barcelona Aeris Tecnologías Ambientales y el despacho de abogados RocaJunyent.
Hace tan solo tres meses que se creó y ya han superado las primeras expectativas. El consorcio, que de momento operará solo en propuesta ubicadas en Cataluña, ya ha detectado dos proyectos que están tomando fuerza.
"Todavía no podemos dar detalles pero sí decir que son del sector agroindustrial que, junto con el bioquímico, están en el foco de la bioeconomía y la economía circular", apunta Suñol.
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Bioboost prestará apoyo técnico y económico a las industrias, entidades y promotores que deseen desarrollar proyectos de mejora de utilización de recursos naturales, de simbiosis industrial y de economía circular. El consorcio está financiado por la Comisión Europea y prestará servicios de asesoramiento técnico, económico y legal, totalmente gratuitos para los promotores de los proyectos seleccionados.
Tienen la intención de canalizar solamente inversión privada para el desarrollo de proyectos de bioeconomía, "porque tendrán rentabilidad suficiente para atraer estos capitales", afirma Suñol.
En un año estudiarán propuestas de 100 millones
Bioboost se ha marcado la meta de conseguir 30 millones de euros en inversiones durante los próximos cuatro años, "pero estamos convencidos que en un año tendremos sobre la mesa, y en estudio, un conjunto de propuestas de 100 millones de euros en recursos para invertir para proyectos que aprovechen los recursos biológicos de los sectores agrícolas e industriales, todos ellos enfocados en la valorización energética o material de residuos y la economía circular", explica Suñol.
El consorcio está dispuesto a apoyar proyectos que utilizan los recursos biológicos de la tierra, el mar y los residuos que, "aún siendo muy beneficiosos para el medio ambiente y para las partes implicadas, normalmente, no se materializan por su enorme complejidad y altos costes de coordinación".
Suñol está convencido que "diseminando las posibilidades que ofrecen las tecnologías y las buenas prácticas entre todos los agentes, pero sobre todo acompañándolos en el largo camino de la estructuración y promoción, los proyectos atraerán inversión al territorio y lo harán más sostenible".
También para Verónica Kuchinow, socia directora de Símbiosy, una ingeniería especializada en economía circular y simbiosis industrial, la gestión externa de estos proyectos es fundamental. "Demostraremos cómo los servicios de facilitación acortan los tiempos de implementación de estos proyectos y también disminuyen los riesgos de inversión".
El despacho jurídico ayudará en la búsqueda de soluciones a las eventuales dificultades jurídicas identificadas
El despacho jurídico "actuará de facilitador en la comunicación con las agencias reguladoras y los organismos públicos competentes, y ayudará en la búsqueda de soluciones a las eventuales dificultades jurídicas identificadas", asegura Sergi Chimenos, socio responsable del departamento de Derecho Público del RocaJunyent.
Normativas, gestiones administrativas, puntos de encuentro y consenso entre todos los actores implicados, pero también la financiación y conseguir su viabilidad económica, son actuaciones necesarias para que los proyectos de economía circular en estos sectores estratégicos se puedan convertir en realidad.
"Bioboost actuará en todos estos niveles porque somos conscientes que hay grandes ideas que se quedan por el camino", sostiene Suñol.
Al final de los cuatro años, Bioboost espera haber dado forma a entre cuatro y siete proyectos, y sobre todo "conseguir compromisos" para que sean viables y se consoliden en siete u ocho años.