¿Cuánto vale una startup? Hay muchas maneras de calcularlo. Los métodos suelen variar en función del contexto y del estado de maduración del modelo de negocio. También, del estilo del comprador.
Así, se suelen mirar cuestiones “objetivas” como la generación de flujo de caja, el ebitda o la aportación de valor de su tecnología, pero en muchas ocasiones lo que acaba siendo determinante es “si existe otro comprador interesado, seguido del grado de necesidad de una de las partes por comprar o vender, el precio al que se han cerrado operaciones similares recientemente…”. Habla Joshua Novick, que ex consejero delegado de Antevenio, que en febrero de 2020 puso en marcha Bondo Advisors, una firma de asesoramiento en fusiones y adquisiciones tecnológicas.
Es la ley de la oferta y la demanda. Y ahora mismo hay mucha demanda para adquisiciones de startups digitales en nuestro país. “Durante 2020 hemos tenido entre tres y cinco meses de inactividad por la Covid-19, pero desde después del verano la actividad se ha reiniciado y, salvo que haya otra crisis, auguramos un 2021 muy intenso”, asegura Novick, que destaca la gran cantidad de liquidez disponible. “A finales de 2019 había 4.000 millones de euros de private equity español para invertir”, afirma.
Capital riesgo, consolidaciones y compras de las 'corporate'
En el ámbito del venture capital, destacan la ampliación o la creación de los nuevos vehículos inversores de Kibo Ventures, de Samaipata o de Seaya. Además, se han producido algunas operaciones de gran tamaño (como la venta de MásMóvil), movimientos de consolidación (como la compra de la sueca Edgeware por parte de la española Agile Content) y “cada vez más compañías tradicionales están buscando comprar startups para incorporar innovación a su organización”, expone este experto.
El resultado, según Novick, es un alza en las valoraciones de algunas empresas digitales. Particularmente, de las startups de bajo contacto (low-touch), que digitalizan la interacción humana en diferentes ámbitos. “Estamos viendo una polarización en las valoraciones de las startups. Por un lado, están las empresas que lo están pasando mal, en muchos casos a raíz de la pandemia, que algunos compradores están aprovechando para comprar más baratas. Por otro, hay startups con valoraciones disparadas”. Y no siempre estarían justificadas…
El co-fundador de Bondo Advisors evita emplear la palabra “burbuja”, pero sí adelanta: “La Covid-19 ha supuesto una aceleración muy acusada de algunos tipos de digitalización. Por ejemplo, en los hábitos de las personas. En seis meses hemos avanzado lo que, de otro modo, habría tardado tres años en llegar, y eso se percibe en las valoraciones de las compañías. Es decir, algunos cambios van a ir más rápido de lo previsto y eso justifica que ciertas empresas aumenten su valor. Pero, como siempre, hay empresas buenas y otras no tan buenas, que igualmente se están encareciendo”.
Ese “optimismo quizá excesivo” se percibiría, por ejemplo, en algunas adquisiciones realizadas por corporates sin un conocimiento profundo en la tecnología. “Hay empresas que tienen claro su target, y están dispuestas a pagar bien por él, pero una buena due diligence debe analizar no solamente los números, sino también la parte técnica”, concluye Novick.