¿Para qué tipo de viaje meteríamos en una mochila deporte, sostenibilidad, digitalización y tecnología? Faltaría algo más. La logística no estaría completa -muy importante- sin reservar una parte del equipaje para las ganas de cambiar el mundo;  con la mirada siempre puesta en el horizonte, en el largo plazo; ahí donde los proyectos que están llamados a construir un mundo mejor apuntan.

Pocas personas están preparadas para afrontar con pasión y determinación una empresa de este tamaño y es que no todos los hombros se curtieron para soportar cargas que quizá en un primer momento no se entienden pero que, con resiliencia y convencimiento en lo que uno hace, el tiempo acaba por poner en su sitio.

Cuando Leo Gutson, inversor e impulsor del movimiento B Corp en España, vio frustrada su carrera como jugador profesional de baloncesto a los 16 años pensó que la vida le estaba cerrando las puertas a una oportunidad para ver el mundo más allá de su Argentina natal.

Corría el año 1980 y faltaba todavía mucho tiempo para que jugadores de habla hispana como Pau y Marc Gasol -el mayor de los icónicos hermanos nació justo un 6 de julio de ese año- brillaran en la NBA.

Faltaban referentes y su familia, muy consecuentemente con aquel momento, le aconsejó aquello que para ellos era lo más sensato, que Leo encaminara su futuro a la universidad.

Y con una madre abogado y una hermana pediatra, su camino se dirigía irremediablemente a Económicas, "la otra gran carrera de la Universidad de Buenos Aires (UBA)" donde su familia ya había cursado sus estudios.

"No tuve el apoyo de la familia, por aquel entonces en el baloncesto, ¿quién jugaba en la NBA? Gasol es muy posterior... No había referentes. Y optaron por el estudio".

"No tuve el apoyo familiar, por aquel entonces en el baloncesto ¿quién jugaba en la NBA? Gasol es muy posterior. No había referentes y optaron por el estudio"

Aquello dejó una herida abierta en su currículo vital. "Fue una frustración muy grande que muchos años tuve que llevar en la mochila y, lo que son las vueltas de la vida, hoy estoy en un proyecto como inversor que gira alrededor del baloncesto".

Ha habido muchas otras carambolas en la vida del inversor que, de alguna forma, corroboran su espíritu adelantado al momento que le ha tocado vivir.

Pero, como bien marca la filosofía de la inversión de impacto de la que se ha convertido en un precursor, lo importante es siempre "mirar a largo plazo y mantener el rumbo, el propósito", no importa lo que ocurra por el camino.

Y ese es el objetivo de este perfil, desgranar ese trayecto de carambolas, aciertos y fracasos que han forjado a uno de los inversores más carismáticos de España, que inspira cada a día a muchos otros en cómo la innovación y la tecnología se pueden fusionar con la sostenibilidad y el impacto para dejar a las nuevas generaciones un mundo mejor.

Leo Gutson, ejerciendo como jurado en la UCJC el pasado mayo.

Pero volvamos a aquel doloroso momento en que Leo tuvo que sacar de su mochila las zapatillas de baloncesto y sustituirlas por montañas de libros y apuntes. Su paso por la Universidad de Buenos Aires, una de las 50 más prestigiosas del mundo, le sirvió como llave para entrar a trabajar en la consultora que cambiaría para siempre su vida: KPMG.

El inversor recuerda con nostalgia la dureza de las pruebas de acceso. "Fue brutal. Éramos unas 200 personas con una calculadora en 2005 en un teatro para el primer examen. Si pasabas ese filtro, te enfrentabas a las entrevistas personales, ocho en total; vinieron hasta a mi casa a ver cómo vivíamos".

KPMG: pasaporte para el mundo

"Las Big Four en ese momento eran muy diferentes, fue un examen bastante fuerte; hoy en día no es así, pero siempre lo cuento porque me resulta muy curioso e impresionante". 

Fue difícil pero el esfuerzo merecía la pena y es que entrar en KPMG era el billete para que Leo y su mochila vital pudieran salir de Argentina y ver aquel mundo que tanta curiosidad le despertaba y que por la vía del baloncesto había sido imposible explorar.

Y así fue. Aquel titánico examen y todas las entrevistas que vinieron después certificaron que Leo era apto para formar parte de KPMG, una aventura que comenzó en 2005 y que se prolongó durante diez años.

Fue precisamente en esa época donde Leo entró en contacto con el mundo de la sostenibilidad por primera vez a través de un máster sobre energía y cambio climático cursado en el Instituto Español de la Energía.

"Ese máster lo cambió todo en 2010. Era un momento muy temprano en el mundo de la sostenibilidad, pero me hizo un clic en la cabeza y me cambió rotundamente"

"Ese máster lo cambió todo en 2010. Era un momento muy temprano en el mundo de la sostenibilidad, pero me hizo un clic en la cabeza, me cambió rotundamente. Aún se me pone la piel de gallina al recordarlo. Mis amigos estudiaron un MBA y nadie entendía por qué yo apostaba por formarme en estas temáticas".

De nuevo, Leo iba un paso por delante. Durante el máster, se cruzaron por su camino quienes después serían sus dos jefes en KPMG.

"En ese momento eran profesores del máster, y con los años también acabé trabajando con ellos con un equipo en España en el que dábamos apoyo a 70 países en temas de sostenibilidad, trabajando con todo el IBEX; en esos años KPMG, en facturación y en equipo, éramos el doble de todas consultoras juntas", relata con orgullo el inversor.

Y pone como ejemplo de la intensidad de esa etapa la aportación de su equipo de KPMG en la génesis de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

En la génesis de los ODS

"En 2014, un año antes de que Naciones Unidas diera luz verde a los ODS, viene nuestro jefe y nos dice que tenemos un año para trabajar toda la agenda que va a cambiar los próximos quince años de la humanidad y que tengo que vender servicios al IBEX después del verano de 2015. Yo me entero un año antes de que va a pasar todo esto, fue fascinante".

En esos diez años en KPMG, tuvo la oportunidad en 2013 de regresar a su tierra natal, Argentina, para desarrollar el equipo de sostenibilidad de KPMG en ese país con el equipo de España.

La experiencia fue espectacular, pero Latinoamérica no estaba preparada aún para aprovechar el potencial de ese nuevo movimiento. "En España funcionó, pero allí no. Sin embargo, me dio la oportunidad de conocer el movimiento B Corp de Estados Unidos con sus aliados Sistema B en Latinomérica".

Tras aquel año, a su regreso a España, Leo entendió que su etapa en KPMG había terminado -"dicen que quien se va de Sevilla pierde su silla y es cierto", bromea de forma irónica- y que la semilla del movimiento B Corp, que había conocido durante su estancia en Argentina, debía germinar también en España y Europa.

El inversor y CEO de RGN Impact, Leo Gutson.

"Se trata de empresas rentables que ponen el foco también en las personas y el planeta. Y detrás de todo esto hay una gran comunidad, casi 10.000 compañías en 100 países en 170 sectores; empresas de todo tipo y tamaño", explica sobre el movimiento B Corp.

Su determinación fue clave para que en 2015, de la mano de otros cofundadores catalanes, el movimiento B Corp echara a andar en nuestro país. En la actualidad, grandes empresas como Masmovil, Danone, Hijo de Rivera-Estrella Galicia y muchas otras de pequeño y mediano tamaño forman parte de esta comunidad -alrededor de 250, pero en ese momento, se trataba de una red totalmente desconocida.

Y casi sin darse cuenta, en esta nueva etapa ya fuera de KPMG, Leo regresó al mundo de la tecnología y de la programación que tanto le había apasionado en su juventud, pero con una mochila cargada de múltiples experiencias y conocimientos y, cómo no, con el impacto y la sostenibilidad como rumbo prefijado del viaje.

"Me pongo a trabajar con una startup tecnológica inglesa, que trabaja IA y big data en sostenibilidad. Se trataba de un Saas, con él retomo mi faceta de programador, ese año que trabajé con ellos fue otro máster".

Pero, su particular Día de la Marmota tocó a la puerta. "Las empresas creció muchísimo por EEUU y países nórdicos. Y otra vez me pasó lo que con KPMG en Argentina, que no era el momento en España y Latinoamérica para esta tecnología, no crecía igual que las otras áreas".

"Con la startup tecnológica me sucedió como con KPMG en Argentina, no era el momento aquí en España y en Latam de implementar su tecnología"

"Y recuerdo, llorando, cuando me dicen que van a levantar una ronda en Londres para seguir creciendo pero que tienen que aparcar España y Latinoamérica", se lamenta.

Sin embargo, convertir la adversidad en virtud es uno de los fuertes de Leo Gutson. Y hacerlo siempre con la mirada puesta en el horizonte: allí donde está la canasta que al final del trayecto le permitirá marcar el mate perfecto. Sólo es cuestión de tiempo y de mantener el rumbo fijo.

Fue en este punto donde entró en ECODES-Fundación de Ecología y Desarrollo para abordar una etapa apasionante en el mundo de la inversión durante 2018 y 2019, aunque, como inversor privado su primera incursión en el mundo del capital se produjo antes, en 2016, cuando en su camino se cruza Rodolfo Carpentier, un top5 del sector,. Se trataba de una plataforma tecnológica de idiomas impulsada por unos fundadores murcianos que le cautivó.

"Entré con un ticket muy pequeño, un poco para probar, era mi primera inversión, y la verdad es que ahí sigue", puntualiza.

Quince participadas como inversor privado

La verdad es que todas las empresas en las que Leo Gutson ha realizado inversiones a título particular -quince en total- continúan en marcha en la actualidad. "Además, participo en vehículos, en un venture capital, y también soy uno de los 40 socios de Impact Angels, con Marta Huidobro y Nacho Alonso, dos nombres propios del sector".

Poco a poco fue madurando como inversor. "A partir de ahí fui subiendo tickets, profesionalizándome también con los vehículos, primero con business angels, luego con First Drop, el primer venture capital de impacto en España y el año pasado entramos en COREAngels, vehículo sindicado de inversores que sólo invierte en climatetech en startups del sur de Europa, gestionado desde Milan", argumenta.

Su entrada en ECODES me le permitió asistir a foros de inversión muy grandes y le puso en contacto con el entonces conocido como Foro Impacto, ahora SpainNAB, la asociación que aglutina a la inversión de impacto en España, en cuya génesis también estuvo Leo Gutson.

Con 2021 llegó el mayor reto a largo plazo que tendrá que afrontar en su vida, la paternidad, y con él, regresaron las ganas por lanzarse de nuevo al emprendimiento.

De alguna forma, todos los caminos explorados hasta ese momento desde que entró en KPMG en 2005 le condujeron a RGN Impact, la compañía donde explota el espíritu Net Positive, ayudando a empresas con la metodología B Corp a dejar un mundo mejor para las futuras generaciones.

RGN Impact: fin de trayecto (por ahora)

"Somos una consultora de impacto, hacemos una consultoría a empresas con la metodología B Corp para que obtengan esa exigente certificación y también formamos a grandes empresas del IBEX para vender más y mejores productos sostenibles y, lo más importante, reinvertimos todos estos ingresos en vehículos de impacto desde RGN Impact. Cuanto más generamos, más reinvertimos".

Pero es difícil saber si RGN Impact es el proyecto definitivo de Leo Gutson o un escalón más en esa mirada a largo plazo tanto reitera en sus clases y charlas sobre sostenibilidad.

"En RGN Impact reinvertimos todos los ingresos en vehículos de impacto y ayudamos a empresas a obtener la certificación B Corp"

De momento, ya está inmerso en un libro sobre una perspectiva muy disruptora sobre el beneficio empresarial -aún en un estadio muy embrionario- del que asegura estar muy ilusionado y motivado. "Quiero hacer reflexionar sobre ¿qué haces tú con tus beneficios? He entrevistado a 50 CEOs a nivel persona y profesional y estoy descubriendo historias apasionantes".

Porque en la historia personal y profesional de Leo Gutson el impacto y el propósito son su verdadero leitmotiv, esa vocación real de dejar un mundo mejor del que nos encontramos. Sin postureos ni falsas voluntades éticas que no en pocas ocasiones emergen cada día en esta sociedad.

No jugar en la NBA: ¿frustración u oportunidad?

"El impacto es a largo plazo y, en largo plazo ganamos todos. Si tú tienes claro hacia dónde vas, y que eso tiene un impacto en las personas y/o planeta, eso permanece. Pueden cambiar cosas en el medio, pero la dirección se mantiene", insiste.

Y llegamos así al final de este perfil con un reencuentro que sólo ha sido posible gracias a que, precisamente, Leo Gutson ha mantenido claras las prioridades desde el minuto uno. Desde aquel día en que aceptó que no jugaría en la NBA.

¿Saben? Realmente no le ha hecho falta entrar en la icónica liga profesional norteamericana. Hubiera estado bien, hay que reconocerlo, pero el destino le tenía preparada otra ruta, otro viaje, no menos apasionante y transformadora del tiempo que le ha tocado vivir.

En la actualidad, y por esas carambolas de la vida a las que aludíamos al inicio del perfil, Reental.co le ha unido como inversor a antiguos amigos y conocidos del mundo del baloncesto como Luis Escola, Carbajal o Eric Sánchez -el artífice de volver a reunir a todos estos perfiles- que ahora han confluido con Leo Gutson a través de esta iniciativa disruptora.

"Volvería a hacer todo lo que hice, pero siempre me quedó la frustración del baloncesto". Quizás, Leo, es el momento de reflexionar y superarlo. Puede que, analizado con la perspectiva que da el paso de los años, aquella ilusión no materializada sólo escondiera un billete para, de otra forma, salir al mundo y ayudar a muchas otras personas a dejar este planeta un poquito mejor del que se encontraron. Eso sí es un impacto 'triple' y un mate directo.