"La naturaleza nos lleva una ventaja pasmosa en innovación y eficacia, lleva millones de año experimentando y buscando maneras de sobrevivir", subraya Óscar Expósito, CEO y cofundador de Vytrus Biotech. Y este es el motivo por el que esta empresa española busca "plantas con ciertas propiedades extraordinarias para aplicar estas capacidades y crear un ingrediente activo" para los productos de la industria dermocosmética.
En esencia, estos biotecnólogos españoles son una especie de "agricultores 2.0", porque son los encargados de proveer a las empresas cosméticas y farmacéuticas de los ingredientes vegetales para sus productos. Ingredientes producidos con una tecnología que maximiza su eficacia y su sostenibilidad, gracias a la biotecnología aplicada en las células madre vegetales.
Como botánico, Expósito siempre empieza estos procesos de innovación inspirándose en la naturaleza, buscando aquello en lo que es extraordinaria en una planta y, posteriormente, busca para qué puede servir y cómo se puede aprovechar para beneficiarnos de ello.
Así, empezaron a investigar la planta del Cannabis. Más allá del cannabidiol o del tetrahidrocannabinol, tiene "muchísimas otras moléculas y activos", entre ellos unos ácidos grasos, unos pequeños lípidos, de esta planta "con un gran potencial no explotado en ningún producto del Cannabis en el mercado", asegura a D+I Expósito.
Así, se inició el desarrollo del ahora Kannabia Sense, un innovador ingrediente prebiótico elaborado a partir de células madre de la planta Cannabis, que estimula la producción de oxitocina a través de la piel, lo que activa los centros de placer del cerebro.
"En cada centímetro cuadrado de nuestra piel tenemos dos millones de bacterias" y alimentar esta microbiota cutánea con este ingrediente genera una "mejor autopercepción y parámetros emocionales positivos" para conseguir "una piel más sana y radiante".
Expósito recalca que no se trata de una droga, que no se ingiere y que no penetra en el cuerpo, tal y como se probó en el comité ético que se practicó en el Hospital La Fe Valencia para demostrar esta estimulación del cerebro, sin que el producto penetrara en la sangre. El fundador de Vytrus nos avisa de que, a pesar del avance del desarrollo del ingrediente, aún puede tardar dos o tres años en llegar al mercado en forma de producto comercial.
Mediante las células madre de una planta, te quedas con todas las propiedades que producen esas células y las puedes aplicar, por primera vez, en la piel
Otro de sus productos es un desodorante biológico, Deobiome Noni, procedente de células madre vegetales que reduce eficazmente el mal olor corporal y respeta de manera sostenible la microbiota de la piel.
Así, han desarrollado "un sistema que hackea la comunicación de las bacterias entre sí y así se evita que se vuelvan violentas y dejan de ser perjudiciales y producir ese mal olor".
Este desodorante biológico se basa en un mecanismo de acción híbrido: un cóctel prebiótico y el cultivo de células madre vegetales, es decir, de una planta que tenía la propiedad de hackear el sistema de comunicación de las bacterias.
De hecho, la feria internacional In-Cosmetics escogió estos dos últimos desarrollos de Vytrus como los dos mejores en la categoría 'Best Ingredient Award 2020', con lo que se reconoce "el alto nivel de innovación en materias primas dentro de la industria cosmética" en todo el mundo. "Ganamos porque nos hemos fijado en lo que hacen las plantas. Esta es nuestra esencia", incide Expósito.
Además de esta producción propia, Vytrus también "desarrolla en exclusiva para otras empresas". Bien las firmas les piden el producto quieren desarrollar o bien desde Vytrus les sugieren trabajar con determinadas plantas para crear algo concreto.
En este caso, se trata de proyectos que pueden alargarse hasta los cuatros de investigación para poder desarrollar una línea celular. En una segunda fase de este modelo de negocio, la biotech española se convierte en "fabricantes de esa materia prima" para estas empresas. Así, son desarrolladores de la innovación biotecnológica y fabricantes de la misma.
Identificar el potencial de cada planta
Óscar Expósito y Albert Jané fundaron esta spin off en 2009, en plena crisis económica, fruto de la "inconsciencia", reconoce el propio Expósito. "Es cierto que nacimos en un entorno universitario, pero al mismo tiempo éramos y somos independientes de la Universitat de Barcelona como empresa".
Este doctorado en Biotecnología Vegetal, que se autodenomina 'friki' de las plantas, se especializó en las "células madre vegetales o totipotenciales". Se llama así, explica, porque "a partir de una sola de estas células se puede regenerar una planta entera y, por lo tanto, esa célula puede hacer cualquier cosa que haga la planta. Como botánico vi el potencial de esta tecnología".
Con Albert Jané compartía esa inquietud común por esta biotecnología e identificaron "su potencial para poder transferirse a otros sectores menos habituales". Y de la inquietud de estos dos emprendedores científicos surgió Vytrus Biotech para aportar soluciones al mercado que hasta entonces no existían.
Hasta ese momento, recuerda Expósito, se trabajaba con plantas se cultivan de forma tradicional, ya sea en el campo o en invernaderos, y se hacen extractos para obtener moléculas de ácidos grasos, polifenoles, alcaloides…
Pero, en estos procesos de extracción y de purificación, "solo se recuperaba una pequeña parte de lo que había en las plantas y se perdía una gran parte de lo que tenían originariamente".
Sin embargo, mediante las células madre vegetales se puede obtener un producto que viene de las plantas sin necesidad de realizar ni una extracción ni una purificación. "Te quedas con todo lo que producen estas células y lo puedes aplicar, por primera vez, en la piel". De hecho, Vytrus Biotech se ha especializado en productos tópicos, tanto para cosmética como para farmacia.
Ahora, la firma española tiene su propia planta en la que crea y desarrolla sus ingredientes activos a partir de células madre vegetales para la industria cosmética y farmacéutica que ya comercializan en 54 países.
En su planta productiva de 900 metros cuadrados producen entre 11 y 12 toneladas al año de estas células, porque con un solo kilo de esta materia prima se puede hacer el ingrediente activo para más de 2.000 unidades de cremas. De hecho, en su sala blanca, de tan solo 12 metros cuadrados, pueden generar el ingrediente activo para más un millón de unidades al mes.
El objetivo final de Vytrus es crear ingredientes innovadores para lograr productos antiarrugas, anticelulíticos, para reforzar la firmeza de la piel, así como para cuidar la piel sensible, tratamiento para psoriasis, dermatitis atópica, o acné. En definitiva, buscan desde tratar la piel sana para embellecerla y cuidarla hasta tratar diferentes afecciones de la piel.