¿Cuánto tiempo perdiste la última vez que buscarte ese dato que necesitabas, pero no recuerdas en qué documento o presentación tienes guardado? El "caos" suele apoderarse de muchos de los trabajadores de las empresas que viven del conocimiento, a la hora de almacenar y guardar ese gran tesoro que es la información y la documentación en la era digital.
A través de unos algoritmos de inteligencia artificial y de procesamiento de lenguaje natural, la startup española Flap ha desarrollado un sistema capaz no solo de acceder a la información no estructurada (textos, imágenes, vídeos e incluso audios), sino de analizarla. Esto es lo que se conoce como inside engine.
Así, con independencia del idioma del archivo, esta tecnología es capaz de detectar nombres de personas y de organizaciones, fechas, localidades, direcciones, nombres de edificios, cláusulas legales… "Todo esto se indexa y, además, se parte toda la información en párrafos, los audios y los vídeos se convierten a texto para extraer todos los datos", detalla a D+I Eudald Camprubí, cofundador y CEO de Flaps.
Cuando un usuario entra en Flaps, solo tiene que buscar la información que necesita y el resultado es "el párrafo concreto o el minuto de vídeo o audio que contiene la información que buscas sin que tengas que leer todo". Es decir, localiza no solo los documentos dónde está esa información, sino los párrafos en los que se encuentra dentro los mismos.
Además, este sistema también es capaz de hacer reconocimiento óptico de caracteres (OCR por sus siglas en inglés) para indexar el texto que se visualiza en un contenido multimedia. En definitiva, es un cruce de información, aunque esta resida en diferentes áreas de la empresa, ya sea en Google Drive, en el servidor de correos electrónicos (incluidos los documentos adjuntos), en Dropbox o en el sistema de carpetas local, por ejemplo.
Autoaprendizaje del algoritmo
Asimismo, también permite a las empresas conectarse a través de su API para sincronizar una fuente de datos concreta que empleen en su organización. En este sentido, matiza que en principio no ofrecen integración con servicios tipo chat como sería Slack, WhatsApp o el antiguo Hangout "por el ruido que generan a la hora de buscar información trascendente".
Para explicar cómo funciona la tecnología que ha desarrollado, Camprubí puntualiza que sus algoritmos "se perfeccionan en el ámbito de conocimiento de una empresa al ritmo que analiza información de la organización", por lo que, en cierto modo, se van "personalizando" en cada una de las compañías.
Los software que ayudan a las empresas a generar conocimiento "han dejado de ser útiles porque la gente se pierde", por lo que la evolución es implementar este tipo de algoritmos desarrollados para "sacar más rendimiento" a la información, con análisis e indexación.
En concreto, el sistema de Flaps funciona a través de técnicas de vectorización. Es decir, convierten todo en números, tanto la búsqueda como los resultados de la misma, para que la pregunta del usuario, por ejemplo, no tengan que ser por las típicas 'palabras clave', sino por semántica.
Evolución del emprendimiento
Tras 12 años trabajando en el desarrollo de gestores documentales para empresas, Camprubí y su socio se incorporaron en 2016 al equipo de Onna.com, compañía fundada en 2015 por Salim Elkhou y con doble sede en Nueva York y Barcelona.
Onna es una plataforma de integración del conocimiento que ha contado y cuenta entre sus clientes con compañías como Dropbox, Electronic Arts (EA), Fitbit, Lyft, NewsCorp, Facebook o Slack y que ha captado financiación por valor de 43 millones de dólares.
Posteriormente, Camprubí y su socio crearon una nueva startup, Flaps, con el objetivo de centrarse en la idiosincrasia legal del Viejo Continente. Esto les ha llevado dos años de desarrollo propio.
En la actualidad están probando su tecnología en diferentes proyectos piloto. Entre ellos, un hospital que quiere ofrecer a sus profesionales una forma de compartir el conocimiento que se genera en las llamadas sesiones clínicas.
“En estas reuniones profesionales, los médicos analizan un caso médico, sin información personal del paciente, y que contiene unas conclusiones. Estas conclusiones se analizan con Flaps y se ponen a disposición de todos los profesionales del mundo médico”. Incluidas, las transcripciones de vídeo y audio de las operaciones realizadas en cada caso.