Fueron los primeros en España que construyeron una casa empleando la impresión 3D. Ahora son los primeros del mundo en diseñar un sistema de construcción multiplanta con un ordenador y una impresora. Tienen desarrollado el prototipo y después del verano esperan concluir las pruebas para levantar un edificio de cinco plantas (de 15 m de altura) impreso completamente en 3D.
Be More 3D es la startup que, en 2018, construyó la primera vivienda de España empleando la impresión 3D. En 12 horas entregaron la obra: una casa de 24 m2. "El sistema es ahora muchos más rápido: somos capaces de construir una vivienda de 70 m2 en tan sólo 8 horas", explica a D+I Vicente Ramírez, CEO y cofundador de esta joven empresa valenciana.
En poco más de dos años han mejorado tanto su primera patente que han conseguido aumentar la velocidad de construcción y superar un nuevo reto: la construcción en altura "Hemos modificado tanto el software como la electrónica del sistema. Hemos mejorado además la impresora para conseguir un desarrollo que nos permite construir en altura".
Ahora ya comercializan su versión mejorada, un dispositivo industrial de impresión 3D para la construcción, capaz de trabajar 24/7 para construir viviendas eficaces en muy poco tiempo. Antes de que finalice el año tienen previsto construir su primer edificio piloto de cinco alturas a escala y, en un año, buscan una ronda de inversión para el lanzamiento del nuevo dispositivo al mercado.
"Estamos trabajando con la Universidad Politécnica de Valencia en el desarrollo de nuevos materiales ecológicos y realizamos las pruebas de impresión en el centro de AIDIMME (Instituto Tecnológico Metalmecánico, Mueble, Madera, Embalaje y Afines)". El software de la nueva impresora es un diseño propio que ahora adaptan para el nuevo sistema junto con el grupo I+D ARQ de la UPV.
"Ya tenemos un prototipo funcional y estamos con las primeras pruebas en los terrenos de AIDIMME en el Parque Tecnológico de Valencia", nos cuenta el CEO de Be More 3D que prefiere guardar secreto sobre su diseño por el momento.
"Ahora trabajamos con forjados prefabricados, pero estamos desarrollando nuevos sistemas estructurales para imprimirlos en 3D". De esta forma, tanto los suelos de los pisos como el propio tejado del edificio, se podrán fabricar con esta nueva tecnología.
Ya hay demanda de viviendas personalizadas
"La impresión 3D es una parte muy importante de la revolución tecnológica que por fin ha llegado al sector de la construcción", subraya Ramírez. "Ya hay demanda, ya hay mercado, tenemos encargos. La impresión 3D en arquitectura es una realidad con mucho futuro. Nos piden diseños personalizados de viviendas que sólo se pueden conseguir con la impresión 3D". Es una alternativa competitiva.
Mientras investigan en nuevos desarrollos ya tienen nuevos proyectos en marcha. En los próximos meses construirán entre 10 y 15 viviendas sociales de 40 m2 por encargo del Ayuntamiento de Albacete.
Y en Huelva planean construir alojamientos de 50 m2 para jornaleros. Incluso tienen un proyecto internacional. "Una empresa estadounidense nos ha encargado la construcción de 10 viviendas en Nigeria".
También en el sector de la construcción la tecnología se va abriendo camino. Ha sido el sector 'más perezoso' a la hora de implementar novedades tecnológicas pero el BIM, el gemelo digital o los sistemas robóticos son cada vez más frecuentes entre las obras.
"Afortunadamente parece que ya, si, el sector está actualizándose. La tecnología está impulsando la construcción como impulsa la industria. Y la impresión 3D forma parte de ese proceso de disrupción".
Arquitectura 4.0: trabajo especializado y construcción sostenible
Vicente Ramirez está convencido de que el futuro de la arquitectura pasa por la impresión 3D. De hecho, nos afirma, ya hay países que obligan por ley a emplear un determinado porcentaje de materiales impresos en 3D en la construcción para reducir la huella de carbono.
"Con la impresión 3D se reducen en un 85% los residuos, se reduce, por tanto, la huella de carbono. Es una forma más sostenible de construir". Además, se minimiza al máximo el consumo de energía asociada al transporte, Además, el dispositivo de impresión 3D funciona sin combustión, solo con electricidad.
Los nuevos materiales ayudan también a conseguir una construcción más 'ecosostenible'. "Junto a la Universidad Politécnica trabajamos en el desarrollo de una 'tinta' más ecológica empleando residuos de construcción, de canteras o geopolímeros para la fabricación de un nuevo hormigón". Reciclar para construir, uno de los mantras de la economía circular.
Otra de las grandes ventajas de esta tecnología es que "reduce en un 35% los costes de la estructura, conseguimos más rapidez en la entrega de las obras y, sobre todo, reducimos los riesgos laborales" asociados sobre todo a los trabajos en altura.
"Y generamos empleo. La tecnología no acabará con el trabajo en el sector. Al reducirse los costes -dice - se pueden construir más viviendas y hará falta contratar electricistas, fontaneros, albañiles… Eso si, serán puestos de trabajo más especializados, como ocurre en todos los sectores". La tecnología crea nuevos profesionales para ocuparse de la revolución en la construcción, para la Arquitectura 4.0.
Soluciones habitacionales en situaciones de emergencia
La rapidez con la que puede levantarse un edificio empleando esta tecnología lo convierte en el sistema ideal para afrontar situaciones de emergencia. La impresora 3D es capaz de dibujar rápidamente la estructura y los muros de carga, incluso las divisiones internas de la vivienda, los tabiques, levantando capa a capa el edificio “como si fuera una manga pastelera automática de hormigón”
José Guillermo Muñoz, José Luis Puchades, Vicente Ramírez, Laura Puchades y Miguel García son los cinco miembros de esta startup. Tres arquitectos técnicos, una encargada de comunicación/márquetin y un técnico en impresión 3D. Son emprendedores y están poniendo su 'ingenio disruptor' al servicio de la innovación en la Arquitectura 4.0.