Conductos de ventilación de un edificio.

Conductos de ventilación de un edificio. Mitchell Luo / Unsplash

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Cómo lograr un aire saludable y confortable en casa y a la vez la eficiencia energética

El fabricante español Siber apuesta por la tecnología en su sistema de ventilación con recuperación de calor que consigue un 90% de eficiencia.

14 marzo, 2021 03:31

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Conseguir un aire saludable en el interior de la vivienda, es decir, filtrado para evitar que entre la contaminación, pero al mismo tiempo que este aire sea ‘confortable’, es decir, que esté atemperado (frío o calor según la temporada del año). Si a esta fórmula se le añade la ansiada eficiencia energética, se convierte en todo un reto para los fabricantes de los sistemas de ventilación interior, que han tenido que recurrir a la innovación tecnológica para lograr la receta del éxito.

Es cierto que para eliminar aerosoles o un contaminante del aire serviría cualquier tipo de ventilación o renovación del aire: desde la ventilación natural con la apertura de puertas y/o ventanas hasta la ventilación con extracción de aire (ya sea regulable o autorregulable) o el sistema de doble flujo de ventilación.

“La diferencia de estos sistemas está en la eficiencia energética, porque todos son válidos para mejorar la calidad del aire interior de una vivienda o espacio”, explica a D+I Alberto Rodríguez, coordinador de Prescripción de Siber, uno de los fabricantes españoles de ventilación de última generación.

Siber construye desde 2006 estos sistemas de ventilación con tecnología propia y de última generación. Así, Rodríguez incide en que los sistemas que solo extraen el aire son los menos eficientes; los que controlan la humedad del interior, llamados hidrorregulables, son un 20% más eficiente que los sistemas que se autorregulan; y los que incluyen recuperación de calor elevan al 90% su eficiencia energética, es decir, “solo tiene que climatizarse el 10%”.

Y este sistema de ventilación de doble flujo con recuperación de calor, llamado EVO, es el que ha desarrollado Siber. Antes de esta tecnología, el aire que se climatizaba dentro de la vivienda se estaba expulsando a la cubierta y, en cambio, entraba aire de la calle a través de aireadores o de la microventilación de las ventanas que tenía que climatizarse. “Esto iba en contra de la eficiencia energética”, recuerda Rodríguez.

Tecnología de desarrollo propio

Por ello, la tecnología de doble flujo desarrollada por esta empresa española permite entrar aire del exterior, pero se “conduce a un recuperador de calor –un pequeño dispositivo– que se coloca dentro de la vivienda”.

Se trata de un pequeño equipo de unos 20 centímetros que “recoge el aire de extracción de la cocina y de los baños que está a la temperatura de confort de la casa y, en lugar de expulsarlo a cubierta, se queda en este dispositivo y lo cede al aire nuevo que entra de la calle filtrado para atemperarlo antes de introducirse en las habitaciones”.

Aunque es una tecnología que ya estaba en el mercado, Siber sí que tiene patentados sus recuperadores de calor con alta eficiencia energética, explica el responsable de este fabricante español.

Con este sistema, asegura Rodríguez, se produce una renovación del aire interior en la que se puede hablar de “parámetros de salud, al estar el aire filtrado, y de confort, al entrar el aire atemperado”. Además, otra ventaja clave es el “confort acústico” porque el aire se mueve por la vivienda sin necesidad de aireadores ni microventilaciones a través de la ventana, por lo que se evitan los ruidos del exterior.

Digitalización de procesos

Por otra parte, esta compañía española ha ‘aprovechado’ el confinamiento por la pandemia de la Covid-19 para llevar a cabo la digitalización de todos sus procesos internos. Así, ha desarrollado una app móvil para poder realizar informes de certificación de sistemas ventilación instalados, lo que facilita este proceso burocrático.

Además, Siber ha desarrollado una app para el usuario final de sus sistemas de recuperación de calor. Con esta app puede conectarse con el dispositivo de recuperación y, en función del CO2 y la humedad, puede gestionar la eficiencia del aire variando los caudales de ventilación y los parámetros del equipo.

“No solo es monitorización y visualización de medidas de humedad y C02, sino que también es para el control del equipo y la gestión de la calidad del aire desde la app” como si fuera un termostato. Otra de las aplicaciones que han desarrollado en Siber permite acceder a toda la documentación y fichas técnicas de todos los elementos del sistema.

A esto hay que añadir que utilizan la tecnología de realidad aumentada para acceder en 3D a todos los planos del edificio que se construye para poder integrarlo con otras instalaciones.

Muestra de la visualización de la app de realidad aumentada de Siber.

Muestra de la visualización de la app de realidad aumentada de Siber.

Además, al aplicar la metodología BIM, propia del sector de la construcción, cuentan con un valor añadido al ganar en “rapidez, inmediatez para crear unos pluggins que miden en cuestión de segundos un edificio”, así como en “precisión y fiabilidad a la hora de crear cada proyecto: lo que está dibujado es lo que se va a integrar en el edificio”.

Y es que esta empresa, que tiene ya 15 años de trayectoria, se fundó en 2006 al aprobarse el Código Técnico de Edificación. En ese momento, los fundadores de esta pyme apostaron por desarrollar soluciones de “alta eficiencia energética para mejorar la calidad del aire interior de las viviendas con el cambio de normativa”.

En una primera etapa, esta empresa incorpora un ventilador a la red de conductos de ventilación para obtener “un sistema de caudal constante de extracción” que, en realidad, sería cumplir la nueva normativa. “Hoy esta tecnología sigue siendo válida”, subraya Rodríguez, porque en este caso “los fabricantes hemos ido por delante de la normativa”.

Aun así, Siber ha ido incorporando nueva tecnología como los sistemas de caudal variable para “extraer menos cantidad de aire y ser más eficiente”. De este modo, “garantizar la calidad de aire interior” porque entra menos aire en la vivienda, lo que supone menos gasto en calentarlo o enfriarlo, según la época del año. Todo según la normativa, que establece el grado de eficiencia según los niveles de CO2.

En todos los edificios terciarios es obligatorio la recuperación de calor, sin embargo, no lo es en las construcciones residenciales, aunque es recomendable “para que el edificio cumpla con las exigencias de edificios de bajo consumo energético”, apunta el responsable de Siber.