Durante una semana al año, el barrio de Villaverde en Madrid se viste de gala para acoger el principal evento de startups de nuestro país, el South Summit. Unos días en los que el distrito más pobre de la capital recibe a cientos de personas perfectamente trajeadas, muchas de ellas que quizás no han pisado el sur de la ciudad en su vida.
La ocasión lo merece: South Summit reunió a más de 20.000 asistentes en su última edición presencial, allá por el lejano (y prepandémico) 2019. En esta vuelta a los escenarios, María Benjumea anunció que esperaba duplicar estos datos, aunque posteriormente reconoció que será complicado teniendo en cuenta las circunstancias en que vivimos.
Número arriba, número abajo, lo cierto es que en la primera jornada de la cita las colas en los accesos a La Nave eran eternos. Vaya por delante que los fallos informáticos en las acreditaciones o los estrictos controles de seguridad por la presencia pública no ayudaban. Pero la sensación era de una multitud muy concurrida, ansiosa de resituar la innovación en el eje de la agenda. Y hacerlo mirándose a los ojos (que no a la boca, recuerden las mascarillas).
En esas colas -e incluso en las casi añoradas filas para ir al servicio-, comienza el networking: todo el mundo buscando el detalle en el badge de sus compañeros de hilera para comenzar una conversación que le lleve a abrir negocio, encontrar oportunidades de inversión o alianzas de futuro.
Aunque ese constante murmullo, tan ausente durante el último año, dejó paso al silencio a media mañana, cuando la corte de emprendedores, inversores y grandes empresas alabaron la presencia del monarca de Españan por su compromiso con el ecosistema.
¿Deberíamos empezar a llamarle el 'Rey de las startups'?
La mirada del Rey
Como decimos, South Summit ha contado con el Rey Felipe VI para el acto inaugural, que ha colgado el cartel de aforo completo en el principal escenario del evento y en el que ha estado acompañado de la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida.
Don Felipe afirmó que se puede decir “con orgullo” que España cuenta con un modelo de emprendimiento caracterizado “por un alto dinamismo”, con un aumento constante de startups e innumerables proyectos. Además, añadió que, a los dos grandes centros de innovación tecnológica, Madrid y Barcelona, se están sumando otros polos repartidos por el país, especializados en áreas concretas, como Málaga, Bilbao, Valencia, Galicia o Canarias.
En este sentido, incidió en que España tiene unas “magníficas infraestructuras tecnológicas”, pero recalcó que, sobre todo, la mentalidad abierta al cambio que caracteriza a la sociedad y que se articula mediante una amplísima red de centros de formación de profesionales, parques tecnológicos, incubadoras y aceleradoras.
Asimismo, destacó que toda esta actividad de innovación está captando la atención internacional, así como que la reciente proliferación de los “nómadas digitales” es otro claro ejemplo de que España es “un destino muy atractivo para numerosos profesionales que trabajan en el sector digital de forma remota”.
Por todo ello, alabó los valores ejemplares que representan los emprendedores, como el esfuerzo, el valor, el compromiso o la dedicación, y aseguró que, gracias a su creatividad, su capacidad de anticipación y a creer en sus proyectos y llevarlos a cabo contribuyen a hacer de España una sociedad mejor y que sea hoy “un país innovador”.
Un trono emprendedor que ha de ser sostenible
Por su parte, la presidenta de South Summit, María Benjumea (ligada también a la nobleza, con el Condado de Guadalhorce como emblema de su familia) remarcó que siempre han tenido el convencimiento de que “la innovación y el emprendimiento son claves” para el desarrollo económico y la reactivación del país, al que se suma además otro factor determinante, la apuesta por la sostenibilidad. “Juntos podemos, juntos reaccionamos a la adversidad”, añadió.
La sostenibilidad ha sido de hecho un tema que ha estado muy presente en esta primera jornada del South Summit, y lo estará durante todo el evento. Por ejemplo, ha sido unos de los temas sobre los que ha versado en la conversación con el presidente ejecutivo de Telefónica José María Álvarez-Pallete.
El directivo remarcó que toda la aceleración tecnológica y los avances en el despliegue de redes son un “elemento crucial” para resolver los problemas medioambientales a los que se enfrente el mundo, probablemente los más importantes que existen actualmente.
Así, aseguró que muchos de los problemas que pensamos no tenían solución con tecnologías anteriores sí los tienen con la suma del 5G, la fibra y la Inteligencia Artificial (IA). “Si no lo hacemos es porque no queremos”, incidió Álvarez-Pallete, quien afirmó que gracias a la IA se puede lograr una “revolución pacífica y buena” si se aplica la tecnología para resolver problemas.
La corte de 'corporates', startups e inversores
Una vez retirado el trono reservado para el monarca, la corona volvieron a colocársela los emprendedores, inversores y 'corporates' que entrelazan sus aventuras en este evento multitudinario.
Así pues, el pasillo central de South Summit volvió a llenarse de stands de universidades (con el IE Business School o la Universidad Carlos III de Madrid como protagonistas), aceleradoras (corporativas -de las ya más asentadas como Wayra, TrenLab o CaixaBank a otras más curiosas como la Decathlon- e independientes, como valenciana Innsomnia) y grandes compañías deseosas de hacer de la innovación su escudo de armas (BBVA, Endesa o Ferrovial, por citar algunas).
Por la parte de startups, lo más potente de la primera jornada ha sido la puesta en escena de 'scale-ups' surgidas en nuestro país. Esto es: ejemplos en los que los emprendedores de nuevo cuño pueden fijarse a la hora de construir su particular camino hacia el trono de los unicornios.
Es el caso de Carlota Pi, cofundadopra y Executive President de HolaLuz; Esteban Granero, CEO de Olocip; Ana Maiques, CEO de Neuroelectrics, y Cristóbal Viedma, fundador y CEO de LingoKids. Suyas son las batutas del éxito, ahora corresponde a los asistentes al South Summit recoger el testigo.