La lucha contra el cambio climático ha vuelto a poner esta semana a los principales países industrializados del mundo frente al espejo y el reflejo ha sido, tal y como se esperaba, desigual y, como viene sucediendo cada vez que se habla de sostenibilidad y medioambiente, con interpretaciones para todos los gustos.
Sin embargo, en la semana en que Glasgow, bajo el paraguas de la COP26, acaparaba las miradas de medio mundo para testar el cumplimiento de los compromisos de la Cumbre de París (2015), a poco más de 1.200 kilómetros de allí, en Berlín, emergía con fuerza otro de los actores principales sin el que será imposible afrontar el reto del calentamiento global.
The Business Booster 2021, la cita anual con mayor proyección de EIT InnoEnergy celebrada este año en la capital alemana, ha corroborado que la transformación energética que el planeta necesita para frenar el cambio climático no puede obviar la concienciación social -desde el ciudadano de a pie hasta el más alto mandatario político- pero tampoco podrá acometerse sin innovación y proyectos emprendedores.
Era la primera vez desde que irrumpió la pandemia -la edición de 2019 fue en formato online- que los principales agentes del ecosistema energético europeo -startups, corporates, fondos de inversión, Administraciones públicas...- se veían las caras de forma presencial y era imposible disimular que había ganas de interactuar y retomar el contacto directo.
Las conversaciones desde minuto uno en el Hub27 de Berlín -escenario del evento de EIT InnoEnergy- no podían esconder la emoción por el reencuentro y dejaban en evidencia aún algunas inseguridades de los participantes a la hora de saludar -choque de manos duditativos, abrazos a medio ejecutar...- a aquellas personas que desde marzo de 2020 tan sólo se habían visto a través de una pantalla.
Los "ejecutores" de la transformación
Como bien indicaba el CEO de EIT InnoEnergy, Diego Pavía, en la apertura, la transformación energética que el mundo necesita brinda múltiples oportunidades de negocio para los innovadores y TBB era la cita que los protagonistas del sector estaban esperando para acelerar sus proyectos. "Somos los ejecutores de esa transformación. Tenemos una misión y la estamos cumpliendo".
Tras dos días de múltiples encuentros entre startups, inversores, corporaciones y entes públicos, el sector de la innovación energética conviene a destacar la singularidad del momento que atraviesa y que será difícil -por no decir imposible- que se repita en los próximos años.
Por una parte, la covid ha ejercido de acelerante de los proyectos innovadores y disruptores que ya se venían desarrollando, pero que necesitaban un espaldarazo definitivo para convencer a inversores y grandes compañías de su importancia en el modelo económico más respetuoso con el planeta que pide paso.
El parón económico por la covid ha demostrado que será complicado cumplir con las emisiones de CO2 que fija Europa porque, tan sólo cuando la industria 'se apagó' en la fase más dura de la pandemia, se alcanzaron esos registros. En lo que llevamos de 2021 los valores ya han regresado a cifras prepandémicas.
Eclosión de proyectos innovadores
Por otro lado, la transformación digital -que también ha pisado el acelerador durante la expansión del virus- ha sido el caldo de cultivo para la eclosión de proyectos innovadores en materia de sostenibilidad que deberán ahora someterse a una selección natural pero que, sin duda, aquellos que evolucionen a proyectos escalables y de impacto, ejercerán de pilares del nuevo modelo productivo.
Precisamente, el TBB 2021 ha sido un escaparate de por dónde discurre la innovación 'verde'. No todos los proyectos se materializarán, pero el portfolio de EIT InnoEnergy demuestra que su 'cantera' es de calado y con propuestas que no han pasado desapercibidas para los inversores internacionales.
La tercera pata de este círculo virtuoso de la innovación energética la conforman los NextGeneration: será difícil que en los próximos años el sector pueda aspirar a una inyección de capital de similar calado.
Eclosión de proyectos, efecto acelerador de la covid e inversión sin precedentes de los PERTE enmarcan el momento que atraviesa este sector pero, ¿qué opinan al respecto los emprendedores españoles que han participado en el TBB?
En líneas generales, las empresas consultadas por D+I en Berlín suscriben la excepcionalidad de la etapa que les ha tocado vivir, sin embargo, existes grados de optimismo -incluso altas dosis de excepticismo- sobre el desenlace de esta coyuntura a corto y medio plazo.
El COO y cofundador de BeePlanet, Agustín Idareta, asegura que "se prevé dos o tres años buenos" de la mano de los fondos europeos pero matiza: "Hay que pensar en el año cuatro". E insiste en el riesgo de "dopar al sistema". "Será una selección natural la que permita sobrevivir a aquellos proyectos de mayor impacto que son realmente escalables", indica.
Por su parte, Cristina Corchero, fundadora de Bamboo Energy, spin-of del Instituto de Investigación en Energía de Catalunya (IREC), corrobora que tras el impacto de la covid existe "una mayor receptividad" por parte de los inversores y las corporates por los proyectos de innovación energética y que la coyuntura de la pandemia ha ayudado a poner el foco en este tipo de emprendimiento tecnológico.
Respecto al efecto real de los NextGeneration, también hay sitio para el excepticismo y la contención de la euforia. El CEO y fundador de Smart Monkey, Xavi Ruiz, prefiere mantenerse en el terreno de la incredulidad y valorar su posible impacto dentro de un tiempo. "Habrá que verlo", soslaya.
NextGeneration: entre el optimismo y el escepticismo
También se muestra a la expectativa Luis Navarro, COO de Zeleros, una de las dos únicas soluciones europeas de hyperloop, un sistema de transporte que consiste "en una especie de tubo de vacío en el que se desplazan los pasajeros o las mercancías".
"Habrá que ver cómo se gestionan los fondos y deberían ir realmente a proyectos de gran impacto. No puedo no ser optimista y pensar que los políticos van a dejar pasar la oportunidad de que nos llegue tanto dinero. Lo comprobaremos en los próximos años", sentencia Navarro a D+I.
Cabe destacar que otras voces más críticas con el evento sostuvieron a D+I que esperaban una mayor presencia de inversores internacionales tras dos años de 'parón' presencial y que aún subsiste un alto grado de incertidumbre en el sector sobre su futuro más inmediato. En cualquier caso, todos convienen en el punto de inflexión que están atravesando.
Lisboa recoge el testigo de Berlín
Junto a las mesas redondas sobre dinero 'verde' e inversión, hidrógeno verrde y nuevas fórmulas de movilidad, el TBB 2021 también reconoció a Vilisto como statup ganadora de las pitching sessions. Se trata de empresa alemana que desarrolla termostatos de radiadores de autoaprendizaje, que ya fue reconocida en 2020 con el Premio Alemán a la Innovación para el Clima y el Medioambiente.
VoltStorage, dedicada a la fabricación de baterías sin litio, y Pionierkraft, que permite a las personas compartir energía renovable autogenerada, se llevaron el segundo y tercer puesto de la competición.
Berlín pasa el testigo de la innovación energética a Lisboa. La ciudad lusa recoge el guante de la capital alemana en el reto de definir la transformación energética que ya llama a la puerta y será la sede del TBB 2022. La próxima página de este sector estratégico para la lucha contra el cambio climático comienza a escribirse de nuevo.