Hay pequeños proyectos disruptores que están llamados a marcar un punto de inflexión en la obtención de nuevas tecnologías que permitan a la sociedad actual afrontar retos como el cambio climático y la transición energética.

No tienen -todavía- detrás grandes partners tecnológicos ni fondos de inversión que sostengan su estructura, pero son ricos en lo más importante: un proyecto prometedor, ideas claras y pasión por lo que hacen.

La startup vasca Arrecife Energy Systems representa el paradigma de estos emprendedores que son la cuna de la tecnología del mañana.

En un momento de encarecimiento sin precedentes de la energía y con la asignatura pendiente de construir un inaplazable nuevo modelo energético más respetuoso con el planeta, Arrecife Energy Systems irrumpe en el escenario como una bocanada de aire fresco.

La startup nacida en Bilbao aprovecha la energía de las olas para producir electricidad. Es fruto de una investigación del profesor José Javier Doria en el campo de la mecánica de fluidos.

De izquierda a derecha: José Javier Doria, Óscar Villanueva e Íñigo Doria, fundadores de Arrecife Energy Systems.

Experto en esta disciplina desde hace más de 25 años, diseñó un sistema compuesto por turbinas que imita el comportamiento de los arrecifes de coral, una formación que es capaz de absorber gran parte de la energía de las olas.

El germen de Arrecife Systems hay que buscarlo en el momento en que su hijo, Iñigo Doria, con formación en Administración y Dirección de Empresas y Gestión de Patrimonio, le planteó dar forma a su idea, y poner en marcha el proyecto como una nueva forma de extraer energía renovable del mar mediante una técnica más eficiente.

En 2016, Iñigo Doria junto a su amigo Óscar Villanueva y su padre, José Javier Doria, patentaron esta tecnología. Arrecife Energy Systems acababa de convertirse en una realidad.

Durante un año, Íñigo compaginó sus funciones como CEO de Arrecife y su puesto en otra gran corporación, Crédito y Caución. En 2017, la startup vasca fue seleccionada para pasar una estancia en el MIT, en Boston, e Iñigo decidió lanzarse a la aventura y centrarse al 100% en el crecimiento de la empresa.

Miembros del equipo durante el paso de Arrecife por el MIT (Boston).

Tras el trayecto andado, Arrecife aspira en la actualidad a posicionarse como la tecnología de producción de energía renovable a partir de las olas del mar que puede ayudar a cambiar el panorama energético actual.

"El 90% de las tecnologías actuales son sistemas tipo boya, llevan muchos años en fase de investigación, y aprovechan solo el movimiento vertical de las olas. Sin embargo, la tecnología de Arrecife que imita un arrecife de coral rompiendo el oleaje, se beneficia de todo el potencial energético de las olas, no sólo en la componente vertical, sino también en la horizontal, lo que supone una mayor eficiencia y producción", explica a D+I Iñigo Doria, CEO de Arrecife.

Abastecer de energía a islas y lugares aislados

El responsable está convencido del gran potencial de su tecnología. "Existen multitud de aplicaciones para nuestra tecnología, desde la generación a gran escala para la inyección en la red eléctrica hasta el abastecimiento de energía a islas o lugares aislados, donde la generación de electricidad puede ser muy costosa o contaminante".

"Nuestra tecnología es escalable y modular, lo que nos permite realizar diseños de diferentes potencias abarcando diferentes mercados, de baja y alta potencia", matiza.

Además, el proyecto está encaminado a optimizar toda la energía que se puede extraer del oleaje. "Creemos que para extraer energía de las olas hay que oponerse a ellas y hacerlas explotar, que es cuando descargan toda su energía. Por ello, Arrecife ha creado un sistema flotante con múltiples turbinas de flujo cruzado con la función de romper ese oleaje".

A su vez, dichas turbinas están conectadas a generadores eléctricos, que son accionados por la fuerza del oleaje y producen electricidad.

Un remolcador lleva la plataforma flotante de Arrecife Systems a alta mar.

Otro de los aspectos que diferencia su tecnología de otras soluciones similares del mercado es su único punto de anclaje, frente a los tres o seis que requieren sus competidores para funcionar.

"Esto nos permite disminuir los costes de instalación y mantenimiento de nuestros equipos, algo muy importante ya que cualquier operación en el mar es muy intensiva en capital", relata el CEO.

Dentro del proyecto EuropeWave

En la actualidad, la startup está centrada en mejorar su tecnología dentro del proyecto europeo EuropeWave, en el que compite con otras seis tecnologías de toda Europa para testar un sistema a tamaño real entre 2023 y 2026.

"A lo largo de estos últimos meses hemos estado trabajando en nuestra propuesta, y ahora estamos fabricando un modelo a pequeña escala para obtener múltiples datos de comportamiento y producción en el laboratorio", argumenta.

"Con ello esperamos pasar a la siguiente fase de la competición a finales del año, donde trabajaremos otros aspectos importantes como la electrónica de potencia y control", apostilla.

La evolución del proyecto hubiera sido imposible sin la contribución de todo el equipo:  José Javier Doria, Iñigo Doria y Óscar Villanueva, al que en 2021 se sumó Rafa Urrutia, especializado en Economía e Ingeniería Industrial y un amante del surf.

Más apoyo público a "proyectos de país"

Los emprendedores son conscientes del potencial de su proyecto, pero también de las dificultades que tendrán que sortear en el futuro. En este contexto, reivindican un mayor esfuerzo público para que ideas disruptoras como la suya puedan llegar a buen puerto.

"Faltan instrumentos para sacar proyectos industriales en nuestro país. Competimos con proyectos internacionales que han recibido grandes inyecciones de dinero de sus respectivos gobiernos, donde sí entienden que determinados sectores exigen de un apoyo institucional para prosperar y son considerados proyectos de país".

"Esto provoca que estemos en desventaja y no podamos ser punteros en determinados sectores, lo que lleva a que grandes ideas se queden en el cajón o no prosperen", soslaya Íñigo Doria. 

Respecto a ayudas europeas como los Next Generation, añade: "Es casi imposible alcanzarlos, por la exigencia de avales o de grandes aportaciones de inversores privados que no están dispuestos a participar en proyectos tan a largo plazo y riesgo", apostilla.

Sin duda, encontrar la fórmula precisa para que estas propuestas disruptoras no se queden en el olvido y ayuden a construir el nuevo modelo energético es uno de los mayores retos de nuestros días. Arrecife Energy Systems sigue avanzando contra viento y marea. Rompiendo dificultades en "la componente vertical y horizontal". En eso son expertos.

 

 

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