El sector legal es una de las áreas de la economía más rezagadas en implementar las nuevas herramientas que brinda la digitalización y que permiten automatizar muchos procesos internos para permitir a las compañías centrarse en las necesidades del cliente. Aun así, "hay compañías que están haciendo grandes cosas en este país".
Así lo reconoce a D+I Laia Moncosí, CEO de Lawyers for Projects, una firma pionera de servicios legales flexibles dentro del segmento de los ALSP -Alternative Legal Service Provider- a la que la pandemia y el impulso de la digitalización posterior le pilló ya 'con las manos en la masa'.
Lawyers for Projects es una empresa nativa digital que echó a andar en 2017. Cuando la cuarentena nos encerró en nuestras casas y paralizó la economía, su día a día no cambio tanto. De alguna manera, como explica Moncosí, la emergencia sanitaria no hizo más que permitirles desplegar todo el potencial de su proyecto.
[La digitalización del compliance, una realidad inevitable]
En la primera línea de la transformación digital del sector legaltech -en concreto de los ALSP- desde sus inicios, con el foco muy puesto en la mediana y gran empresa, esta compañía da un paso adelante en su proyecto disruptivo al incorporar ahora la inteligencia artificial a su proyecto.
D+I conversa con la CEO de la compañía, Laia Moncosí, conversación a la que también se une Raquel Arenas (socia), sobre el momento de inflexión que atraviesa su propuesta legal y tecnológica.
Ambas han estado muy involucradas en el desarrollo de la herramienta de IA y son sabedoras de lo especial del momento y de que, en un sector muy tradicional y poco dado a contar con empresas lideradas por mujeres, ellas son un referente para miles de mujeres.
¿Cuál es el nicho de mercado dentro del sector legaltech en el que estáis abanderando la transformación digital?
Somos un modelo de prestación de servicios legales y fiscales que se apoya en talento flexible, es decir, abogados independientes que trabajan por proyectos, y que nosotros contratamos para determinados proyectos. Y lo hacen con una metodología de proyecto que es tan poco habitual en el sector legal, donde se tiende más a poner el cronómetro y trabajar sobre la marcha.
Al talento flexible y los proyectos le sumamos la tercera pata: la tecnología, y lo hacemos con una doble vertiente. Nacimos digitales, fuimos de los primeros en aplicar de una forma global a los proyectos la firma electrónica. Recuerdo que los clientes nos preguntaban si estábamos seguros de lo que hacíamos.
Nacimos digitales. Fuimos pioneros en aplicar de una forma global la firma electrónica a los proyectos: los clientes nos preguntaban si estábamos seguros
Utilizamos la tecnología no sólo de cara al cliente, que también siempre y cuando mejore el proyecto y la experiencia, sino también internamente. Todo nuestro proceso está totalmente automatizado y digitalización y ahora, demás, tiene una herramienta de inteligencia artificial.
Por lo tanto, Lawyers for Projects es una compañía nativa digital y, además, un proyecto pre-pandemia. ¿Cómo os afectó la emergencia sanitaria?
Fue un antes y un después. Nosotros ya hablábamos de trabajar en remoto, con herramientas digitales, con metodología de proyecto. Toda esta forma de trabajar se ha despertado muchísimo a raíz de la pandemia, pero nosotros ya lo teníamos puesto en marcha.
De alguna manera, la covid y la necesidad que tenía la sociedad y las empresas de digitalizarse nos permitió desplegar todo el potencial que verdaderamente tenía nuestro proyecto.
Pocas empresas pueden decir que al día siguiente de decretarse el confinamiento nos fuimos a casa y era exactamente lo mismo, porque ya trabajábamos en la nube, teníamos todo el sistema de videoconferencias como un modo habitual de comunicarnos.
A partir de ahí, es cierto, fue mucho más fácil convencer al cliente potencial de que otras formas de trabajo funcionaban.
¿A qué tipo de compañías se enfoca vuestra empresa?
A los departamentos legales y fiscales de grandes y medianas compañías y también a los despachos de abogados, aunque estos últimos en menor medida.
Por tendencia natural encajamos en este tipo de empresas, es verdad que a veces tenemos alguna de menor tamaño, pero la gran mayoría responde a ese perfil.
¿Cómo surge esta nueva herramienta y qué valor añadido dais al cliente?
Llevamos trabajando en este proyecto dos años y medio. Nos pusimos a ello en 2022 por una cuestión de presupuesto y tiempo, es un tema que copa buena parte de nuestra disponibilidad.
Es una herramienta que tiene un efecto, evidentemente, externo, pero es interna. Y para entender qué supone para nosotros lo mejor es explicar el contexto.
Nosotros empezamos hace cinco años con 10 abogados, ahora somos más de 120. Al principio, casar las necesidades de un proyecto el perfil o los perfiles adecuados lo hacíamos manualmente.
Conocíamos a nuestros 10 abogados, el cliente nos contaba sus necesidades y decidíamos. Pero la compañía ha ido creciendo, Raquel, por ejemplo, no está desde el inicio sino que se incorporó luego, y todo ese conocimiento de los abogados se hace más complejo.
Con la inteligencia artificial casamos necesidades de empresas con el perfil o los perfiles más adecuados en cada caso
Tenemos una base de datos muy potente con datos de todos nuestros profesionales, que ellos mismos nos facilitan. Y también construimos una base de datos en la que recopilamos la información de todas las necesidades de nuestros clientes para unos determinados proyecto.
Con la herramienta de inteligencia artificial casamos necesidades con perfil o perfiles más adecuados desde expertice técnico, experiencia, de habilidades de trabajo, incluso de intereses y motivaciones...
Esa ingente cantidad de información es imposible de procesarla 'humanamente' como lo hacíamos al principio. Y estamos muy contentas porque cada vez que hacemos un 'match' es muy satisfactorio.
(Se incorpora a la conversación Raquel Arenas -socia-, muy involucrada junto a Laia en el desarrollo de la inteligencia artificial dentro de Lawyers for Projects). ¿Está ya operativa la herramienta?
Desarrollar esta herramienta ha sido un trabajo muy exigente porque nos ha sacado de nuestra zona de confort, pero ahora lo estamos celebrando
Raquel: Sí, la estamos celebrando -sonríe de forma cómplice a Laia-. Ha sido un arduo trabajo y muy exigente el que hemos afrontado hasta llegar aquí. Al final, ha sido salir de nuestra forma de confort porque nosotras nos hemos formado en ser abogadas y en entender el sector legal.
¿Está preparado el sector legal en España para abrazar estas nuevas propuestas tecnológicas?
Laia: Lo que está pasando en el sector legal, concretamente en el sector de la abogacía de los negocios en el que nosotros estamos, es que las empresas están empujando a los propios abogados a digitalizarse y automatizarse.
Las empresas son las que palpan, las que están en contacto con el mercado cada día y son ellas las que propician este cambio. No puede ser que ellas en su ecosistema empresarial vayan a una velocidad y que los abogados vayan a otro totalmente distinto.
Los grandes despachos están abriendo una nueva forma de hacer las cosas, de forma tímida aún, porque ven que, de lo contrario, se van a quedar atrás
Por ello, creo que las firmas de abogados están siendo empujadas a digitalizarse por sus propios clientes de empresas y sí es cierto que los grandes despachos están abriendo una nueva forma de hacer las cosas, de forma tímida aún, pero es palpable, están viendo que, de lo contrario, se van a quedar atrás.
En España vamos más retrasados en este proceso que en el mundo anglosajón, pero se avanza que es lo importante.
Raquel: También es muy importante abrazar la digitalización internamente; trabajar tus procesos y hacerlo de cara a terceros, algo que es bastante complejo en este sector.
En las líneas estratégicas de estas firmas de abogados seguro que figura la digitalización, pero en la práctica, aún falta camino por recorrer.
Como mujeres directivas liderando en este sector, Laia y yo somos la excepción. Es difícil encontrar otro caso
¿Y el papel de la mujer en el sector legaltech? ¿También hay aquí una larga travesía por recorrer?
Laia: En este sector en puestos de responsabilidad faltan mujeres. En la mayoría de despachos, la gran mayoría siguen siendo socios. Y, aunque hemos avanzado, estamos muy lejos del 50%.
Ha habido una cierta mejora en los últimos años, pero hay que propiciar el cambio desde las bases. Hacerlo desde arriba, es complicado. Y en el sector legal, hay que llevarlo a cabo empezando por las universidades y todo lo que tenga que ver con la innovación, la mujer y la tecnología.
Raquel: De hecho, como mujeres directivas liderando en este sector, Laia y yo somos la excepción. Es difícil encontrar otro caso.