Uno de los principales problemas de la conocida como España vaciada es la falta de conexiones con los grandes núcleos urbanos, una falta de infraestructuras que, junto al déficit de oportunidades laborales, aboca a parte de su población, sobre todo a las nuevas generaciones, a abandonar el ámbito rural en busca de un futuro mejor.
Sin embargo, el sector tecnológico ofrece en la actualidad propuestas muy interesantes para revertir este proceso que, además, incluyen otra perspectiva clave: la sostenibilidad.
Con la amenaza del cambio climático tocando a la puerta no sólo se trata de que los habitantes de las zonas rurales y de las zonas metropolitanas de las grandes ciudades puedan desplazarse con facilitad, sino que, sobre todo, lo hagan de una forma respetuosa con el medio ambiente.
En este escenario, Castilla-La Mancha y, en concreto, la ciudad de Cuenca, han puesto en marcha una disruptora propuesta de transporte bajo demanda, de la mano de la startup alemana Ioki, la española Rubiocar y el proveedor de servicios de movilidad MUFMI.
Es difícil que un vecino de uno de los más de cien pueblos del área de influencia de Cuenca pueda tener un autobús en la puerta de casa cuando lo necesite... pero ¿y si la tecnología lo permitiera?
Durante las horas pico, los autobuses funcionan de forma regular; fuera de ese horario, los minibuses prestan servicio a los usuarios según sus necesidades
Eso es lo que consigue Ioki gracias al modelo de transporte digital, inteligente y sostenible que ya está en marcha desde el pasado febrero y que, gracias a un total de 15 autobuses lanzadera, dan servicio a los vecinos de más de 112 poblaciones de pequeño tamaño cercanas a Cuenca.
Su propuesta que, según explican desde Ioki a D+I, se prevé ampliar en otros puntos de la geografía española, y también a países como Italia, Francia o Reino Unido, no ha pasado desapercibida en el ecosistema emprendedor español y esta startup de origen alemán fue la ganadora en la pasada edición de eMobility Expo World Congress en Valencia, en la categoría Mejor solución pública de movilidad sostenible.
Pero ¿cuál es la apuesta de valor de Ioki y cómo pretende revolucionar gracias a su software el transporte compartido en las regiones rurales más despobladas? Su propuesta disruptora es clara: la startup alemana suministra la aplicación y el sistema operativo digital para el proyecto, que ofrece una combinación de servicio de autobús programado y transporte sensible a la demanda.
De esta forma, la eficiencia es máxima. Durante las horas pico, los autobuses funcionan en servicio regular. Fuera de esos horarios, los minibuses operados por Rubiocar funcionan sin una ruta u horario fijo, pero de acuerdo con las demandas de los pasajeros.
Un algoritmo para una solución sostenible
El algoritmo de ioki agrupa las solicitudes y, por lo tanto, mejora de manera sostenible el transporte en las zonas rurales al primer la eficiencia en todos los trayectos con el consiguiente ahorro en combustible y en tiempo de espera para los usuarios.
"Nuestro objetivo es utilizar tecnologías digitales y ofertas multimodales conectadas para permitir que más personas tengan movilidad individual sin sus propios automóviles y hacer que el transporte público sea más atractivo para las personas en general. Con efectos positivos medibles también para la protección del medio ambiente y el clima", explica a D+I Michael Barillère-Scholz, CEO y cofundador de Ioki.
"Con la ayuda de la digitalización y las soluciones de movilidad flexible como parte del transporte público, podemos cerrar la brecha entre el transporte público y la movilidad individual, a menudo centrada en el automóvil, para crear una movilidad pública individual flexible y orientada a la demanda", añade el CEO.
En concreto, gracias al algoritmo desarrollado por ioki, las solicitudes de viaje se agrupan de forma eficiente en las rutas más óptimas en cada caso. A través del llamado ride pooling, los vehículos solo viajan cuando realmente se necesitan y recogen a los pasajeros prácticamente en la puerta de su casa.
Tres aplicaciones que interactúan
Su sistema operativo consta de tres aplicaciones individuales que interactúan entre sí. En primer lugar, el centro de control, a través del cual, el operador siempre tiene una visión general del servicio, controla toda la programación y puede intervenir en la operación en cualquier momento, incluso con poca antelación, si es necesario.
En segundo lugar, se cuenta con la aplicación para los pasajeros, que les brinda todas las prestaciones en una sola solución; desde la solicitud de viaje hasta la reserva y el pago.
En la aplicación de ioki para los pasajeros, los usuarios pueden solicitar el viaje, hacer la reserva e, incluso, pagar el servicio
Por último, ioki ofrece la aplicación para vehículos, que proporciona toda la información relevante para el viaje en un vistazo y está desarrollada tanto para el transporte con conductor como para el autónomo.
Ioki está celebrará el próximo verano su quinto aniversario con el objetivo de llegar a los 3 millones de pasajeros en su plataforma para entonces. Como proveedor de software para soluciones bajo demanda, aspira a desempeñar "un papel de liderazgo en términos de tecnología, crecimiento centrado en el cliente y presencia en el mercado".
Ioki en Europa
Por ello, actualmente está ampliando su presencia en otros países europeos, especialmente en España, pero también en Italia y Francia, así como en el Reino Unido.
En el área DACH, es uno de los principales proveedores de plataformas para soluciones de movilidad flexible en el transporte local.
"Estamos particularmente orgullosos de ser uno de los pioneros en lo que respecta a la conducción autónoma y basada en las necesidades en el transporte público, una tecnología que será cada vez más importante en el transporte local en los próximos años", precisan desde la compañía alemana.
En la expansión y consolidación de estas estrategias España va a ser una pieza clave para la startup de movilidad sostenible y, las primeras impresiones, tendrán a Castilla-La Mancha y la provincia de Cuenca, como epicentro de la disruptora propuesta que persigue atar población al territorio y vertebrar la geografía.