Saber en qué parte de la ciudad la contaminación es más preocupante y comprobar qué políticas medioambientales están dando resultados y cuáles no. Podría parecer ciencia ficción o materia solo reservada para los agraciados con dotes adivinatorias, pero nada más lejos de la realidad.
La lucha contra el cambio climático es uno de los retos que afronta nuestra sociedad y la ciencia y la tecnología ya ofrecen herramientas precisas para tratar de revertir esta tendencia. Breeze Technologies es un claro ejemplo de ello.
La startup ha conseguido traer hasta el presente "el sistema de gestión de la contaminación del aire del futuro", afirma a D+I Robert Heinecke, fundador y CEO de la compañía. Y su mejor carta de presentación son los resultados de su tecnología.
"De lo que estamos más orgullosos es de nuestros éxitos en la limpieza del aire en las ciudades con las que hemos estado trabajando. En un caso concreto, las acciones recomendadas por nuestra IA permitieron reducir en casi un 20% la calidad del aire".
La startup está en la primera línea de las soluciones que no sólo están ayudando a las ciudades a reducir sus niveles de contaminación, sino que ahora también se ha adentrado en otras líneas de investigación prioritarias para la conservación del planeta.
Entre ellas, está desarrollando un sistema para la prevención de los incendios forestales basado en la calidad del aire y, concretamente este año, también centra sus esfuerzos en establecer férreas alianzas con otros actores en el campo de las ciudades inteligentes y la movilidad inteligente.
Cabe destacar que Breeze Technologies forma parte de Santander X 100, la comunidad global con los proyectos más destacados de Santander X y a la accedieron al resultar una de las startups ganadoras de Santander X Global Award. Santander X es la iniciativa de Banco Santander que ofrece a los emprendedores y pequeñas empresas acceso a los recursos que les permitan crecer y progresar.
Pero ¿cómo surgió este prometedor proyecto disruptor y qué le diferencia de otras propuestas? Para ello hay que remontarse al invierno de 2014, durante una estancia de Robert Heinecke en Estambul.
"Esta ciudad tiene problemas con la contaminación del aire debido a su problema de tráfico, sistemas de calefacción antiguos y patrones climáticos de inversión frecuente. A veces, apenas podía ver el otro lado de la calle, ¡el smog era tan malo! Tratando de profundizar, fue realmente difícil encontrar datos reales sobre el problema", relata el fundado.
Aprendí que las tecnologías de monitoreo de la contaminación del aire se habían estancado en los años 70 y las ciudades dependían solo de unos pocos puntos de datos
"Aprendí que las tecnologías de monitoreo de la contaminación del aire se habían estancado en los años 70, y las ciudades dependían solo de unos pocos puntos de datos, además de una gran cantidad de conocimiento y experiencia, para impulsar la acción del aire limpio", añade.
Ese fue el germen de Breeze Technologies: utilizar sensores a pequeña escala junto con análisis avanzados y aprendizaje automático "para desarrollar el sistema de gestión de la contaminación del aire del futuro".
"Con el tiempo, nuestro equipo creció. Con experiencia adicional en ciencias ambientales, ciencia de datos, ingeniería de software y hardware y aprendizaje automático, ahora contamos con todas las competencias necesarias en nuestro equipo para luchar por un aire más limpio en nuestras ciudades de todo el mundo", precisa.
Para ello, la compañía ha desarrollado un sistema de calibración basado en la nube que ingiere los datos de sus sensores y corrige diferentes influencias externas, como el clima y las sensibilidades cruzadas. "Tras calibrar los datos para toda la ciudad, podemos entrenar una inteligencia artificial para saber qué acciones de aire limpio tienen éxito o fallan y en qué circunstancias".
Los retos de futuro
El objetivo a largo plazo de Breeze Technologies es ambicioso, ya que persiguen crear un asesor robótico que pueda respaldar las decisiones municipales para decidir qué acción de aire limpio implementar y dónde con el objetivo de obtener el mayor impacto posible.
Actualmente la startup está presente en 11 países en 3 continentes y, aunque en sus primeros momentos se centró en el mercado de control y gestión de la calidad del aire, en los últimos años ha desarrollado un sistema de detección de incendios forestales basado en la calidad del aire, que actualmente está probando en Alemania, EEUU, Canadá y otros países.
Además, en 2023 se está centrando en desarrollar alianzas con otros actores en el campo de las ciudades inteligentes y la movilidad inteligente. "Si bien las ciudades han estado implementando soluciones individuales en el pasado, es decir, soluciones que utiliza un solo departamento, vemos una tendencia hacia soluciones de ciudades inteligentes más integradas que sirven para múltiples propósitos", asevera el CEO.
Sus retos de futuro vienen avalados por el reconocimiento que ya ha cosechado su tecnología y la confianza que ha despertado por parte de instituciones como la Comisión Europea, el Departamento de Seguridad Nacional de EEUU, capitales como Vilnius en Lituania y empresas como Microsoft; además de haber recibido premios de la UE, la NASA, el Gobierno alemán y múltiples organizaciones de las Naciones Unidas.
El equipo, su capital más valioso
Su equipo es el capital más valioso de la startup y está compuesto por 20 personas. "Nuestro equipo está formado por ingenieros y científicos ambientales, ingenieros de software y hardware, así como diferentes perfiles empresariales. Tenemos personas de siete naciones diferentes en nuestro equipo y celebramos su diversidad". Además, la startup continúa con las contrataciones este año.
Y es que para resolver un problema lo primero es reconocerlo y poder cuantificarlo. Con Breeze Technologies y su sistema de calibración de datos, las ciudades lo tienen un poquito más fácil en su particular lucha contra la contaminación y el cambio climático.