La motivación es la gasolina que nos define como seres humanos y sin la cual, abordar cualquier aspecto de nuestra vida se convierte en misión imposible o, cuando menos, está condenado a obtener un resultado en su versión más descafeinada.
El refrán Más hace quien quiere, que quien puede define exactamente esta idea que, trasladada a una sociedad cada vez más digital y tecnológica, abre la puerta a la implementación de nuevas soluciones que permitan convertir el aprendizaje y la formación una tarea divertida y motivadora.
Una startup cordobesa ha sabido dar respuesta a esta necesidad a través de su plataforma que gracias a las gamificación y la realidad virtual construye mundos virtuales para aprender jugando, reducir las distracciones que se generan durante el proceso y, lo más importante, mantener la motivación del usuario al tiempo que ofrece datos derivados de su aprendizaje de gran valor para su mejora.
Se trata de Eonesia, una de las startups premiadas recientemente con el Premio EmprendeXXI que concede Caixabank con el apoyo de ENISA, perteneciente al Ministerio de Industria y Turismo.
Su tecnología ya está permitiendo abordar la enseñanza reglada y la formación de las empresas con un cambio total del paradigma. Detrás del proyecto, existe una historia de emprendimiento y superación personal de sus impulsores, convencidos del potencial de la tecnología para cambiar el mundo y mejorar la vida de las personas.
Rafael Dorado es el CEO de Eonesia. Se autodefine como emprendedor -por supuesto, aunque matiza que la evolución natural de su trayectoria lo ubica en la actualidad más en la faceta de empresario-.
Y, en conversación con DISRUPTORES - EL ESPAÑOL lanza una idea que es una manifestación de intenciones a todas luces: "soy un ingeniero informático al que no le gusta programar, pero sí resolver los problemas de la gente".
De espíritu inquieto, creativo, abierto a colaborar con aquellos que puedan sumar en sus retos personales y profesionales, Dorado destaca al equipo como "lo importante de Eonesia". "Son esas personas las que hacen posible que estemos transformando la forma de enseñar y adquirir conocimientos", indica a esta redacción.
Con perfiles muy diversos, los cuatro socios fundadores -Sergio Vegas, Álvaro Linares, Rafael Dorado y Carlos Gallego- provienen de la rama de la ingeniería y la tecnología está grabada a fuego en su ADN.
"Pero destaca, sobre todo, las ganas, ambición e ilusión que el equipo pone a cada proyecto. Especializándonos cada uno en una rama principal de la empresa, hemos conseguido crear un dream team al servicio de la formación", reconoce con orgullo Dorado.
El equipo fundador de Eonesia se complementa con un CMO con más de 20 años de experiencia y suma talento joven a su plantilla, "dando oportunidades con becas a estudiantes cada año".
Una historia de aprendizaje y emprendimiento
"Hemos incorporado dos de ellos después de su periodo con nosotros. De hecho, ya son tres los alumnos de prácticas que fueron formados por nuestra anterior empresa hace ocho años, cuando se encontraban en la ESO y les impartíamos enseñanza", precisa el CEO.
Y es que para que Eonesia viera la luz en julio de 2022, sus impulsores tuvieron que recorrer previamente un camino de intenso aprendizaje en Robokids, otro proyecto con sello cordobés en el ya comenzaron a tener claro que enseñanza, formación y tecnología eran vagones de un mismo tren.
Pero para entender aquellos inicios es necesario hablar de Silicor Valley y de su propuesta, al estilo emprendedor norteamericano, de crear un coliving en Córdoba donde reunir a emprendedores y generar sinergias y una gran comunidad.
"Los cuatro fundadores de Eonesia somos amigos y llegamos a vivir juntos en aquella comunidad emprendedora, nos fuimos a vivir a un chalet con una propuesta que ha dado muy buenos frutos y que, incluso, ha captado la atención de medios de comunicación internacionales. El trabajo en equipo y coordinación era dos de los factores que ya estaban más que superados cuando decidimos crear Eonesia", describe.
Pero ¿cuál es la clave de su propuesta disruptora edtech? Su propueta transforma el método tradicional de formación en un proceso aprendizaje y enseñanza en el que el usuario es el protagonista.
A través de experiencias de aprendizaje de forma gamificada en mundos virtuales los alumnos aprenden, repasan o evalúan conocimientos, dando lugar a una nueva herramienta en los procesos formativos del mundo educativo y de la empresa.
Para ello sus tres pilares son la realidad virtual y los entornos inmersivos, la gamificación y el big data.
Mediante la realidad virtual, Eonesia mejora la retención, el rendimiento y disminuye en hasta un 80% el porcentaje de distracción. "Cuando el alumno está motivado es más fácil mantener la atención en aquello que se está realizando y ahí la gamificación y la obtención de premios y recompensas también son la clave".
Eonesia apuesta por un aprendizaje activo, que sea significativo para el alumno y que busca su interacción con el entorno.
Formación empresarial y RRHH
Además de la formación y enseñanza reglada, Eonesia también ha despertado el interés de los departamentos de Recursos Humanos para impartir formaciones a sus empleados de forma atractiva y efectiva.
"Transformamos un proceso aburrido en algo divertido y permitimos medir tanto la motivación como aspectos psicológicos del usuario", indica el cofundador.
"A través de efectos visuales, imágenes 3D y el soporte que nos brindan neurocientíficos, somos capaces de aumentar la motivación y reducir la distracción en un 80%"
Su tecnología permite a las compañías obtener una herramienta para retener talento y mejorar la relación con el empleado, dado que facilita un análisis exhaustivo del big data que generan los usuarios en su plataforma.
"A través de efectos visuales, imágenes 3D y el soporte que nos brindan neurocientíficos, somos capaces de aumentar la motivación y aportar a las empresas interesantes datos que, de ningún modo sustituyen a las personas del departamento de Recursos Humano, sino que son sus aliados", puntualiza Rafael Dorado.
Un 2024 ambicioso para la 'edtech'
Este año, tras el espaldarazo y visibilidad que le ha conferido el Premio EmprendeXXI, la startup cordobesa centra su estrategia en avanzar su plataforma tecnológica hacia la Enseñanza Secundaria, Bachillerato y FP, al tiempo que pisa el acelerador en sus servicios a empresas.
Además, aquella comunidad llamada Silicor Valley ha dado fruto a una nueva iniciativa, un Club Empresarial, donde a igual que los fundadores de Eonesia han pasado ya de emprendedores a empresarios, se trata de ayudar a atraer y retener talento.
"Lo primordial aquí son las personas, no el cargo institucional o empresarial que tienen. Todos son bienvenidos siempre que vengan a aportar, a crear comunidad y a ayudar a las empresas a acceder al mejor talento", concluye Rafael Dorado.
Sin duda, una iniciativa, de emprendedores para emprendedores -ahora ya empresarios, como puntualiza Dorado-, síntoma inequívoco del nuevo estadio de madurez del ecosistema emprendedor español.