Una plataforma basada en ‘blockchain’ para democratizar la inversión en renovables
Crowmie permite a "gente sin un alto poder adquisitivo" participar en un mercado al alza, con una rentabilidad pactada. En un año ya ha atraído 1,1 millones de euros.
5 julio, 2024 01:41La palabra "inversión" suele evocarnos imágenes de magnates en Wall Street, frikis expertos en tokenización y NFTs o grandes capitales comprando bienes inmuebles. Durante mucho tiempo, invertir parecía ser un terreno exclusivo para los adinerados o para aquellos con un conocimiento profundo en stock market y los mercados financieros. Sin embargo, esta percepción ha comenzado a transformarse de manera significativa en los últimos años, así como también lo han hecho los sectores sensibles de inversión.
La creciente preocupación por el cambio climático y la búsqueda de alternativas sostenibles ha puesto a las energías renovables en el centro del escenario económico y ambiental. Esta transición no solo representa una oportunidad crucial para la salud del planeta, sino que también ofrece atractivas posibilidades de inversión accesibles para una amplia gama de personas, desde pequeños ahorradores hasta grandes inversores.
Éstas dos ideas se combinan en Crowmie, la startup de inversión en energías renovables que trabaja por convertir la financiación en un concepto de ahorro accesible y seguro, a través de apostar por las energías limpias, el mercado de autoconsumo industrial y la optimización real de la transición hacia un futuro verde y sostenible.
La empresa nació en 2021 de la mano de Pablo Valverde, Fernando Dávila y Joshua Cleveland, tres brillantes chavales que, a raíz del boom de las criptomonedas y la Guerra en Ucrania identificaron que el sector de la energía renovable era un mercado virgen de inversión privada y en el que se tenía que dar un paso al frente hacia el futuro sostenible. "Éramos todavía muy dependientes de la energía fósil de otros países", explica Valverde, quien ha detallado a DISRUPTORES – EL ESPAÑOL la historia y objetivos de la empresa.
A pesar de su creación en 2021, no fue hasta dos años más tarde cuando Crowmie lanzó su primer proyecto. "Estuvimos dos años de preparación para hacer los contratos cerrados, fuertes, encontrar partners, asesores expertos en el sector… Y, así, proteger al inversor", explica el cofundador.
Antes de la irrupción de Crowmie, los proyectos de infraestructura de ingenierías para el autoconsumo industrial se solían lanzar en fondos de inversión con un ticket mínimo de medio millón de euros. Con esta startup, se ha rebajado el ticketing a 1.000 euros y se ha conseguido comercializar este tipo de proyectos para gente que no tiene por qué tener un gran poder adquisitivo.
Además, el éxito de este proyecto se ha fortalecido a través del uso de la tecnología blockchain para servirles la inversión a nuevos clientes. Valverde cuenta que, aunque el usuario no lo note a la hora de invertir, el uso de esta tecnología les permite captar y facilitar las transacciones. "Hace que todo vaya más rápido y que podamos atraer capital de otros países, la tecnología nos permite que no haya una barrera geográfica", explica el CMO.
Alto impacto y bajo riesgo. Otro aspecto que diferencia esta startup de la competencia es el tipo de inversión que ofrece. "Es un tipo de inversión muy segura, sin riesgo de que un tweet de Elon Musk te haga perder mucho dinero. Tu inversión está protegida en algo tangible, un proyecto de energía, y eso hace que sea muy difícil que pierda el valor", justifica el cofundador de Crowmie.
Valverde también fundamenta la solvencia de las inversiones gracias al contrato de PPA (Power Purchase Agreement) que se firma antes del proyecto. Con este acuerdo, se pacta el precio al que los clientes industriales van a comprar la energía generada a Crowmie, proporcional al gasto y sin variaciones durante la vigencia del contrato.
De esta forma, los inversores conocen la rentabilidad del proyecto y lo que van a ganar a largo plazo, "eso lo convierte en un tipo de inversión más segura que te permite proteger tu patrimonio", asegura.
Por otro lado, Crowmie ofrece una seguridad técnica en el funcionamiento de las instalaciones de energías renovables a través de los partners. La startup cuenta con empresas de gran dimensión como Cox energy o Lantania, las cuales están especializadas en la estructuración y desarrollo técnico de ingeniería. Con estos contratos de partners, éstas grandes empresas se encargan de instalar, evaluar y supervisar los proyectos a nivel técnico y, también les proponen sus proyectos para que Crowmie se encargue de evaluar si son "sensibles a la inversión".
247 coches menos en la carretera
Tan solo en su primer año de actividad, Crowmie logró financiar un 1,1 millones de euros en proyectos de energías renovables. "Ya en el primer mes desde el lanzamiento de nuestro primer proyecto recibimos una confianza brutal por parte de nuestros clientes y captamos muchísimos inversores", agradece su CMO.
A nivel verde, en un año la startup ha evitado la contaminación de CO2 proporcional a la de 247 coches. Es como si hubiesen quitado 247 coches de la circulación durante un año. O, dicho de otra forma, como si absorbieran el CO2 que atraen 50.000 árboles. "Para nosotros, el impacto medioambiental es el mayor éxito y ejemplifica la repercusión de la startup, también para aquellos que no usan la plataforma directamente como inversores".
El impacto de Crowmie en el ecosistema energético e industrial dibuja un crecimiento exponencial. Valverde comparte que la visión de la empresa es "invertir en cualquier proyecto que vaya en el camino de la transición energética, es decir, hacia la energía limpia".
A pesar de estar especializados en proyectos de autoconsumo industrial, el pasado mes lanzaron un proyecto en Jaraíz de la Vera, con la ambición de poner placas en nueve edificios públicos. "Este cambio no tiene repercusión para los inversores, pero ahora son placas que alimentan sitios públicos y reducen el gasto público en consumo energético a las familias de Jaraíz", tranquiliza el CMO.
Crowmie aspira a seguir creciendo en confianza por parte de los inversores, crear una comunidad de usuarios fuerte y cerrar el año con dos millones de euros financiados en la plataforma. De esta forma, podrán darle paso a una ronda de inversión seed y tratarán de probar sus proyectos en América y el resto de Europa.
Para expandir su popularidad, Crowmie está creando una parte de brand con aprendizaje y learning financiero, a través de podcasts y contenido en RRSS, donde expertos en el sector imparten información especializada a todo tipo de gente. Valverde comparte que el objetivo de la empresa es "quitarle el miedo de invertir a la gente, con tal de ayudarles en su situación económica y ofrecerles una forma diferente de ahorro, siempre en aras de la sostenibilidad".